Manuel López Obispo. Director médico del Hospital Cruz Roja

"Cruz Roja se ha adaptado a la perfección a la evolución que exige la sanidad"

  • El especialista en Urgencias y Medicina Intensiva se ha incorporado al centro sanitario privado, que cuenta con 85 años de historia y registra al año alrededor de 10.000 ingresos de pacientes

El nuevo director médico del Hospital Cruz Roja, Manuel López Obispo.

El nuevo director médico del Hospital Cruz Roja, Manuel López Obispo. / reportaje gráfico: jordi vidal

Tras una trayectoria en la que ha trabajado tanto en la sanidad privada como en la pública, el doctor Manuel López Obispo se ha incorporado al Hospital Cruz Roja como director médico. El especialista en Urgencias y Medicina Intensiva ya trabajó durante 16 años en este centro, entre 1983 y 1999. Luego estuvo cinco años en el Hospital de Andújar y, tras esto, 14 años en el Hospital Alto Guadalquivir de Montilla. La intención de López Obispo es "contar con una cartera de servicios más amplia y actualizada que impulse la sostenibilidad del hospital y fortalezca los servicios ya existentes". En el centro sanitario de Cruz Roja ingresan al año entre 9.500 y 10.000 personas, lo que ocasiona entre 38.000 y 40.000 estancias, y se atienden 40.000 urgencias de forma anual.

-¿Cómo ha sido el primer contacto con el Hospital de Cruz Roja tras su incorporación?

Disponemos de medios técnicos y humanos para afrontar con solvencia este periodo de cambio"Este hospital es un referente y nos avalan los resultados clínicos y el trato humano que reciben los pacientes"Intentamos dar formación de forma permanente para que todos los profesionales estén al día"

-Han sido días muy intensos, de toma de contacto con todos los compañeros, puesta al día en el sistema de trabajo con el consejo de dirección... En definitiva, para informarme sobre los temas de actualidad, los que hay pendientes y sobre el funcionamiento del hospital. Tengo la experiencia de haber trabajado aquí hace 19 años pero ha habido un cambio considerable.

-¿Cómo ha visto el centro a su vuelta?

-En la línea de crecimiento que siempre ha tenido. Ha crecido en servicios, en personal, en cuadro médico, en tecnología, algo que considero muy importante y en lo que el centro está en un nivel muy elevado dentro de la sanidad privada. Hay que adaptarse a los tiempos que llegan y a la demanda asistencial que van exigiendo los pacientes. Cruz Roja se ha adaptado perfectamente al desarrollo y la evolución de lo que exige la sanidad.

-¿Qué propuestas trae?

-En principio son propuestas de continuidad y afianzamiento de procesos asistenciales que ya existen y la puesta en valor de todo lo bueno que se ha hecho durante este tiempo. También la implantación de proyectos en Urgencias para el desarrollo y participación a nivel provincial de procesos tiempo-dependientes en patologías que requieren una actuación inmediata como es el código ictus y el código sepsis (para tratar de manera adecuada las infecciones). Le damos mucha relevancia también al código infarto, es decir, asistencia a la cardiopatía isquémica, que requiere una actuación inmediata. Ahora mismo Cruz Roja es el único hospital privado que dispone de esa asistencia las 24 horas del día por el soporte que tenemos de Cardiología intervencionista, que es muy potente e importante en nuestro centro. Queremos darle el valor que tiene con el soporte de una cirugía cardiaca adecuada e infraestructura. En definitiva, se trata de potenciar especialidades que demanda el paciente como Neurocirugía, Cirugía Torácica, Urología...

-Llega en un momento de cambio en la sanidad cordobesa por la apertura de un nuevo hospital privado. ¿Qué retos supone eso?

-La competencia es buena porque te hace mejorar y quien se va a beneficiar de ese esfuerzo que todo el mundo va a hacer es el usuario. Quien nos demanda la asistencia es quien se tiene que beneficiar de esa competencia sana. Nosotros mejoramos la atención, disponemos de los medios materiales y técnicos y el valor humano que siempre ha tenido este hospital para afrontar con solvencia y tranquilidad este periodo de cambio en la sanidad.

-Por lo tanto, considera que es bueno para la ciudad que haya más oferta privada.

-Por supuesto, porque, en definitiva, quien se beneficia es el paciente.

