El coronavirus también ha llegado a la Iglesia católica. Si durante estos días se han cancelado numerosos actos cofrades en prevención del Covid-19, ahora el Obispado de Córdoba ha dispensado a los católicos del precepto dominical, que prescriben los cánones 1246-1248. Es decir, que "están dispensados de la obligación de acudir a misa los domingos y fiestas de guardar, mientras dura la epidemia", según ha informado la Diócesis de Córdoba.

No obstante, por el momento la Diócesis de Córdoba mantiene la celebración de las misas dominicales y diarias para las personas que quieran acudir a las mismas.

En un comunicado, ha señalado también que las parroquias y demás instituciones diocesanas "quedan suprimidas todas las actividades no sacramentales, como las catequesis, reuniones de grupos formativos o  encuentros. Ademas, hasta el 30 de marzo se suprimen todos los cultos de las distintas hermandades y cofradías que se celebran en los templos".

En el caso de bodas, exequias y misas funerales, la Diócesis recomienda que participen únicamente los familiares y personas más allegadas, mientras que para el sacramento de la confesión, se aconseja "vivamente el uso del confesionario, provisto de rejilla y tela higiénica".

Además, ruega a los sacerdotes que estén "más disponibles para atender la demanda de los fieles que así lo requieran en sus domicilios, cuando estos no salen de casa".

El Obispado de Córdoba, además, recuerda que "según la costumbre de siglos, nuestra Diócesis se acoge especialmente a la protección del arcángel san Rafael, custodio de Córdoba". "Él nos ha librado a lo largo de la historia de catástrofes, pestes y terremotos y acude en nuestro auxilio en estos momentos de dificultad. Esperamos vernos libres por su intercesión de esta epidemia, y hacemos el voto de celebrar su fiesta este año 2020 con especial solemnidad", ha concluido.