Gastronomía

La temporada de caracoles se estrena con entusiasmo en Córdoba

Pepa González sirve un vaso de caracoles en el puesto Peque II.

Pepa González sirve un vaso de caracoles en el puesto Peque II. / Juan Ayala

La temporada de caracoles ha comenzado este viernes con muchos cordobeses que, desde el mediodía, ya disfrutaban de su ración de este tradicional manjar. A la apertura de los primeros puestos le acompañó un día soleado y clientes que, "con más ganas que nunca", inauguraron esta irresistible costumbre gastronómica.

Son 34 los puestos de caracoles que hay distribuidos este 2021 por la ciudad, menos que los más de 40 puestos que se repartieron por los barrios cordobeses el año pasado. Pero, pese a que el covid ha frenado este tradicional negocio con restricciones de horario y medidas como la prohibición de ofrecer servicio en barra, los aficionados no desaprovecharon la ocasión de acudir a las terrazas a comer caracoles, que es "de la forma a la que todo cordobés le gusta disfrutar de este exquisito alimento".

En el barrio del Zoco, en la plaza Matías Prats, se encuentra Caracoles Esmeralda, uno de los puestos más típicos de la zona, incluso cuando se ubicaban junto a la plaza de toros. Esmeralda, la dueña y cocinera que da nombre al propio puesto, aguarda esta temporada con positividad porque espera que acompañe el buen tiempo, aunque a causa de la pandemia haya tenido que reducir tanto la cantidad de caracoles que suele adquirir otros años, como el personal

Sin embargo, eso no frenó a que a su terraza llegaran los primeros clientes en el primer día que abrió del año, quienes, más allá de los típicos caracoles chicos en caldo, disfrutaron de los caracoles a la cordobesa con tomate, carbonara o al estilo propio, que llevan un toque secreto que Esmeralda lleva poniendo a sus productos desde hace 21 años. Clientes habituales de Caracoles Esmeralda, como el joven Miguel Ángel Justicia, fue uno de los que no faltaron al estreno de su habitual puesto para disfrutar de los clásicos caracoles picantones, sus favoritos.

Con horario limitado desde las 11:30 hasta las 18:00 en los puestos de caracoles, la venta a domicilio ha pasado a ser esencial para que estos negocios salgan adelante. En el puesto Peque II, situado en la glorieta de la Fuensantilla, este servicio lo han potenciado este 2021, pues ya les salvó la temporada pasada cuando llegó el confinamiento y la gente no podía salir de sus casas mientras los puestos seguían montados en la calle.

Rafael Pérez heredó los caracoles Peque II y ya lleva 13 años llevándolo junto a su mujer Pepa, que se encarga de cocinarlos y servirlos entre la gran variedad de salsas que le acompañan. Carbonara, deluxe, mexicanos y con callos son los modernos tipos de caracoles que ofrecen en este establecimiento, aunque para algunos clientes habituales como Alfonso González, las típicas cabrillas y los caracoles chicos con caldo son los que siempre pide. "Desde que hemos abierto por la mañana, no hemos parado de servir caracoles y por ello vamos a seguir apostando por vender la misma cantidad de caracoles que otros años", explica la encargada con ilusión.

En el parque de los patos, José Casado lleva 30 años en el mundo de los caracoles, 25 de ellos a cargo del puesto Los Patos. "Siempre éramos cuatro empleados en este puesto, pero este año con solo dos personas nos basta", señala el encargado. Y eso que este puesto sirve a domicilio de 18:00 a 21:00, pero para José es inútil porque a la gente le gusta comerse los caracoles en la terraza al sol o recogen sus pedidos antes de las seis de la tarde y se los lleva a casa.

Así, los puestos de caracoles de la ciudad volvieron a llenar sus terrazas el primer día en una temporada que ha empezado con mucho entusiasmo para los cordobeses, aunque con la pandemia "siempre de reojo". Y es que nadie espera que ocurra el desastre de 2020, donde la venta de caracoles salió "muy mal parada", pero, mientras tanto, esta tradición sigue siendo un éxito.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios