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Encinarejo, la ciudad dormitorio de Córdoba que quiere crecer

Panorámica de Encinarejo de Córdoba. Panorámica de Encinarejo de Córdoba.

Panorámica de Encinarejo de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

Unas 500 personas tienen la intención de trasladar su vivienda habitual a la Entidad Local Autónoma (ELA) de Encinarejo de Córdoba. Al menos ese es el cálculo que han hecho desde el Ayuntamiento de la localidad tras la pandemia, que ha motivado a muchas familias a una vida más tranquila, en entornos abiertos, rurales y alejada de las grandes ciudades, una realidad que esta ELA cumple a cabalidad.

El problema es que Encinarejo no tiene ya viviendas disponibles. Tampoco cuenta con suelo urbanizable donde construirlas, sin embargo, eso cambiará, esperan desde el Consistorio, en los próximos seis meses. El alcalde, Miguel Ruiz Madruga, ha explicado a el Día que, aunque la entidad es independiente en casi todos los sentidos, la seguridad, los servicios sociales comunitarios y, precisamente, el urbanismo, es lo que depende del Ayuntamiento de la ciudad de Córdoba.

Así, en la Gerencia Municipal de Urbanismo ya reposa el proyecto para que Encinarejo se haga con ese suelo urbanizable, que se ubica entre la carretera Camino del Soto, una de las entradas a la barriada, y la zona de los chalets, para poder crecer. El convenio consta de tres partes y podría ver la luz el año que viene, si los plazos se cumplen.

La idea, ha explicado Ruiz Madruga a este periódico, es construir viviendas tanto protegidas como de mercado libre. Si el proyecto se consigue, la ELA superaría los 2.000 habitantes en los próximos años, tras haber ganado al menos 900 personas en los últimos 21 años. “Tenemos mucha presión de vecinos de Córdoba que quieren vivir en Encinarejo, la gente está muy interesada por la calidad de vida, es un pueblo residencial con las calidades y el equipamiento de cualquier barrio de Córdoba, de una ciudad”, ha defendido el alcalde.

El atractivo de la ELA está en su tranquilidad, en que “lo tiene todo” y “se vive estupendamente”. Eso es, al menos, lo que comentan algunos de sus 1.800 vecinos, que también coinciden en muchos de los reclamos: ocio para los más jóvenes, la limpieza del río a su paso por la localidad o más conexiones del Cercanías que para en Villarrubia, que está a apenas a un par de kilómetros de distancia.

Y es que, uno de los proyectos pendientes a ejecutar por el Ayuntamiento es el de un carril bici, que costará 300.000 euros que se incluirán en el presupuesto de Córdoba de 2022, que conecte la ELA con la barriada para conseguir un mejor aprovechamiento de los servicios ferroviarios, aunque Ruiz Madruga incide en la necesidad de aumentar la frecuencia de los trenes y “reformular el proyecto para que no muera, porque le da mucha vida a la periferia”. A ello se suma el autobús de la línea 01 de Aucorsa, que pasa por las calles del barrio cada hora y conecta con el centro de la capital cordobesa.

La historia de colonización de la ELA

Encinarejo conserva su arquitectura de la época de la colonización, con sus calles paralelas y perpendiculares. Y es que la historia del municipio es reciente. Fue fundado en el año 1950 cuando el Instituto Nacional de Colonización expropió las tierras, aunque bajo sus cimientos se han hallado restos de un poblado romano, del siglo I. Se constituyó como ELA en el año 1957, con sus competencias, que se han mantenido desde aquella época hasta nuestros días, menos en seguridad (cuentan con agentes de la Policía Local), servicios sociales comunitarios y algunas actuaciones que dependen de Urbanismo.

