La concentración era, al igual que en todos los ayuntamientos de España, contra el atentado etarra del pasado sábado en Capbreton (Francia), pero, a diferencia de otras, el protagonismo se lo llevó el enfrentamiento entre los miembros del colectivo Peones Negros y algunas víctimas del terrorismo, así como entre los primeros y la alcaldesa, Rosa Aguilar.

Al comienzo de los cinco minutos de silencio, los de Peones Negros quisieron forzar a Aguilar a que sujetase una bandera nacional con pegatinas de su colectivo, porque era "su bandera", a lo que respondió la regidora que la suya era la que ondeaba todos los días en la fachada del Ayuntamiento.

Tras el acto se escucharon vivas a España y a la Guardia Civil, momento en el que ambos grupos se reprocharon mutuamente los comportamientos de los dos partidos mayoritarios en el Congreso en materia antiterrorista. También, Peones Negros criticó a Aguilar que no hubiera asistido a anteriores concentraciones suyas.