"Córdoba sigue sin estar preparada para el aluvión de turistas que llega"

Manuel Fragero es ingeniero agrónomo y aunque es muy joven lleva dedicándose ya al sector turístico desde hace bastante tiempo -como él mismo dice-. Esa dedicación la lleva por bandera con una profesionalidad exquisita en el trato -como dicen sus clientes-. De ello dan fe quienes se hospedan en los Apartamentos Turísticos Alberca, que gestiona en la calle Fernando Colón. También dirige la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor). De hecho, es el primer presidente que ha tenido esta joven entidad desde la que ahora más que nunca es muy consciente de qué momento vive en Córdoba el sector.

-¿Qué radiografía haría del sector turístico en Córdoba?

-Llevamos unos años de incremento de cifras y de mejora tras años difíciles, como los de principios de la crisis, cuando no había mucho turismo nacional. Córdoba no es ajena al resto del territorio nacional. El turismo atraviesa ahora en España una etapa muy buena. Para Turquía y la zona de Egipto, por ejemplo, somos atractivos porque tenemos un turismo patrimonial importante complementado por un turismo de costa interesante.

-¿Y en el caso concreto de las potencialidades de Córdoba?

-En el caso de Córdoba, nuestro turismo patrimonial es un reclamo importantísimo, el mayor diría. La Mezquita, por ejemplo, es el segundo monumento más importante de España y es un gran activo, un aliciente que tenemos para que nos seleccionen frente a otros destinos.

-Estará conmigo en que la oferta de la ciudad es más atractiva si se complementa con la oferta de la provincia.

-La ciudad y su provincia componen una oferta muy completa, completísima. Pueblos como Priego, Almedinilla, Montilla, los de la zona de Los Pedroches, Posadas, Villa del Río o Palma del Río son tan sólo unos ejemplos de que tenemos una provincia rica en todos los activos, gastronomía, naturaleza...

-Pero Córdoba sigue año tras año con la asignatura pendiente de no ser capaz de incrementar las cifras de pernoctaciones.

-Exactamente. Estamos en una media de estancia de 1,8 o 1,9 días, al nivel de una ciudad sólo de paso. Los Patios, por ejemplo, son un importante reclamo para que llegue una gran afluencia de personas a la ciudad, pero una gran afluencia que luego no se traduce en un incremento de las pernoctaciones. Se ven muchos autobuses en la zona del Arcángel o en la Ribera aparcados, pero tan sólo de excursionistas que saturan la ciudad. Lo mismo ocurre con la Mezquita por la mañana. La ciudad sigue sin estar preparada para ese aluvión turístico.

-¿Y cómo se prepara? Gobierno municipal tras gobierno municipal han ido buscado fórmulas para incrementar las pernoctaciones, pero al final, nada de nada.

-El turismo hay que tomárselo en serio. El turismo ha sido el sector refugio en la crisis, donde se ha permitido que haya un empleo, una serie de medidas que desgraciadamente en otros sectores se han perdido, convirtiéndose en precarios. Hace años se hizo un plan, que pagaron todos los cordobeses y que se puede intentar llevar a cabo. Lo que no podemos hacer es improvisar en la gestión, aquí hay mucho en juego, están en juego los próximos diez años y necesitamos estar a la altura.

-¿Cree que se está improvisando en la gestión del turismo?

-No exactamente. Hombre, se intentan hacer acciones, lo que ocurre es que hay que hacer las cosas con amplitud de miras. Para ello se pueden seguir los ejemplos de otras ciudades donde se ha visto que el turismo funciona. En el caso de Málaga, por ejemplo, ha sido tremenda la apuesta que han tenido allí por la cultura. Es una ciudad que si tuviera los activos que tiene Córdoba posiblemente estaría en la primera linea mundial del turismo.

-¿Es improvisación o vender humo ese anuncio de que se va a intentar asaltar el mercado chino con una estrategia de turismo a la carta?

