"Durán tiene los días contados al frente de la secretaría general"

Mercedes Mayo

Cree que las naves de Colecor son "una gran estafa" y sostiene que hace faltan nuevos líderes políticos

"Durán tiene los días contados al frente de la secretaría general"
"Durán tiene los días contados al frente de la secretaría general"

07 de agosto 2011 - 01:00

ES crítica con la actual situación del PSOE y considera que el cese del delegado de Medio Ambiente, Luis Rey, y el de Cultura, Joaquín Dobladez, responde a "los intereses personales del secretario general, Juan Pablo Durán". Mercedes Mayo fue responsable autonómica de Justicia. Cuando desapareció el puesto, volvió a su trabajo como asesora jurídica del Consistorio.

-¿Cómo se le ocurre a una persona afiliarse a un partido político?

-Creo que siempre he sido simpatizante del PSOE, desde que tengo recuerdo. En un determinado momento, en 2001, sencillamente un compañero del Ayuntamiento, Antonio Aguilera, me animó y me afilié. Cuando entré a trabajar en el Ayuntamiento me afilié a la UGT e, incluso, me presenté a unos elecciones como delegada del sindicato, pero luego renuncié porque vi que era incompatible con mi cargo de asesora jurídica del Ayuntamiento. No se podía defender al Ayuntamiento y asesorar a los trabajadores en sus derechos. Siempre he sido simpatizante y votante socialista.

-¿No le animarían los labios de Felipe González?

-Para mí Felipe González es un líder carismático. Cuando era más joven lo veía hablar en el Congreso de los Diputados y veía su capacidad de comunicación; él, si se empeñaba, era capaz de hacerte ver negra una pared que era blanca. También al primer líder que conocí, cuando era estudiante fue a Pablo Castellanos y me encantaron sus principios y valores. Fue una persona que me impactó. Yo solía ir, antes de estar afiliada, por la Casa del Pueblo y por el Círculo Cultural Juan XXIII.

-¿Quedan verdaderos líderes?

-Ahora la verdad pienso que, en general, no sólo en España, también en Europa, hay una falta de liderazgo político. No hay líderes que hagan a las personas tirar para adelante. En el Partido Socialista me gusta mucho Alfredo Pérez Rubalcaba y creo que es un buen líder por la cercanía y la sencillez y la forma de explicar las cosas, como Felipe González, aunque éste tenía más carisma y hacía sencillo lo complejo. Hay un problema de liderazgo político y de ahí el problema actual con los mercados en Europa.

-A la espera de líderes, ¿el simpatizante, el afiliado, realmente pinta lo que pintaba hace 30 años en los partidos?

-En general, en todos los partidos se ha evolucionado hacia un déficit democrático. En todos hay poco debate interno, hay una partitocracia en la que los líderes o los supuestos líderes mandan sin generar debate interno. Los militantes siguen las directrices de la dirección sin mayor debate, apelando, las direcciones, muchas veces, a la responsabilidad y a eso de que los trapos sucios hay que lavarlos en casa.

-¿Eso de la disciplina en los partidos qué es?

-Se ha convertido en hacer según los intereses personales de la dirección, ni siquiera del partido, porque a veces los intereses personales de la dirección están en contra de los intereses del partido. En eso se ha convertido.

-¿Por qué nunca una mujer ha encabezado al PSOE de Córdoba?

-Creo que porque hay pocas mujeres que han querido, porque verdaderamente pienso que hay que hacer un ejercicio de sacrificio grande. Las mujeres somos más inteligentes para dirigir el partido. Un partido es una jaula de grillos, como somos más inteligentes buscamos más la sombra, la comodidad y que otros batallen. Hay mujeres valiosas como Carmen Calvo o Isabel Ambrosio, que podrían liderar pero para dirigir un partido hay que hacer una gran renuncia personal y no hay muchas mujeres dispuestas a hacerlo. Es dedicarte las 24 horas del día a la política.

-Ha hablado de renunciar, esta semana se les ha obligado a renunciar -cesado- a dos delegados -al de Medio Ambiente, Luis Rey, y al de Cultura, Joaquín Dobladez,- y curiosamente nadie habla mal de su labor en el tiempo que estuvieron en el cargo. ¿Se entiende su cese?

