Entrevista al presidente del Colegio de Veterinarios

José María de Torres: "Los veterinarios no solo curamos animales, también cuidamos de la salud pública"

El presidente del Colegio de Veterinarios de Córdoba, José María de Torres.

El presidente del Colegio de Veterinarios de Córdoba, José María de Torres. / Miguel Ángel Salas

José María de Torres Medina (Córdoba, 1959) se ha convertido en el nuevo presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Córdoba. Su trayectoria profesional es de lo más amplia y variada desde que en 1985 se licenciase en Veterinaria por la Universidad de Córdoba. De Torres es especialista en Bromatología, Sanidad y Tecnología de los Alimentos, cuenta con el máster en Gestión Medioambiental, es diplomado en Veterinaria de Salud Pública y experto universitario en Riesgos Laborales. Además, durante la pandemia del Covid-19 jugó un papel importante como director general de Salud Pública de Andalucía. Ahora se acaba de poner al frente de la organización colegial de veterinarios, una nueva etapa que afronta con afán de renovación y modernización en la gestión, y con el reto de lograr una implantación y reconocimiento social.

-Acaba de tomar posesión de la presidencia del Colegio de Veterinarios, ¿cómo se enfrenta a su nuevo cargo?

-Es un reto importante. Queremos que todos seamos colegio, como dice el título de nuestro programa. Estamos en tiempos donde nos hemos enfrentado a una pandemia, enfermedades emergentes como la listeria o el virus del Nilo y se ha puesto de valor el concepto one health (una salud), según el cual todos los sectores que tienen que ver con la salud se sientan en una mesa y trabajan juntos. Ese mismo concepto es el que quiero aplicar al Colegio. La profesión veterinaria tiene muchas ramas profesionales y, además, Córdoba cuenta con una Facultad de Veterinaria histórica de una importancia a nivel europeo muy fuerte, por lo que queremos estrechar lazos y que, al final, todos seamos uno. 

-Durante su toma de posesión incidió en una renovación y modernización de este organismo, ¿a qué se refería?

-Las organizaciones tienen que ir evolucionando, igual que la sociedad y el propio sistema sanitario público. Necesitamos un modelo de gestión que contemple a toda la profesión y que sea rápido y ágil para que el colegiado sienta que la institución es útil.

-¿Para qué sirve el Colegio de Veterinarios?

-Somos una corporación de derecho público que se encarga de velar por que los colegiados desarrollen su actividad de acuerdo a la normativa. Somos los garantes ante la sociedad que de nuestros colegiados trabajan de una forma legal y de acuerdo a un código deontológico, además de ayudar a la Administración en cualquier materia que nos compete. 

-Esta ciudad cuenta con una Facultad de Veterinaria de referencia. ¿Cómo se puede mantener este legado desde el Colegio?

-La Facultad ha cumplido 175 años y cuenta con un reconocido prestigio a nivel europeo y mundial. Trabajar codo con codo con ellos es garantía para este Colegio y para ellos. Uno de los miembros de la junta de gobierno es profesor de la Facultad, por lo que tenemos ahí un enlace.

José María de Torres en el Colegio de Veterinarios de Córdoba. José María de Torres en el Colegio de Veterinarios de Córdoba.

José María de Torres en el Colegio de Veterinarios de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

-Anteriormente, ostentaba el puesto de director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica y entre sus competencias estaba gestionar las crisis sanitarias. ¿Cómo ha sido enfrentarse a esto en un momento tan incierto?

-Empezamos con la listeria, que era una crisis alimentaria de ámbito veterinario y que fue por desgracia nuestro debut. Se creó un comité de expertos en el que nos imiplicamos Salud Pública, Epidemiología, la red de hospitales, asistencia sanitaria... Todos nos sentábamos en la mesa para dar una solución consensuada. Salimos victoriosos de esa crisis, los protocolos asistenciales sanitarios se actualizaron a nivel mundial y se generó un plan de control de listeria en Andalucía que nos han copiado otras comunidades autónomas.