-Ni una cosa ni la otra. Es cierto que todo puede parecer una venta de humo, ahora se van a Japón, ahora se van a China, pero realmente el turismo chino es junto al de Estados Unidos el primero en el mundo emisor de clientes. Todo lo que sea estar en esos mercados es una cosa lenta, pero muy efectiva, y puede ser una de las claves para el futuro del sector.

-¿El futuro entonces pasa por adaptar la oferta al turista?

-No podemos perder tampoco la esencia. Córdoba es Córdoba y tenemos que mantener esa esencia. Es cierto que en este sector siempre debemos estar adaptados a lo que diga el mercado, pero no podemos, por ejemplo, hacer un hotel chino en Córdoba.

-Cuando IU y el PP han gobernado en el Ayuntamiento han defendido que hacen falta más hoteles en la ciudad porque eso haría que los precios estuvieran un poco más compensados. ¿Qué opina?

-Hablar de precios es ya una cosa que viene de antiguo y creo que no se debe hablar de precios, sino de nivel de ocupación. Siempre estamos abiertos a que haya más hoteles, pero tenemos que tener en cuenta que algunos hoteles dejarían de ser rentables. Tenemos varios casos de hoteles cerrados en Córdoba y a nadie se le ocurre abrirlos porque están fuera de zona. Tenemos ese handicap, pero es que, además, si hay más hoteles, la ciudad tiene que estar preparada y si ahora se abren 200 nuevas plazas y seguimos teniendo esa gran afluencia de visitantes, pues la zona de la Mezquita estaría ya supersaturada y los Patios, ni me lo quiero imaginar. Hay que estar preparados. No puedes tener aquí un aluvión de gente si luego no tienes la infraestructura correcta; si cierras los museos o cierras otras dependencias turísticas.

-Defiende que mejor no hablar de precios, pero ¿considera normal que en Córdoba se cobren más de 300 euros por una noche de hotel?

-Hombre, en un hotel de cinco estrellas es totalmente normal. Puede ir a Sevilla en plena Feria de Abril y preguntar, se acabará sorprendiendo. Por cierto, la Feria de Córdoba realmente no se vende tan bien como la de Sevilla. En Córdoba, la primera quincena de mayo es temporada alta, y también los fines de semana de Feria y algunos fines de semana con puente. La temporada alta en Córdoba no es tan amplia como en otras ciudades y eso se traduce en precios, por ejemplo, en enero que llegan a ser de risa. Precios de 36 y 40 euros en hoteles de cuatro estrellas. Imagínese a qué precios hay que vender la habitación. Tenemos que entender que hay precios para todos los bolsillos según las categorías, lo que no podemos caer es en decir que Córdoba es cara y que hay hoteles a 300 euros si no decimos específicamente que se trata de hoteles de cinco estrellas o de cuatro estrellas, que además son la excelencia en el servicio.

-Ahora que ha sacado el tema, también desde el gobierno municipal se insiste en la desestacionalización de la oferta. Supongo que algo muy difícil

-La oferta se puede desestacionalizar perfectamente. Por ejemplo, en julio hay un Festival de la Guitarra y eso hay que aprovecharlo. En el momento en el que tengamos aquí un palacio de congresos y un palacio de ferias, esos complejos contribuirán a la desestacionalización, porque Córdoba también es una ciudad atractiva para visitar entre semana. Es una ciudad perfecta para la organización de congresos porque está bien comunicada con dos aeropuertos a menos de 200 kilómetros, y es una ciudad que es bonita para hacer actividades coyunturales y complementarias a los congresos. Creo también que es una ciudad muy dinámica, la mejor de Andalucía para ello y la que más posibilidades ofrece.

-De momento, parece que lo de la apertura del Palacio de Congresos de la calle Torrijos se demora sine die

-Lo cierto es que hemos pasado de tener un sitio en el que por lo menos se hacían congresos a no tener ningún sitio preparado para ello. Disponemos de varios hoteles con una capacidad para aproximadamente unas 600 plazas, pero está claro que cuando la demanda de plazas es más grande tenemos desventaja con respecto a otras ciudades. Estamos perdiendo una oportunidad, porque la organización de esos grandes congresos les está permitiendo a esas ciudades dinamizar un poco su temporada baja y mejorar las cifras de necesaria estancia media.

