Trece alumnos del colegio La Aduana y seis de otros centros de Córdoba empezarán el curso de Secundaria "sin la nueva línea en el instituto Trassierra anunciada antes del proceso de escolarización y reubicados en centros que se encuentran a más de dos kilómetros", según denuncian las familias en una nota.

Según relata la nota, "todo empezó en febrero, cuando el equipo directivo del instituto Trassierra informó a las familias y a los niños de sus centros adscritos que estaba previsto ampliar en una línea su oferta educativa, dando a entender con ello (y así se transmitió a las familias) que todos los que solicitasen el acceso en primera opción podrían entrar aunque inicialmente se superase el porcentaje de adscripción, al igual que había ocurrido en años anteriores".

Entonces, se generó "una lista de espera de 19 alumnos, a los que en julio se les comunicó que no habría nueva línea porque ocho alumnos de un centro adscrito no habían formalizado su matrícula" y, por tanto, el número de estudiantes propios delTrassierra cumplían la ratio, por lo que "Planificación había determinado que era innecesaria" esa otra línea.

Mientras, indican en la nota, a los niños de la lista de espera se les adjudicó plaza en otros centros "distantes más de dos kilómetros del IES Trassierra" que "no son los elegidos como prioritarios por las familias y cuya distancia a la que se encuentran dificulta el obligado cuidado parental y la conciliación laboral y familiar en cuanto imponen unos desplazamientos onerosos".

Según apunta la nota, entre los afectados hay familias cuyo domicilio se encuentra a menos de 100 metros del Trassierra y se les ha adjudicado en centro "a más de tres kilómetros". En este sentido, las familias denuncian que los alumnos "estarán obligados a desplazarse a tempranas horas y sin transporte público directo que enlace con los centros asignados, a pesar tener un instituto mucho más cercano; y algunos de ellos tendrán que hacerlos solos (a pesar de su edad) debido al horario laboral de sus padres".

A otras familias, Educación les ha asignado "centros que ni siquiera habían solicitado como subsidiarios, e incluso un error de forma ha relegado a la lista de espera a un niño con un hermano ya matriculado" en el Trassierra.

Según aseguran, los padres mantuvieron el 22 de julio una reunión con la delegada de Educación, Inmaculada Troncoso; con la jefa de Planificación y el director del Trassierra Trassierra en la que "se recalcó que con los alumnos matriculados las líneas se encontraban dentro de la ratio, pero que todavía había que tener en cuenta los exámenes de septiembre". Así, "si se producían un elevado número de no-promociones, se volvería a estudiar la idoneidad de activar la nueva línea".

Pero el 10 de septiembre, con los exámenes ya finalizados y cumplido el plazo de reclamación a los mismos, se informó a los padres que "en septiembre se han producido las no-promociones esperadas (14), pero que con ello están ocupadas 26 plazas por línea (130), haciendo imposible la activación de la nueva línea por encontrarse dentro de las ratios (el máximo serían 137 alumnos)".

Para estas familias, "no abrir una línea no solo perjudica a los alumnos propios, sino que además se está impidiendo el acceso de los 19 niños de la lista de espera al centro que sus familias deseaban y habían elegido por proximidad, conciliación o interésen el proyecto de centro, siendo la mayoría de ellos, además, procedentes de un centro adscrito con creciente implantación en el barrio".

"Consideramos que se está vulnerando nuestro derecho a elegir la educación pública que deseamos y no admitimos que se haya estado jugando con nuestros hijos", aseveran. Consideran que la Administración no ha velado por los alumnos, como es su deber, por lo que objetivos, por lo que "los padres afectados no descartamos iniciar las acciones que consideremos más adecuadas para evitar que se conculquen los derechos de nuestros hijos".