Orquesta de Córdoba | Crítica

Diversidad dieciochesca

Aarón Zapico, dirigiendo a la Orquesta de Córdoba en su sexto concierto de abono.

Aarón Zapico, dirigiendo a la Orquesta de Córdoba en su sexto concierto de abono. / Rafa Alcaide / IMAE

Aarón Zapico (1978), clavecinista y director asturiano de merecido y reconocido prestigio, fue el encargado de dirigir a la Orquesta de Córdoba en el sexto concierto de abono de la temporada en curso.

Lo hizo con un interesante programa en torno a músicas que animaron la España de la segunda mitad del siglo XVIII. Junto a autores que más o menos pueden sonar al aficionado medio, como Juan Crisóstomo Arriaga (1806-1826) o José de Nebra (1702-1768), Zapico nos deleitó con músicas bastante menos conocidas de Charles Avison (1709-1770), Vicente Basset (1719-1764), Niccolò Conforto (1718-1793), José Castel (1737-1807) y Cayetano Brunetti (1744-1798).

La dirección del asturiano, si bien menos punzante y rítmica que la que le he escuchado en otros trabajos, me pareció muy solvente y acertada con momentos especialmente logrados en los aires de danza.

Más brillante esta vez en su sección de viento (momento estupendo, entre muchos otros, el del característico Quintetto de Brunetti) que en la de cuerda, la Orquesta de Córdoba supo remontar algunos tropiezos leves de encaje (Nebra) y afinación (Avison) y logró hacernos disfrutar (Basset, Conforto, Brunetti…) de un repertorio que sin duda merece la pena conocer.

Hizo además un evidente y meritorio esfuerzo por adoptar de manera convincente articulaciones y golpes de arco característicos de los estilos interpretados. Excelente labor la del joven clavecinista sevillano Guido García Sánchez.

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