Al comienzo de los días “más críticos”, como los augura el alcalde de Lucena, Juan Pérez (PSOE), en la evolución de la pandemia del coronavirus debido a que se presagia “un aumento importante” de casos, aproximadamente un centenar de lucentinos han advertido en sus organismos síntomas coincidentes con los cuadros patológicos del Covid-19. Ningún de ellos figura como positivo confirmado por la imposibilidad de efectuar pruebas de veloz y fácil acceso.

Una carencia de inminente subsanación por la instalación, junto al centro de salud del Paseo de Rojas, de una carpa, proporcionada por el Ayuntamiento, donde profesionales sanitarios efectuarán test rápidos. Pérez ha garantizado este jueves que esta infraestructura funciona “con gran solvencia”.

El regidor socialista, en su primera videoconferencia, ha precisado que, aparte de los cien vecinos sometidos a seguimiento y atención domiciliaria, son 15, exactamente, quienes constan, oficialmente, como enfermos por coronavirus. Unos pacientes, ha subrayado, cuya situación clínica se ignora al no recibir el Consistorio información “suficientemente contrastada”. Pérez califica de “razonablemente controlada” la evolución de esta crisis sanitaria” en Lucena, al tiempo que ha llamado a eludir esquivar toda “relajación” porque la “curva podría dispararse” y devenir “en un situación más difícil”.

Entre mensajes de “ánimo y fortaleza”, el primer edil socialista ha aseverado que estimula a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a intervenir con “contundencia” contra quienes incumplen los postulados vinculados al estado de alarma. En 12 días, la Policía Local ha cursado más de 200 sanciones. A las patrullas e inspecciones de los agentes, está previsto que se incorporen, en las labores de control, drones.

También ha apelado a la responsabilidad de los ciudadanos, reiterando la prohibición taxativa, por ejemplo, de mantener reuniones en las azoteas o utilizar estos espacios comunes para otras actividades distintas de las básicas porque “son focos de contagio” por la contingencia de que los frecuenten “personas asintomáticas”.

El alcalde ha corroborado que tanto el antiguo Hotel Prestige como la residencia escolar Miguel Álvarez de Sotomayor se han puesto a disposición de la Junta para alojar, respectivamente, a enfermos y personal sanitario de Urgencias.

En el complejo del parque empresarial Príncipe Felipe, actualmente se acometen reformas tendentes a adecuar este recinto ante una eventual apertura como hospital de campaña. La capacidad del inmueble y el mobiliario que contiene permitirían habilitar más de 80 camas, “en una de las alas”, aunque no se descarta abrir otros módulos. Agricultores lucentinos, movilizados voluntariamente, han desinfectado y desinsectado los exteriores y, en el interior, otros operarios efectúan la adaptación de las puertas a la anchura de las camillas, remodelan la cocina y reactiva suministros de calefacción, luz y agua.

A lo largo de su rueda de prensa telemática, ha revelado que en Lucena “se han producido multitud de expedientes de regulación de empleo”. Al objeto de paliar este y otros efectos económicos “crueles y duros” de la emergencia sanitaria, Juan Pérez, quien ha ponderado “la colaboración, implicación y cooperación absolutas” de la Corporación municipal, ha avanzado que el Pleno del próximo martes aprobará un Plan Especial de Emergencia Social y Económica, con un importe de 1,5 millones, que “ayudará a familias, tejido emprendedor, comerciantes, autónomos, asociaciones asistenciales y benéficas y carácter sanitario”. Con algunos de los colectivos sociales, “se estudia la posibilidad de incrementar el convenio”.

El Ayuntamiento también actúa, ha relatado Pérez, en la desinfección de los aparcamientos de las grandes empresas o en los patios de las residencias de mayores y, de manera inmediata, enviará decenas de mascarillas –de un total de 500, ya esterilizadas-, al Centro de Transportes.