-¿Cuál es para usted la asignatura pendiente del sector hotelero cordobés?

-Indirectamente, sin duda, la promoción. Tenemos que saber promocionar perfectamente la ciudad, algo que al final repercute en los hoteles.

-¿Cree que en turismo se hace la suficiente promoción o que la que se hace no es correcta?

-Es que el tema de la promoción es un tema complicado. Ahora llevamos un tiempo que la echamos de menos porque teníamos un organismo, que era el Consorcio de Turismo de Córdoba, que desde el Ayuntamiento se ha decidido eliminar para crear otro organismo en el que tenemos muchas expectativas. Hemos tenido reuniones con los técnicos y por fin se va a coger el toro por los cuernos en turismo. También es verdad que llega un gobierno nuevo y hasta que se ponga en funcionamiento tiene que pasar un tiempo, pero ya parece ser que ese tiempo ha pasado, y vamos a tener una mesa del turismo en la que estaremos representados y con voz todos los integrantes del sector. En esa mesa estableceremos el ritmo que en turismo debe llevar y necesita esta ciudad.

-Es cierto que la unión hará la fuerza. Entonces, ¿por qué el asociacionismo del sector en Córdoba está tan atomizado?

-Bueno, cada una de las asociaciones tiene una especificidad y necesidad distinta. No pueden tener las mismas necesidades una empresa que tiene una agencia de viajes que otra que tiene un restaurante o un hotel. Incluso consideramos que los convenios deberían de ser específicos.

-¿En qué medida está afectando otra de las asignaturas pendientes del sector, las de la vivienda turística vacacional?

-La vivienda turística vacacional puede servir para complementar la oferta, pero, por su puesto, está obligada a estar perfectamente regulada y tiene que considerarse que como servicio que es debe dar calidad. Además, debe dar sus partes de entrada a la Policía como establece la ley y estar obligada a cumplir todos los requisitos de la citada normativa. Si es así, entonces puede ser parte de este entramado de hoteles que tenemos, porque la mayoría de ellos son menores de 60 habitaciones. Eso es un punto que llama mucho la atención cuando se estudia el sector de esta ciudad, porque no hay tantas grandes empresas hoteleras y la mayoría de los establecimientos hoteleros con los que contamos son pequeños. También es muy interesante que lo que predomina ahora mismo son empresas residentes en Córdoba, con lo cual repercute el beneficio en Córdoba. No es una gran multinacional la que se lleva el pastel.

-Hablando de repercutir, ¿qué opina cuando escucha quejarse a los propietarios de los patios de que quien realmente sale beneficiado de esa Fiesta son los sectores hostelero y hotelero?

-Creo que es una guerra que no debería de mantenerse. Creo que debemos ir todos a una y evitar el y tú más. No podemos caer en ese atraso, debemos trabajar para que cada uno en lo suyo sea el mejor. Por cierto, aprovecho para felicitar a los propietarios de los patios de Maese Luis 22, Tinte 9 y Pastora 2 por ser los ganadores del concurso municipal. Por ejemplo, en los Patios tienen una competición en la que se superan por conseguir el mejor recinto, y sobre todo, es importante que haya más patios, lo que no puede ser es que haya menos patios cada año porque entonces se desvirtúa la Fiesta. Desde esta asociación queremos apoyar a los Patios. De hecho tenemos prevista una reunión con los organismos que gestionan la Fiesta para que desde los hoteles podamos contribuir a dicha Fiesta.

-No hemos hablado aún de la profesionalización del sector

-Trabajamos en ella. Dentro de la asociación tenemos una línea de formación. Es importante, por ejemplo, que un recepcionista conozca idiomas, que conozca los sistemas y que esté preparado, porque la universidad es demasiado teórica y para el trabajo se necesita más práctica, por eso creo que la Formación Profesional fue una pena perderla.