Eos Guitar Quartet | Crítica

Eos Guitar Quartet y sus homenajes

Eos Guitar Quartet y Ricardo Espinosa.

Eos Guitar Quartet y Ricardo Espinosa. / Miguel Ángel Salas

Parece que el Festival de la Guitarra de Córdoba se está dando cuenta de que hace falta más representación camerística. Llevaban unas ediciones en que era casi inexistente: la edición de 2017 solo llevó un trío de guitarras y un dúo de flauta y guitarra, dos de cinco conciertos; la edición de 2018 no tuvo ni uno, y la edición de 2019 solo una obra para guitarra y orquesta dentro de un concierto mayor en homenaje a Leo Brouwer.

Por suerte, este año está empezando a cambiar la tendencia. Solo falta que empiecen a priorizar la música de cámara junto a otros instrumentos, ya que la guitarra posee una amplia literatura en música de conjunto, y no le suelen sacar partido a este aspecto los programadores de festivales y conciertos.

Anoche el público tuvo la oportunidad de entretenerse con la velada de Eos Guitar Quartet. Formado por Julio Azcano, Marcel Ege, David Sautter y Michel Winkler, en líneas generales se presentan como un grupo consolidado, haciendo alarde de complicidad en todas las obras que interpretan. El público estaba sumamente atento y receptivo al paso de las obras, así como a las interacciones en inglés y español que realizaban antes de tocar.

Comenzaron con tres danzas de Manuel de Falla. Fue un inicio que no tenía el carácter que uno busca encontrar en la Danza de la molinera, con pequeños desajustes de afinación y de ritmo. También es cierto que es complicado cuadrar cuatro guitarras a la vez, aunque demostraron posteriormente su perfecta capacidad. Las danzas no tenían la fuerza que requiere Falla: el compositor gaditano es altamente querido y apreciado, por lo que los asistentes tenían ya formada una idea de cómo debía sonar, y no era la que ellos proponían.

Sin embargo, una vez terminadas las danzas, el resto del concierto consiguió una mejora a grandes niveles. El quejío del Poeta Duende, de Leo Brouwer, sirvió de transición entre un Falla inseguro y un final apoteósico. Dedicada por el maestro a los componentes del cuarteto, consiguieron con ella adentrarse en la compenetración, comenzar a realizar matices más contrastantes. Tuvieron que comenzar de nuevo porque uno de los integrantes no estaba preparado. Fue especialmente dulce el segundo movimiento. Marcaron con ilusión la cita de Paco de Lucía que se encontraba en esta obra de Brouwer, dejando claro su máxima admiración hacia ambos.

La composición está a la orden del día en esta agrupación, como se ha podido observar en el resto del programa del concierto. En el caso de la Seguiriya y Medianoche, escrita por Marcel Ege, está basado en palos flamencos. Contaron para ello con la colaboración de Ricardo Espinosa, quien aportó y aumentó la calidad desde su entrada. Espinosa supo alterar y mover rítmicamente con el udu, y posteriormente el cajón.

Eos Guitar Quartet nos ha brindado una tarde de entretenimiento, donde no han faltado las risas, la complicidad, y un público entregado que le ha arropado hasta el final. Está claro que la pasión por Paco de Lucía no tiene fronteras, y su inspiración e influencia siguen vigentes con nitidez.

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