Día de Todos los Santos

Dulces con sabor a cielo

  • Las gachas y los huesos de santo son lo más típico, acompañados por los pestiños y los buñuelos

En el Horno de la Cruz ya exhiben los buñuelos de temporada.

En el Horno de la Cruz ya exhiben los buñuelos de temporada. / Laura Martín.

Se acerca el Día de Todos los Santos y con él llega el aroma a canela, azúcar y a las mezclas recién horneadas en las panaderías y pastelerías artesanales de Córdoba. Esta festividad marca el comienzo del cambio de estación, después del parón repostero que significa el verano. Por eso en los principales hornos de la ciudad ya están preparados para el incremento de las ventas, pero también para ser parte de las tradiciones gastronómicas que acompañan esta festividad.

Las gachas es de lo más vendido en esta época. De hecho, desde hace unas semanas ya se pueden conseguir frescas en el Horno de la Cruz y en la confitería Hermoso y Molero, por citar dos ejemplos. “Ya los clientes nos las estaban pidiendo desde antes de octubre, y continuaremos vendiéndolas casi hasta diciembre por su alta demanda”, dice Dolores Jiménez, del Horno de la Cruz. Las gachas también son las más demandadas en Hermoso y Molero. Su dueño, Francisco Hermoso, explica que llevan una semana y media vendiendo al menos 50 bandejas diarias a 1,50 euros, cantidad que esperan triplicar el viernes entre visitas y encargos.

Su textura y cremosidad es la clave. La mezcla se hace a base de agua, leche, harina, canela, azúcar y pan. Para los pasteleros, el secreto es que sea hecha a mano, artesanal, que esté fresca y “con mucho cariño”.

Una trabajadora de Hermoso y Molero muestra los huesos de santo. Una trabajadora de Hermoso y Molero muestra los huesos de santo.

Una trabajadora de Hermoso y Molero muestra los huesos de santo. / Laura Martín.

También han llegado ya los huesos de santo, una preparación de mazapán y huevos típica de la época y que no se vuelve a ver en las pastelerías hasta el próximo año. Estos se pueden conseguir desde 5,50 euros la bandeja, depende del tamaño. Los pestiños, una masa que se moldea, se fríe y se pasa por azúcar, y los buñuelos, una masa frita que se rellena con crema o chocolate y que se puede adquirir desde 5,50 la bandeja de 12 unidades, dependiendo del lugar.

“Todos los años esperamos estas fechas. Es un día entre triste y alegre pero mantenemos la tradición para la gente, que espera todo el año para comer uno de estos dulces”, comenta Francisco. Mientras que Dolores asegura que en el Horno de la Cruz se mantiene una tradición que va de generación en generación desde hace más de un siglo.

Este año la climatología es el principal temor de estos artesanos del dulce. Este viernes, según la Aemet, habrá intervalos nubosos y un 25% de probabilidad de lluvia por la tarde en la capital, situación que esperan que no afecte las visitas de sus clientes, que suelen hacer colas para adquirir alguno de estos dulces con sabor a cielo.

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