Desorientados por la hora

La llegada del horario de verano pilla por sorpresa a muchos cordobeses que se despertaron sin saber que había que adelantar las manillas del reloj 60 minutos

G. N. J.

28 de marzo 2011 - 01:00

Uno de los comentarios más escuchados ayer fue: "He llegado tarde porque no sabía que había que adelantar el reloj una hora". Y es que a muchos cordobeses les pilló por sorpresa el cambio al horario de verano de la Unión Europea y EEUU. La medida, que se instauró como fija desde 2001, aunque se viene aplicando desde 1974, tiene como objetivo principal aprovechar mejor la luz solar y ahorrar electricidad.

Andrés Meléndez fue uno de los cordobeses que hasta mediodía no se enteró de que había que adelantar las manillas del reloj 60 minutos. "Había quedado con mis amigos a las 14:00 en la Corredera y cuando he llegado ya llevaban aquí una hora, así que hasta hace un rato no sabía nada de que había que adelantar el reloj", reconoció Andrés mientras que sus amigos no podían aguantar las carcajadas de risa. Pero él no fue el único que se encontraba un poco desorientado por el cambio horario. Teresa Gómez tuvo que pegarse una buena carrera para poder llegar a las 13:00 a la plaza de las Tendillas donde había quedado con su grupo de amigas para ir de tapas. "Cuando me he levantado y he visto en el móvil que eran las 12:15 no me lo podía creer. Así que he tenido que darme prisa para no llegar muy tarde", aseguró Teresa, aunque no fue la única amiga del grupo que llegó tarde al encuentro. Marisa Rodríguez también admitió que el cambio de hora le había jugado una mala pasada. "Yo me levanté pensando que eran las 11:00 y desayuné tranquilamente, y fue mi madre la que me avisó de que había que adelantar una hora todos los relojes de la casa. Así que tuve que darme prisa para mis amigas no me echaran la bulla por llegar, como casi siempre, tarde".

Otros, como Rafael Díaz, fueron mucho más avispados y antes de irse a la cama lo dejaron todo preparado para que al día siguiente el despertador sonará a su hora. "Antes de irnos a dormir mi mujer y yo cambiamos tanto la hora del despertador como la del reloj que tenemos en la cocina porque en años anteriores ya nos ha pasado eso de levantarnos tarde por no saber que había llegado el horario de verano", explicó Rafael. A partir de ahora se podrá disfrutar de más horas de sol cada día, algo que para Rafael es una gozada. "Me encanta salir del trabajo y ver que aún es de día porque puedo aprovechar para dedicar más tiempo a mí y a mi familia", dice.

Pero detrás de este cambio no está el beneficio personal que cada uno pueda sacar, sino un beneficio común: el ahorro energético. El horario de verano supondrá el ahorro doméstico en iluminación de aproximadamente un 5%. Esto representa una reducción de la facturación eléctrica de alrededor de 17 millones de euros en el parque residencial andaluz.

Un nuevo horario par a recortar gastos, pero no para recortar en sonrisas puesto que la luz del sol favorece al sentimiento de bienestar y felicidad.

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