El Cristo de la Clemencia corona su quinario con su tradicional vía crucis
Los obras de la casa de hermandad de La Paz obligaron a Los Dolores a cambiar el recorrido de la comitiva

El Santísimo Cristo de la Clemencia recorrió ayer las calles en su ya tradicional vía crucis de Cuaresma, que contó con el acompañamiento musical del Coral Polifónica Cantabile. La comitiva discurrió por las plaza de Capuchinos, Torres Cabrera, Ramírez de las Casas Deza, Cardenal Toledo, Obispo Fitero, Conde de Torres Cabrera, San Zoilo, San Miguel, Interior Parroquia San Miguel, Ramírez de Arellano, Osario, Burell, plaza de las Doblas y de nuevo a la plaza de Capuchinos. La Hermandad de los Dolores se vio obligada a eliminar el paso por uno de los lugares más emblemáticos por los que cada año discurre el vía crucis, la calle Bailío. El motivo: las obras que La Paz está llevando a cabo en su casa hermandad desde hace unos meses, actuaciones que no sólo está cortada la calle Bailío, sino también Carbonell y Morand. Este año, como viene siendo habitual desde ediciones anteriores, el vía crucis accedió al interior de la parroquia de San Miguel, donde se rezó la séptima estación. "Para darle mayor solemnidad al acto, y hacerlo lo más acorde posible a nuestra hermandad y sobre todo a nuestro titular", la corporación de la Señora de Córdoba rogó a los hombres asistentes que acudieran con traje y corbata oscura y camisa clara, y a las mujeres, con traje oscuro.
Los Dolores ponía así con el vía crucis casi el colofón al quinario que ha llevado a cabo en honor al Santísimo Cristo de la Clemencia en la iglesia hospital de San Jacinto, sita en la plaza de Capuchinos. Las celebraciones continúan al mediodía de hoy con la Fiesta de Regla y posteriormente la imagen del crucificado de Ruiz Olmos se expondrá en besapiés.
La Hermandad de los Dolores, como el resto de las hermandades que componen la Semana Santa cordobesa, vive intensamente unas semanas previas a la misma con actos tan enraizados en el mundo cofrade de la ciudad como fue el tradicional y siempre multitudinario paso de los niños por debajo del manto de la Señora de Córdoba en su iglesia de San Jacinto con motivo de la festividad de la Presentación del Señor.
En la actualidad, la Hermandad de los Dolores figura a la cabeza de las cofradías penitenciales cordobesas por número de hermanos y nazarenos, siendo hasta el año 2005 la cofradía que más nazarenos presentaba en su cortejo procesional, aproximándose al millar. Se trata de una de las corporaciones pioneras en hacer estación de penitencia en la Mezquita-Catedral. En 2008 la hermandad modificó su itinerario para pasar por el primer templo de la diócesis.
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