-Y respecto al coronavirus, ¿cómo se puede afrontar una crisis de este tipo?

-Hemos sido testigos de una pandemia histórica. Para las autoridades sanitarias fue un reto. Yo apliqué mis conocimientos de epidemiología veterinaria al control de la pandemia. Por ejemplo, el sistema de anillos sanitarios, es decir, los cierres de poblaciones. En eso también fuimos pioneros. Mi función consistió en  explicar a los que tomaban las decisiones políticas el porqué de estas.

-¿Cómo se pueden prever las pandemias o enfermedades emergentes?

-La sociedad tiene que entender que las enfermedades emergentes están ahí y en cualquier momento pueden saltar, como ha ocurrido con el Covid. Esta pandemia es una zoonosis, una enfermedad que ha transmitido un animal al ser humano. Lo que tenemos que hacer son sistemas de prevención y vigilancia que nos vayan alentando de lo que está pasando. Todo eso nos da después los medios y las tablas. El virus del Nilo saltó porque el sistema de vigilancia que habíamos instaurado con la listeria detectó esos casos. Luego se usó la geolocalización y vimos que los casos venían de dos poblaciones de Sevilla cercanas al Guadalquivir. 

-¿Cree que la sociedad relaciona la figura de los veterinarios con la Salud Pública?

-Ese es uno de los retos que tengo como presidente, ir a la sociedad y explicarle qué es lo que hacemos los veterinarios, que no solo curamos a los animales, también nos dedicamos a cuidar de la salud pública. Hoy en día hay más mascotas que niños, estamos hablando que están instaurados como un miembro más de la familia. Esas mascotas nos pueden transmitir enfermedades, por eso los clínicos que trabajan con los pequeños animales cuidan de ellos y los tienen sanos, porque al final se traslada a que nosotros estemos sanos. Es el lema de nuestra profesión, higia pecoris, "la higiene del ganado, la salud del pueblo". Eso se puede hacer desde una clínica de pequeños animales, una ganadería o en el control de seguridad alimentaria. Todo lo que consume la población está controlado sanitariamente por un veterinario. 

-En 2021 se anunció la creación de un Instituto de Enfermedades Emergentes y Zoonosis de Andalucía ubicado en Córdoba, ¿cuándo verá la luz?

-Que yo sepa, ese centro la Junta de Andalucía lo tiene prácticamente ultimado y verá la luz pública en otoño.

- ¿Con qué particularidades cuenta Córdoba en relación a la posible aparición de enfermedades emergentes?

-Las enfermedades emergentes van en relación con crisis de salud pública. En Andalucía tenemos una fuente de humedad y además estamos limítrofes con África, por lo que pueden subir enfermedades que no conocemos. En Córdoba tenemos un río que nos cruza, zonas de mucho césped y piscinas. Todo eso genera una población de mosquitos que en un momento dado pueden transmitir enfermedades. Desde el punto de vista veterinario, somos una población endémica de Leishmania, que en Córdoba tiene vinculación con los animales de compañía, con los perros. En esta ciudad hay que instaurar sistemas de control de Leishmania además de controlar la población de mosquitos. Además, el Ayuntamiento ya ha puesto en marcha un sistema de control de colonias felinas, el CER. 

-Según ha expresado en alguna ocasión, no está de acuerdo con la Ley de Bienestar Animal, ¿por qué?

-Se ha escrito de espaldas a los profesionales que más saben de bienestar animal, no se los ha tenido en cuenta. No estamos de acuerdo en la gestión, no se puede legislar de espalda al legislado, hay que trabajar en común y ponernos de acuerdo.

-Su padre fue veterinario, ¿siempre ha tenido claro que usted también lo sería?

-Lo he vivido desde pequeño, tanto la profesión como el Colegio, desde muy corta edad. He sido el primer veterinario que ha estado en una Dirección General de Salud Pública en la historia de la comunidad autónoma de Andalucía y también he sido uno de los veterinarios que nos sentábamos en la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad donde se hablaba de salud pública a nivel nacional. 

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