Restricciones

Coronavirus: La readaptación forzosa de bares y restaurantes de Córdoba

Responsables de un bar de La Corredera recogen la terraza.

Responsables de un bar de La Corredera recogen la terraza. / Miguel Ángel Salas

La sensación es como vivir de nuevo atrapados en el tiempo. La hostelería, la que se mantiene abierta, tiene que cerrar otra vez a partir de las 18:00 tras la entrada en vigor de las nuevas restricciones para frenar la que es ya la tercera ola del coronavirus; eso si, las cafeterías pueden permanecer abiertas en el tramo de 18:00 a 20:00 si no sirven alcohol. De nuevo, se repite la situación que vivió Córdoba hace apenas unos meses y el grifo –parafraseando al presidente de la Junta, Juanma Moreno- se cierra para ellos.

Una medida que ha entrado en vigor cuando en Córdoba la tasa de contagios se ha disparado hasta los 300 casos por cada 100.000 habitantes y que al sector de la hostelería local, ya castigado de por si por la falta de turistas, asume con resignación porque no le queda más que esperar, como a todos, a que el ritmo de contagios decrezca.

En esta primera jornada de la semana, el coronavirus de nuevo ha hecho bajar las persianas a los negocios a las 18:00, incluso alguno lo ha hecho antes, ante la falta de clientes.

Situado en plena plaza de Las Tendillas, el Gran Bar es uno de los cientos de locales afectados por esta directriz hasta que esto pase de nuevo y la curva se rebaje. Francisco José Muñoz es uno de los responsables del local y está en contra de este nuevo recorte horario porque “supone la pérdida de muchísimos puestos de trabajo”. No obstante, también reconoce que la apertura durante la Navidad durante la franja de 18:00 a 20:00 como servicio de cafetería y, posteriormente, para cenas hasta las 22:30 “las ventas diarias han mejorado muchísimo”.

Sin embargo, no ha sido suficiente dadas las fechas navideñas y, por ello, advierte de que muchos negocios se encuentran ya en situación límite, por lo que teme que “muchos no puedan aguantar porque requieren mucho gasto y mucho personal y ahora mismo ni se cubren gastos”.

Muñoz, además, deja claro que la hostelería no es ningún foco de contagios de coronavirus y subraya que es el sector en el que “menos hay”. “Se cumplen todas las medidas de seguridad a rajatabla y es una tontería cerrar porque va a haber los mismos contagios; cierras a las seis de la tarde y la gente está en la calle, por lo tanto, los contagios no se producen en las hostelería”, sostiene.

Cierre a media tarde de La Montillana. Cierre a media tarde de La Montillana.

Cierre a media tarde de La Montillana. / Miguel Ángel Salas

Del mismo modo opina Antonio Jiménez, jefe de cocina de La Montillana, quien tiene claro que el cierre a media tarde va a conllevar “grandísimas pérdidas” para el sector. “Ya de por si, el horario de la noche era demasiado reducido, aunque teníamos la primera hora que era la de cerveza y la tapa y, algo sumaba”, resume.

Jiménez también alude a esas pérdidas y las cifra en un 65%. A su juicio, esta decisión “no es justa, aunque comprendo que tienen que tomar medidas”. Sin embargo, Jiménez lamenta que la hostelería “siempre es la cabeza de turco”. “Estamos cumpliendo y estamos haciendo bien las cosas; procuramos que se mantenga la distancia, que se esté con la mascarilla puesta, limpiamos las mesas y las sillas cada vez que vienen nuevos clientes…”, relata y lamenta que debido al covid-19 “hay muchos compañeros que han tenido que cerrar”.

Aunque tienen que cerrar a las 18:00, la hostelería tiene hasta las 21:30 permiso para recoger los pedidos de los clientes; en este caso, los pedidos se pueden hacer las 22:30.

Junto al cierre de nuevo anticipado de los bares y restaurantes, el comercio también ha tenido que bajar la persiana a las 20:00.

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