Las escuelas infantiles de Córdoba abren sus puertas: "Todo es una vuelta empezar"

"Tenemos ilusión de volver a ver a los niños y estamos con un nudo en el estómago; todo es una vuelta a empezar". Es lo que sostiene Victoria Melero, subdirectora de la escuela infantil La Alegría, justo cuando comienza un nuevo curso escolar para los niños de hasta tres años. En toda la provincia de Córdoba serán alrededor de 8.000 los niños y niñas que inicien su andadura educativa este jueves, día en el que comienza también el mes de septiembre.

Sus vacaciones se acabaron a principios de esta semana semana cuando tocó regresar al coqueto centro, que está a la espalda del Gran Teatro de Córdoba, para preparar las aulas y dar un último repaso a que todo esté en perfecto estado para recibir a los más pequeños.

Melero reconoce que son las familias las que lo pasan peor este primer día de vuelta al colegio o para los que se estrenan en esto de acudir a un centro educativo. Por eso, desde la escuela les piden que si tienen algún problema o duda "nos llamen". "Nos dejan lo más importante de cada familia", anota, al tiempo que destaca que las familias "se involucran mucho". Es más, para intentar que este primer día sea algo más liviano, en este centro se lleva a cabo un periodo de adaptación con el alumnado.

Esto significa, continua, que los alumnos acuden los primeros días "en tramos cortos, en los que realizados una actividad atrayente para que tengan un buen recuerdo".

Este pequeño centro cuenta ya con cuatro décadas de vida a sus espaldas y, desde entonces, han sido miles los pequeños que han pasado por sus instalaciones. "Mis padres lo pusieron en marcha cuando eran novios", anota Melero, quien considera que uno de los puntos fuertes de su escuela es "trato directo y cercano que damos".

Las aulas y el comedor de la escuela infantil La Alegría, de gestión propia, recibirán a casi medio centenar de pequeños alumnos este curso, en el que contarán con seis docentes. La subdirectora reconoce que han notado los efectos de la bajada de la natalidad en las matrículas, algo que afecta al resto de centros educativos, que ven mermada la demanda de puestos cada año.

Donde también daban ayer los últimos retoques fue en la escuela infantil Puzzle 2, en Ronda de la Manca. Su directora, Eva María Aranda, ratifica su entusiasmo ante el inicio de un nuevo ejercicio docente: "Estamos muy animadas, muy contentas".

Tras un verano en el que han pintado y cambiado la decoración de este centro y también el de Puzzle 1, ubicado en la calle Antón de Montoro, Aranda confiesa que "estamos muy ilusionadas y contentas" por volver.

Una ilusión que mantiene casi intacta desde que comenzó su andadura profesional. Es más, confiesa que en primer día del curso ella también se siente "como una niña pequeña, muy nerviosa, con ilusión y ganas y deseando estrenar el material nuevo; eso no se quita por muchos años que pasen".

Y la vuelta es, por fin, sin mascarilla después de los dos últimos años de pandemia y "con menos restricciones y limitaciones; estamos deseando disfrutar de nuestro trabajo", subraya.

Pero, cómo afrontan las docentes de ambos centros este primer día de clases. Pues, según explica su directora, se trata de "romper el hielo, ya que es el primer contacto con los alumnos". "Vienen con las familias, conocen el recinto, a sus compañeros y profesores", detalla.