-Desde sus inicios, Cruz Roja siempre ha gozado de mucho prestigio en Córdoba. ¿Qué ventajas le ofrece al paciente?

-La experiencia, todo el bagaje asistencial que tiene. Ahora se cumplen 85 años de su implantación en Córdoba. La evolución que ha tenido en diferentes periodos siempre ha sido para mejorar, tanto tecnológicamente como en cartera de servicios. En el año 87 se hizo una gran reforma que supuso un cambio considerable tanto en la gestión como en la planificación sanitaria. En 1992 hubo otra remodelación en la que se aumentó el número de camas en 40 más, se remozaron los espacios y ahora estamos en fase de modificación de algún quirófano. La sociedad cordobesa tiene que seguir confiando en el Hospital de Cruz Roja como lo ha hecho hasta ahora porque ha sido y es un referente. Nos avalan los resultados clínicos y el trato humano que siempre han recibido los pacientes, algo que nunca va a faltar. Nuestra intención es seguir mejorándolo.

-¿En qué campos destaca Cruz Roja y cuáles son las principales innovaciones que tiene?

-Es el único que atiende las 24 horas las cardiopatías isquémicas (infartos), dispone del soporte de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con mucha experiencia desde el año 1987, un personal cualificado tanto a nivel facultativo como de enfermería, auxiliares y personal administrativo. Son profesionales con mucha experiencia y ese bagaje acumulado hace que los circuitos del paciente estén optimizados. Esa optimización hace que, cuando llega un paciente con cardiopatía isquémica, que requiere un tratamiento inmediato, haya dos opciones de asistencia. Hay hospitales que solo pueden hacer una trombolisis, que es disolver el trombo que obstruye el riego de las coronarias, y otra posibilidad, si acude al hospital en un tiempo adecuado, es el cateterismo para abrir esa arteria y que el riego coronario mejore. Eso se hace aquí las 24 horas. La unidad de Cardiología Intervencionista también es pionera en hacer determinadas técnicas para el tratamiento de las arritmias basado en hacer un mapeo de las zonas donde se generan. Hay también tratamiento para las valvulopatías a través de cateterismo. En caso de que no se pueda hacer así, disponemos también de Cirugía Cardiovascular.

-Para que haya innovación tiene que haber investigación. ¿Cómo se desarrolla en Cruz Roja?

-Sobre todo es formación. Estamos permanentemente intentando dar formación para que todo el personal esté al día. De hecho, los días 15 y 16 de octubre se lleva a cabo el primer curso que se realiza en un hospital privado de soporte vital avanzado en Cirugía Cardiaca, que se organiza a propuesta de compañeros de la UCI.

-Por lo tanto, ¿van a seguir en la línea de organización de jornadas médicas?

-Sí, nuestra idea es mantener todo lo que se ha hecho hasta ahora y aumentarlo a todos los niveles y en todas las especialidades. La idea es implantar protocolos de actuación con las distintas especialidades, partiendo desde las Urgencias. El objetivo es que el plan de actuación sea común a todos los niveles.

-Otra de las líneas de Cruz Roja es la prevención, por ejemplo una de las citas más exitosas es el Mes del Corazón. ¿Van a profundizar en ese aspecto?

-La prevención es prioritaria también. El Mes del Corazón, organizado por la intensivista Noelia Muñoz, ha dado unos resultados magníficos. La idea es continuar con esos programas pero además queremos implantar prevención primaria en algunas patologías que son muy prevalentes como la cardiopatía isquémica, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer de colon... Queremos hacer unas consultas de Atención Primaria encaminadas al tratamiento de los factores de riesgo de estas enfermedades. La intención es empezar por las más prevalentes y que tienen consecuencias socialmente muy importantes.

-¿Cuál es su visión general de la sanidad cordobesa, tanto pública como privada?

-Creo que se encuentra a un nivel muy alto. La sanidad andaluza, tanto pública como privada, dispone de unos muy buenos profesionales. Los hospitales abiertos están al día tanto tecnológica como humanamente para dar soporte a la demanda de esos profesionales que llevan a cabo su labor asistencial en ellos. Nosotros nunca vamos a parar de pensar en que los profesionales que trabajan aquí dispongan de los medios necesarios para llevar a cabo la labor asistencial que requiere cada paciente.

-Ha trabajado 14 años como intensivista en el Hospital de Montilla. ¿Cómo ha sido la experiencia?