-No hay ninguna explicación para su cese porque son unos buenos delegados y unos buenos gestores. No hay explicación salvo los intereses personales del secretario general. No es explicación tampoco la que se ha dado de que se quería dar un nuevo empuje a las delegaciones de cara a las elecciones porque en cuatro meses no se puede hacer ningún empuje, hay que contar con su llegada, con su tiempo para adaptarse. También tengo que decir que Ramón López, el exgerente del Gran Teatro -que ha sido nombrado delegado de Cultura-, es una persona excepcional y un gran profesional, y José Ignacio Expósito, nuevo delegado de Medio Ambiente, también. Los dos son magníficas personas pero no era necesario ni estaba justificado el cambio porque, además, nosotros tenemos que ponernos todos a una de cara a las elecciones y no hay tiempo para trifulcas internas. Es crear un malestar innecesario por intereses puramente personales.

-¿Qué consecuencias traerá a la larga este "malestar innecesario"?

-Puede hacer que se desactive mucho la militancia de cara a las próximas elecciones. Aquí nadie sobra. Creo que la militancia luchará por Alfredo Pérez Rubalcaba, pero desde luego no lo va a hacer por Juan Pablo Durán.

-¿No cree que veamos en el siglo XXI a Juan Pablo Durán como alcalde de Córdoba?

-Ni en el XXI ni en el XXII, nunca. Porque pienso que tienes sus días contados en el partido. Al frente de la secretaría general, seguro.

-Preguntas de debate de la calle: ¿listas abiertas?

-Lo veo, pero con otro sistema electoral, con el actual no. Es ahora, con listas cerradas, y hay problemas. En los propios grupos municipales hay problemas entre los compañeros del propio partido. Con listas abiertas se podría perjudicar la gestión porque no habría esa disciplina electoral. Con otro sistema sí confiaría, con un sistema en el que los concejales se eligieran por distritos, por ejemplo. Por mi experiencia, cuando ha habido independientes en las listas electorales siempre ha habido problemas. Nosotros teníamos en el grupo electoral cuatro concejales y cada uno iba por su lado.

-Una más de la calle: los políticos corruptos, ¿qué hacemos con ellos?

-Habría que hacer un equilibrio. Los procedimientos judiciales se eternizan y eso permite que esos políticos estén años hasta que se les condena, pero si son absueltos en ese tiempo se les ha causado unos perjuicios muy importantes, un gran daño. Un equilibrio para no vulnerar la presunción de inocencia. Se debe evitar el difama que algo queda y, a veces se ha utilizado este procedimiento para perjudicar a un político. Con la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal, que se pasa de imputado a investigado, se mejora ese equilibrio. Por supuesto, a los corruptos en temas económicos, habría que desterrarlos de por vida.

-Las naves de Colecor, aparte de grandes, ¿qué más son?

-Aparte de grandes son una gran estafa a la ciudad y una componenda, eso es lo que han sido y son.

-¿Van a servir de moneda de pago de algo?

-Pienso que no.

-¿El uso que se les está dando sí es legal?

-No. También es ilegal. Por lo que conozco del informe de Obras Públicas en suelo no urbanizable de especial protección de la Vega del Guadalquivir no es posible el uso comercial.

-¿Qué hace en agosto en Córdoba?

-Soy hija única de padres mayores. Vivo además de con mi familia, con mi padre que tiene más de 90 años y que tiene una autonomía dependiente. No podemos dejarlo solo.

-¿Cómo le ha contado su padre la Guerra Civil?

-Desde el lado de la derecha porque es de Burgos y le pilló en la zona nacional y luego se fue a la División Azul.

-¿Nunca ha dicho eso de 'me ha salido una hija rojilla'?

