Córdoba

Desbloqueo final para el bulevar de edificios en altura de La Torrecilla

  • Los cinco edificios tendrán ocho plantas en vez de las 11 que se diseñaron en el plan inicial

Un proyecto privado en el que las administraciones se jugaban parte de su credibilidad quedó ayer desbloqueado después de que una oportuna intervención de los responsables políticos pusiese cordura en una iniciativa más que amenazada con quedarse en el cajón. La construcción de un bulevar de seis edificios en altura en el polígono de la Torrecilla dedicados al sector servicios fue aprobado ayer de forma definitiva por el consejo rector de la Gerencia de Urbanismo.

El complejo terciario se podrá construir después de que Urbanismo y Obras Públicas realizaran unas discretas negociaciones de carácter técnico que han permitido desarrollar un acuerdo sin vencedores ni vencidos, donde lo relevante es que se da vía libre a un proyecto empresarial. Los promotores de la iniciativa dieron las gracias, en declaraciones a El Día, tanto a los responsables técnicos como políticos de la Gerencia de Urbanismo y la Consejería de Vivienda (antes ligada a Obras Públicas) que han permitido la aprobación definitiva de la idea.

Aunque lo relevante es que el proyecto saldrá adelante, uno de los detalles es que los cinco edificios terciarios (y no siete, como afirmaba el plan original) han reducido su altura de 11 a ocho plantas de forma genérica. Una de las alternativas en la que se ha trabajado es que, aprovechando el desnivel del terreno, los cuerpos que se encuentran más lejos de la carretera -en el punto más bajo- puedan levantarse sobre nueve y diez pisos. Los edificios se encontrarán troquelados por patios, lo que ha obligado a redimensionar las parcelas inicialmente previstas. En cualquier caso, la pretensión del plan especial es crear una edificación contínua en forma de zócalo de tres plantas de altura sobre el que se dispondrían las torres, que se pretenden dedicar a oficinas y a empresas del sector terciario que precisen de espacio y de cierto grado de sofisticación tecnológica, como call centers.

Los terrenos afectados por el proyecto son los que se encuentran bajo y junto a las líneas de alta tensión que atraviesan el polígono de Este a Oeste. Se trata de una franja de suelo en forma de L, en parte de propiedad pública, donde se asienta, por ejemplo, la sede de la Jefatura Provincial de Tráfico en la que se realizan los exámenes del carné de conducir, así como una tupida manta de jaramagos y cardos borriqueros. El techo máximo lucrativo asciende a 58.977 metros cuadrados techo, una cantidad menor de la que resultaría de aplicar la ordenanza de zona, esto es, levantar naves de una planta que no aportarían ningún elemento de valor añadido al polígono de la Torrecilla.

La operación que permite la promoción de los siete edificios pasa por soterrar las líneas de alta tensión existentes en la zona y que liberan los terrenos donde se desarrollaría la propuesta. Dado el alto coste de la operación, es preciso una iniciativa económica que permita la reversión de la inversión con margen suficiente como para que resulte rentable realizar la apuesta por crear edificios de uso terciario.

El resultante de la división del parcelario creará solares de entre 2.500 metros cuadrados de superficie y 4.374 metros cuadrados. En total, se plantean 613 plazas de aparcamiento, 321 de las cuales se encuentran en parking bajo rasante mientras que 292 se dispondrán en superficie.

Los responsables de la iniciativa aseguran que, además de contribuir a crear una nueva realidad en el polígono industrial, los edificios serán una nueva puerta de entrada en la ciudad desde la Cuesta de los Visos. El presupuesto en el que se ha valorado la urbanización de los terrenos asciende a 7,8 millones. El precio de venta de la edificación se estima en 150 euros por metro cuadrado.

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