Malísimos datos para acabar la primera semana de 2022. El último balance de la Consejería de Salud -ya no habrá actualización hasta el lunes- ha anotado un notable incremento de la presión hospitalaria en la provincia de Córdoba, donde en la actualidad hay 167 personas ingresadas, de las que 36 están en la Unidad de Ciudados Intensivos por su delicado estado de salud. Para completar los datos negativos, también ha notificado cuatro muertes, después de que el viernes fuera el primer día sin decesos en tres semanas.

La particularidad de la variante ómicrom, mucho más infecciosa pero menos invasiva y letal, ha convertido a la presión asistencial en el punto clave para medir la evolución de la pandemia en esta sexta ola. Y no se puede decir que Córdoba esté en buenos números, ni mucho menos. Sobre todo después del subidón de hospitalizados de las últimas horas, condicionado también por la falta de datos del viernes, que obliga a dejar en un segundo plano los contagios, que se mantienen en una media en torno a los 1.500 diarios.

Porque Córdoba ha alcanzado el tope de hospitalizados desde la pasada primavera, superando las cifras que dejó la quinta ola, el pasado verano. En estos momentos hay 167 personas ingresadas en los hospitales de la provincia, 19 más de las que había el pasado jueves; de ellas, en la UCI se encuentran 36, seis más que en la última actualización. En el primer parámetro, supone un aumento del 12,8%, mientras que en el segundo, el incremento asciende hasta el 20%.

A estos números, que invitan a pensar en que el virus sigue más que latente, hay que añadir que también se han anotado cuatro fallecimientos, que elevan el total ya a 1.131 en los casi 22 meses acumulados de crisis sanitaria. Es la mayor cifra comunicada en una jornada tras los cinco decesos del pasado 27 de diciembre, cuando se acumularon tres días sin actualizaciones, y minimiza el efecto del cero del viernes, el primero en tres semanas. En total, en el periodo navideño han muerto 35 personas en la provincia.

Además, mirando a los datos de transmisión, la variante ómicrom mantiene la tendencia que invita a pensar que aún queda para llegar al pico. Este sábado, Salud ha comunicado 1.476 positivos, en consonancia con la media en lo que va de 2022, por lo que el total de infectados por el SARS-CoV-2 supera ya los 105.500 cordobeses. De ellos, en la actualidad hay más de 28.000 casos activos, es decir, personas con la capacidad de contagiar, dado que el ritmo de contagios está totalmente disparado.

Y es imposible de ser contrarrestado por los otros dos parámetros: las muertes, que gracias a los efectos de la vacuna están muy lejos de las registradas en otras olas, aunque haya que seguir lamentando casi a diario, y las altas médicas, que están asentadas en torno a las 350 en los últimos días. De hecho, este 8 de enero se han notificado 347 que hacen que la cifra de curados sea ya de 76.423, si bien muchos de ellos todavía mantienen algún tipo de secuela del virus.

Más de 7.000 vacunas puestas en la última jornada

Según los datos facilitados por Salud, 659.889 cordobeses tienen puesta la pauta completa de la vacuna (las dos dosis iniciales o la única de Janssen), mientras que 694.562 han recibido al menos un pinchazo, después de que en la provincia se hayan administrado 1.534.915 pinchazos, con más de 7.000 en el último día. Eso dispara la cobertura por encima del 84% sobre el total de la población y del 94% sobre los mayores de 12 años.

Además, en Córdoba la cifra de personas que ya tiene la tercera dosis, la llamada de refuerzo, asciende a 253.439 -más de 4.000 en la jornada-, de las que 186.128 tienen más de 60 años y 33.509 están en la franja de edad que va de los 59 a los 50. Una buenísima cifra que se completa con la de los menores de entre 5 y 12 años que ya han recibido la primera vacuna: 24.719. En estos grupos insiste ahora la Junta de Andalucía para minimizar los efectos de la variante ómicrom.