Solidaridad

Cómo ciudarse a sí mismo para cuidar a los demás

  • Las cuidadoras de personas dependientes acuden a talleres de Cruz Roja en Córdoba para trabajar su imagen y vivir una jornada de esparcimiento y relación social

  • Algunas de estas mujeres llevan "toda una vida" asistiendo a una persona impedida

Mujeres cuidadoras en el taller de maquillaje de Cruz Roja.

Mujeres cuidadoras en el taller de maquillaje de Cruz Roja. / Miguel Ángel Salas

Dedicar tu vida al cuidado de una persona. Esta es una situación por la que atraviesa un sector de la población al que le ha tocado velar por el bienestar de un familiar o conocido y olvidarse en cierta medida de su propia vida. Una circunstancia que hace mella en la autoestima de estos cuidadores y cuidadoras. 

Atender a un enfermo dependiente conlleva un estilo de vida dedicado a esa persona, por lo que los momentos de distracción y esparcimiento son escasos, desembocando así en situaciones de depresión y soledad. Este hecho se ha agravado en el último año debido a la pandemia y la crisis sanitaria del covid-19.

Pepi Cámara es una de esas personas que vive dedicada al cuidado de un familiar impedido, en este caso su marido. Nada más y nada menos que 25 años lleva velando por el bienestar de su cónyuge, al que le diagnosticaron alzheimer y parkinson y al que además ya le han dado 11 ictus. 

La cuidadora ha afirmado llevar "toda una vida dedicada a él" y estar "hecha una esclava", ya que la mayor parte del día la pasa velando por su bienestar. Pepi ha detallado que cuenta con una ayuda del Ayuntamiento de Córdoba. Gracias a esa ayuda, una cuidadora acude a su hogar durante dos horas y veinte minutos. No obstante, para mantener este apoyo debe pagar 50 euros mensuales, ha explicado. 

La cuidadora ha afirmado necesitar más ayuda y oportunidades por parte de las instituciones y organismos. Su marido cuenta con una ayuda de 600 euros, un dinero que se gasta en él ya que "necesita muchos cuidados y medicamentos". 

El perfil de estas cuidadoras, según la técnica del programa de mayores y cuidadoras de Cruz Roja, Amalia León, se trata de personas mayores en situación de soledad. "Ellas puede ser parte activa de la sociedad", ha declarado León. 

Cruz Roja conoce la situación por la que atraviesan estos cuidadores, la mayoría principalmente mujeres, y por ello ha creado talleres que trabajan la autoestima y pretenden crear momentos de esparcimiento, para que las personas dedicadas a los demás también se acuerden de ellas mismas.

Este programa de talleres apuesta para que "ellas también se sientan importantes de su propia vida". Desde Cruz Roja se ha destacado la situación de tristeza alargada en el tiempo que padecen estas personas, "no tienen una situación emocional normalizada", ha declarado León.

Para trabajar en el concepto de la autoestima se han llevado a cabo talleres de asertividad "para poner limites y empoderarse". La técnica ha especificado que estas mujeres "han perdido un poco el control de sus vidas, para que sean capaces de volver a retomar el control". 

Un psicólogo voluntario de la institución sanitaria también ha impartido charlas referentes a este tema. Además, otra de las jornadas que continuaran durante todo el verano son los talleres de autocuidado exterior, "para cuidar hay que cuidarse", ha destacado Amalia León.

Momento del taller de autocuidado exterior de mujeres cuidadoras. Momento del taller de autocuidado exterior de mujeres cuidadoras.

Momento del taller de autocuidado exterior de mujeres cuidadoras. / Miguel Ángel Salas

Todo las iniciativas que implica un contacto con el público quedaron paralizadas. Por ello también se ha retomado este taller de maquillaje con el objetivo de darle herramientas a aquellas personas cuidadoras para poner "un un poquito de color en sus rostros y en sus vidas", ha afirmado Loreta Patricia Trillo, voluntaria de Cruz Roja y encargada de realizar dicho taller. 

Siete mujeres cuidadoras han acudido al Centro Participación para personas mayores de Cruz Roja con sus neceseres de maquillaje dispuestas a darle ese color a su imagen exterior para cuidar de la interior. Sus rostros reflejaban la ilusión de pasar esta jornada de esparcimiento. 

"El maquillaje siempre ha sido una herramienta de expresión, queremos que ellas se sientan mejor con ellas mismas y que lancen esa imagen a los demás", ha afirmado Loreta. 

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