-Cuando era joven discutíamos mucho, pero yo he salido a mi madre, que era de izquierdas, socialista y republicana. Mi madre, hasta que no murió Franco, fue un manto de silencio. En la época de Franco había un miedo a hablar las personas de izquierda. Recuerdo que mi madre le mataron un hermano en el pueblo; ella era la hermana mayor, tenía 22 años, y un hermano de 18 que detuvieron y se llevaron a Logroño. Por esas cosas de la guerra, las envidias, los celos, por ser socialista. Mi madre fue con una carta del cura para ver si lo dejaban libre y se lo encontró con un tiro en la cabeza. Hasta que no murió Franco ella decía que lo habían matado los rojos, luego nos contó la verdad y nos dijo que habían sido los nacionales. Mi madre ha influido más en mí cuando era niña; ella oía la Radio Pirenaica y me decía: no le digas nada a tu padre. Ella temía, tenía horror a hablar. Con mi padre no hablaba nada sobre el asunto. Mi padre, de todos modos, era un hombre sencillo y las circunstancias y el que era muy aventurero le llevaron a irse a la División Azul. Era muy de Falange y me decía que la Falange era más de izquierdas que el PCE. Él creía que la doctrina de José Antonio de Rivera era de izquierdas. Me decía que José Antonio estaba en contra de Franco.

-¿De niña era un poco abogadilla?

-No, recalé en la abogacía por pura casualidad. Estudié en las Teresianas, eso se lo debo a mi madre. Soy la primera de la familia que fue universitaria. Mi madre me decía: yo quiero que mi Merceditas tenga una buena formación. Creo que estudié más por el empeño de ella que otra cosa. Yo era muy buena estudiante, pero no me gustaba el latín y griego y, por eso me fui a estudiar Derecho. Me gustó mucho la carrera y empecé a ejercer ya con 22 años. Luego saqué la oposición en el Ayuntamiento.

-¿Cómo acabó un día de Delegada de Justicia?

-Sin esperarlo. Bueno, en un momento dado me llamó la consejera y me dijo: en una hora te vamos a nombrar delegada de Justicia. No me lo esperaba y encima me pagaban menos. Acepté porque no estaba ya cómoda en el Ayuntamiento con Rosa Aguilar y Andrés Ocaña. En la Delegación de Justicia el personal era magnífico, eran personas maravillosas las que conocí en esos tres años, me han enriquecido muchísimo y se han portado de tal modo que no tengo palabras para agradecerle como se volcaron conmigo en el trabajo, desde el primero hasta el último. Formábamos un equipo, el personal y los funcionarios de Justicia; hicimos muchas cosas en esos tres años.

-¿La Justicia la mueve?

-La Justicia es fundamental y me gusta batallar por ella. Yo le puse un pleito al Ayuntamiento por una decisión de Andrés Ocaña. En 2002, José Mellado, que estaba en Urbanismo, me llamó para su departamento. Cuando llegó Andrés Ocaña me confirmó en la secretaría general y estando allí, el mismo Andrés Ocaña decidió cesarme y yo recurrí el cese porque entendía que había una desviación de poder. Perdí pero sigo pensando que llevaba razón. Me gusta batallar por lo que creo que es justo.

-¿Treinta años del mismo partido en el poder crea vicios inconfesables?

-Sin duda. Pienso que la alternancia es buena a todos los niveles. Siempre querré que gobierne el Partido Socialista porque creo que en nuestros principios y nuestros valores, pero la alternancia es buena para las instituciones. Estar mucho tiempo en el poder adocena mucho, uno se hace mucho más confiado, lucha menos por ciertos proyectos, por ciertos valores y, sobre todo, se adoptan actitudes de cierta soberbia, de un alejamiento real del ciudadano, y eso lo percibe el ciudadano. Independientemente de eso quiero que gane el PSOE.

-¿Sus hijos siguen sus pasos?

-Mis tres hijos han estudiado la abogacía; una de mis hijas es juez. Nunca le dije que estudiaran Derecho. A mi hijo mayor, que es un manitas en la cocina, le aconsejé que se metieran en temas culinarios, pero nada, tengo una influencia total en ellos.

-Es decir que usted sí hubiera sido una gran líder.

-No. Bueno líder en mi casa, sí.

-Ya es algo porque parece que en su partido algunos no son líderes ni en su casa.

-Cierto.

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