Disparos en Los Mochos que acaban en una fuga de película con tiroteo incluído
Un hombre resulta herido leve en la barriada cordobesa por un perdigón Los sospechos fueron localizados en Utrera y dos de ellos resultaron heridos en el intercambio de tiros con la Policía


La barriada de Los Mochos, entre Almodóvar del Río y Córdoba, fue el punto de partida de un suceso en la noche del sábado casi de película y que terminó con heridos, pero de verdad, por arma de fuego y con varias personas en el hospital. Todo comenzó poco antes de la 21:00, cuando en esta barriada cordobesa comenzaron a escucharse disparos, al parecer de escopeta. Según la información facilitada por la Guardia Civil, varios indivíduos no se dirigían hacia alguien en concreto o alguna zona, sino que disparaban al aire o contra el suelo. Sin embargo, uno de esos cartuchos rebotó contra el suelo, con ta mala forturna que hirió levemente a un hombre de 70 años que se encontraba en la zona y que tuvo que ser atendido en un centro de salud para extraerle el perdigón de la escopeta.
Este episodio, con el que presuntamente la personas que viajaban en ese coche pretendían intimidar a un clan rival, derivó en una trama casi de de serie policiaca. Así, los ocupantes eran cuatro personas de una familia de etnia gitana de Dos Hermanas (Sevilla), dos de elos menores de edad, si bien tras lo ocurrido en el Veredón de Los Mochos decidieron emprender la huida a bordo de un Ford Focus de color azul.
Los sospechosos pretendían regresar a Dos Hermanas por carreteras secundarias, para no levantar las sospechas de la Policía o la Guardia Civil. Por la dirección que tomaban, seguramente tratarían de llegar a Dos Hermanas por la carretera del Tomillar, huyendo así de autovías y de la ronda de circunvalación SE-30.
La Policía Nacional había establecido un dispositivo de cierre de la zona, ante la sospecha de que el vehículo pudiera estar acercándose a Dos Hermanas. Una patrulla de la comisaría de Alcalá de Guadaíra vio el coche cuando se encontraban por la zona de la ITV de este municipio y se colocó detrás para darle el alto. Al ver que tenían un patrullero detrás, los ocupantes del Ford Focus bajaron una de las ventanillas y sacaron una escopeta recortada, con la que abrieron fuego contra el coche de la Policía.
Los agentes lograron esquivar el disparo. Comenzó entonces una persecución a toda velocidad por la carretera A-376, en dirección a Utrera. A lo largo de varios kilómetros, se produjo un intercambio de disparos entre los delincuentes y los policías que los perseguían. El Ford Focus de los sospechosos tenía un impacto en la parte trasera. La bala había cruzado el coche desde atrás hacia delante y alcanzó a uno de los ocupantes de los asientos delanteros, ya que los menores, que iban sentados detrás, no fueron alcanzados por las balas. Mientras tanto, los agentes pedían refuerzos y a la persecución se unieron varias patrullas de la Policía Nacional de Alcalá de Guadaíra y otras de la Guardia Civil, que salían de la comandancia de Montequinto.
Al llegar a la salida 16, los delincuentes cambiaron de sentido. Tomaron la salida, hicieron una rotonda, cruzaron un puente sobre la autovía y, tras una segunda rotonda, volvieron a tratar de incorporarse a la misma carretera, pero en sentido Sevilla. Como iban a toda velocidad, el conductor del coche perdió el control del mismo y se salió de la vía, chocando contra el quitamiedos y volcando. Los ocupantes del vehículo resultaron heridos en el accidente y, tras un nuevo intercambio de disparos, fueron detenidos por la Policía.
Los agentes se incautaron de dos escopetas de caza con los cañones recortados y una pistola. En el coche viajaban cuatro personas, si bien sólo fueron detenidas tres porque una de ellas es inimputable por su edad. Delante iban dos hermanos y detrás los hijos de uno de ellos, de 12 y 15 años de edad. El primero quedó a disposición de su familia después de que la Policía lo explorara -término con el que se designa la toma de declaración en el caso de los menores-, mientras que los dos mayores fueron trasladados al hospital Virgen del Rocío, donde permanecen ingresados bajo custodia policial.
El menor de 15 años tenía en vigor una orden de búsqueda y captura, por lo que fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores. Su padre y su tío -los adultos que iban en el coche- fueron trasladados al Hospital Virgen del Rocío, donde permanecen ingresados. Uno de ellos tuvo que ser operado para extraerle la bala, mientras que el otro tiene una herida limpia en la ingle. De película.
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