-Muy buena. Por el periodo en el que ha transcurrido esa labor en la sanidad pública creo que es donde he adquirido una madurez como profesional. Me ha dado una visión amplia y global de la sanidad pública, por lo que ya conozco la pública y la privada. Todas tienen un hueco dentro del sistema sanitario porque una complementa a otra y pueden coexistir sin ningún tipo de problema.

-¿Cómo es esa convivencia?

-Existe una colaboración. Respecto a los profesionales, nos conocemos todos y siempre hay muy buen trato tanto a nivel personal como institucional. Además, estamos siempre abiertos a colaborar con los otros centros.

-¿Por qué se ha animado ahora a dar este paso y volver a casa?

-El gerente, Fernando Veloso, y Andrés Guerrero, al que me une una estrecha relación desde que estuve aquí, me lo ofrecieron y me lo planteé. Hay una frase que dice que si en la vida se te plantea la disyuntiva de escoger entre lo difícil o lo fácil, que escojas lo difícil para que lo fácil no decida por ti. La frase es de Adolfo Suárez. Aceptar el puesto era difícil y a la vez fácil porque llevaba un camino recorrido muy importante con la relación con el personal de aquí. La acogida que he tenido al volver después de 19 años no te la puedes ni imaginar. La expectativa que ha generado que yo me reincorpore aquí a nivel personal ha sido una gran satisfacción. Espero estar a la altura.

-¿Quedan compañeros de cuando estuvo aquí hace años?

-Sí, quedan compañeros de otras especialidades. Hay nuevas incorporaciones pero la mayoría del staff (lavandería, auxiliares, celadores, cocina, mantenimiento...) perteneciente a Cruz Roja prácticamente sigue aquí.

-¿Va a compaginar la Dirección Médica con la labor asistencial?

-En principio no. Voy a dedicarme solo a la Dirección Médica, que no es poco. En este momento requiere una entrega al 100%.

-¿Qué va a suponer ese cambio, el dejar a los pacientes y el ritmo que tenía en la UCI por una labor más administrativa?

-Al principio la entrega tiene que ser al 100% pero al ser un hospital en el que todo el mundo se lleva bien, puede que algún día eche una mano a algún compañero que me necesite en la UCI o en Urgencias. Los servicios son uno y mi integración a la UCI y las Urgencias es plena y no quita que cualquier día pueda ver a algún paciente para no perder ese contacto.

-¿Por qué eligió esa especialidad?

-Empecé haciendo Urgencias y allí te das cuenta de que es una labor muy gratificante cuando tienes un paciente crítico y sale adelante después de los cuidados y las actuaciones de los facultativos. Cuando estás en Urgencias y ves ese seguimiento del paciente te hace pensar que le puedes aportar algo tanto humana como profesionalmente. Eso te reconforta, al igual que lo pasas mal cuando ves que has hecho todo lo posible por un paciente que no ha salido adelante. Eso también lo sufres.

-¿En qué hospital se formó?

-Estudié en la Universidad de Córdoba y empecé a hacer Medicina Intensiva en Cruz Roja, con estancias en el Reina Sofía. Los comienzos fueron aquí con el soporte del doctor Guerrero.

-En los últimos años se está produciendo una fuga de médicos hacia otras provincias y países y vemos cómo la profesión está envejeciendo. ¿Qué medidas cree que habría que tomar para frenar este problema?

-En este 2018 ha habido mucha rotación de facultativos y la sanidad pública ha absorbido muchos por la oferta pública de empleo. Estamos en un periodo en el que, efectivamente, las jubilaciones son otro factor muy determinante que requiere más profesionales. Siempre se discute si el número de alumnos que entra en las facultades de Medicina es el adecuado. Tal vez estemos en un momento en el que a nivel de rectorados y decanatos deban plantearse si es necesario o no ampliar esa cifra. Eso implicaría más plazas de formación de Médico Interno Residente (MIR). Yo creo que en este momento sí es necesario aumentar las plazas de las facultades para que en un futuro no haya un déficit de médicos. También están viniendo profesionales de otras nacionalidades. Sí veo necesario que los médicos en formación se vayan fuera para aportar unos valores a la investigación y a la asistencia, pero tiene que haber plazas para que después se puedan reincorporar aquí. Ahora mismo, en Córdoba sobre todo, creo que hay una amplia gama de especialidades que están necesitadas de facultativos.

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