Algunos de los primeros habitantes, que la mayoría eran religiosos, aún viven en Encinarejo, se sientan a tomar un café en el bar del pueblo, McCaco's, que regenta un ex trabajador de la construcción que se ha dedicado a la hostelería desde la crisis del 2008. Jesús López también nació en Encinarejo, un sitio que “lo tiene prácticamente todo” y que “ha cambiado mucho pero sigue siendo muy acogedor”. El hostelero echa en falta una sucursal bancaria, aunque de la mayoría de los pueblos pequeños las están desmantelando por la llegada de los trámites online, así como, asegura, “aprovechar el río, que está olvidado, una limpieza del río y de su entorno” reivindica.

Además de estas demandas, que no parecen ser muchas ni muy complicadas de llevar a cabo, el “proyecto de ciudad” que el gobierno de Miguel Ruiz Madruga puso en marcha, tras alcanzar la recuperación económica y sacar a la zona de “la quiebra” en la que estaba sumida en 2011 tras la crisis, incluye convertirla en una ELA “inteligente” con un espacio de coworking, aprovechando, también, el empujón que ha dado el covid al teletrabajo entre profesionales.

Basta con echar un vistazo a los techos de las casas para darse cuenta de que Encinarejo y sus habitantes buscan el aprovechamiento de los recursos naturales de Córdoba para generar su propia energía. El pabellón de deportes, por ejemplo, pronto estará climatizado gracias a la energía fotovoltaica, como lo está la casa consistorial y también lo estará la Escuela Infantil y el Centro de Mayores, según asegura Ruiz Madruga, a la espera de colocar también acumuladores en otras instalaciones para reducir la factura energética en un 70%.

Encinarejo tiene Escuela Infantil, una Caseta Municipal, que ahora mismo está en obras de mejora, un Centro de Mayores, la biblioteca y Centro Guadalinfo, las instalaciones deportivas Miguel Reina, con pista multideportes, de pádel, gimnasio y piscina municipal, un equipamiento que el alcalde considera está “muy por encima de cualquier barrio de Córdoba”. Tanto es así que los vecinos de zonas cercanas, como Villarrubia, Majaneque, La Golondrina o incluso Almodóvar del Río acuden a Encinarejo a hacer uso de estas instalaciones.

La situación de los terrenos de Encinarejo avanza. Hace solo unas semanas, el Ayuntamiento de la Entidad Local Autónoma y el de la capital informaban sobre la firma del convenio para la transferencia de bienes ubicados en este territorio, que servirán para “arreglo y puesta en funcionamiento de las dos fuentes ornamentales del Parque de las Cigüeñas, la realización de alcorques y plantación de árboles de sombra, la construcción de una pista de vóley playa en el Parque del Espárrago, la sustitución de todas las iluminarias de las vías públicas por tecnología LED, el repintado de señalización vial, y la construcción de un parque canino”. Además, cuando el proyecto de suelo urbanizable se pueda poner en marcha también prevén la construcción de un recinto ferial para cubrir la demanda de toda la periferia.

Un proyecto como ese animaría a los jóvenes a quedarse no solo en verano, porque Encinarejo suele crecer en esa época, sino el resto del año con actividades y conciertos. Lo repiten varios vecinos: Dulce Fernández, mientras trabaja en una de las obras que hay en las calles, afirma la preocupación de las familias por dejar ir a Córdoba capital a sus hijos adolescentes, Daniel Onieva Villa, un joven natural del lugar que afirma que los fines de semana “se queda muy solo” porque no hay opciones de ocio o Conchi Guerrero Hernández y Pilar Vega Costa, que lo comentan mientras miran por la ventana de sus viviendas en un día de semana tranquilo.

Miguel Ruiz Madruga, que ha estado al frente de este Consistorio durante tres legislaturas, no descarta volver a presidir el gobierno pues su objetivo es culminar todos los proyectos que tenía previstos y “hacer lo que me hace feliz, lo que me hace ilusión y sentirme útil”. Quiere reforzar la plantilla municipal de cara a recibir más vecinos y enfrentar la crisis económica “por responsabilidad”. Con todo ello, parece que se cumple el lema de esta entidad: Encinarejo bien, gracias.

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