Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, más conocido como Manolete (Córdoba, 4 de julio de 1917-Linares, Jaén, 29 de agosto de 1947), fue uno de los grandes toreros de la historia de la tauromaquia, tal y como defienden quienes saben de ella. Cuentan los libros de Historia que murió de madrugada en el Hospital de San José y San Raimundo de Linares tras la profunda cornada mortal que le asestó el miura Islero en la plaza de toros de esa localidad jiennense. Ese día, hace ahora 75 años, nació el mito, tal y como ha destacado el escritor y periodista Rafael Cobo, quien ha sido el encargado de glosar el homenaje que en forma de ofrenda floral ha ofrecido la Tertulia Taurina La Montera al inmortal torero cordobés en el Cementerio de la Salud, junto a su mausoleo.

Durante el mismo, Ladislao Rodríguez Ladis ha recordado que en el día en el que se cumple el 75 aniversario de la cogida mortal de Manolete se va a aguardar un minuto de silencio en todas las plazas en las que se celebren festejos. "Hemos querido homenajear a lo grande a Manolete ahora que se cumplen los 75 años del nacimiento del mito. Manolete ha sido el mayor torero de todo los tiempos y el mayor embajador universal de Córdoba, antes de que también lo fuera Manuel Benítez El Cordobés años después", ha insistido Ladis.

En el homenaje, que ya cumple su 32 vez consecutiva de 28 de agosto en 28 de agosto, no han faltado peñas taurinas de la provincia y la sobrina del torero Teresa Alba, además de algún otro familiar más, y el hijo de Guillermo González, el mozo de espadas y amigo confidente de Manolete, Romi González. También han asistido toreros cordobeses como Rafael Jiménez Gónzález Chiquilín, quien ha sido el encargado de colocar las primeras flores en el mausoleo -por el 30 aniversario de su alternativa- junto al cirujano taurino Eliseo Morán y al también matador Fernando Tortosa. Mientras una lluvia de claveles caía en el mausoleo, la música la ha puesto la Banda del Cristo del Amor interpretando el pasodoble Manolete, de Pedro Orozco González. 

Detalle del homenaje.

Cuentan los que saben de tauromaquia, que quien fue nombrado Cuarto Califa del Toreo es considerado como uno de los más grandes maestros de todos los tiempos y uno de los iconos del toreo. Su estilo, elegante y vertical, evolucionó el arte de la muleta, toreando de frente y citando de perfil. Llevó a la máxima expresión la revolución de José Gómez Joselito y la estética de Juan Belmonte, que habían transformado el toreo unas décadas antes. Su influencia ha sido enorme, ya que su estilo se hizo notar en todos los toreros posteriores.

En su alocución, Rafael Cobo ha querido destacar "la importancia que tuvo la provincia en los primeros años como torero de Manolete, su pertenencia a la Escuela Taurina de Bujalance y más tarde a la de Montilla, sus primeros festejos en la provincia y su debut de luces en Cabra". De esta forma, el periodista y escritor ha querido también reivindicar las plazas de pueblo o de tercera. "Es una forma también de reivindicar la importancia de Manolete en la provincia, todo un figurón acartelándose en bastantes pueblos, cuando eso ahora no es muy habitual, desgraciadamente", ha añadido.

Manolete debutó como novillero el 16 de abril de 1933, Domingo de Resurrección, en la Plaza de Toros de Cabra -la más antigua de la provincia-, junto a Juanita Cruz. Su presentación de luces en Córdoba fue el 12 de agosto de 1933 en una corrida nocturna junto con Bienvenido Sánchez Niño de Palma del Río y Antonio Flores. El organizador de la misma José Flores González Camará, quien más tarde se convirtió en su apoderado.

Cobo ha recordado asimismo la participación del Cuarto Califa en una serie de festivales benéficos durante la Guerra Civil, "uno de ellos, en Priego de Córdoba, que causó un gran revuelo entre la afición". En su alocución, Cobo también se centro "por aquello de ser yo de Priego y ser el 130 aniversario de la plaza local, el Coso de las Canteras", en las tres actuaciones que tuvo Manolete en esa localidad de la Subbética. "Una de las anécdotas más curiosas de una de esas corridas, en 1940, fue cómo se le pagó; no había cantidad fijada por la corrida y los empresarios le empezaron a soltar billetes hasta que él dijo basta cuando llegaron a las 17.000 pesetas", ha detallado.

Un retrato de Manolete preside el acto.

Otra de las anécdotas que ha contado es lo que provocó en 1943 un cambió de fecha en otro de esos festejos de Priego. "Excepto cuatro años antes, cuando había presidido un festejo taurino el presidente entonces de la República, Niceto Alcalá Zamora, nunca se había celebrado una corrida en el Coso de las Canteras que no fuera el tres de septiembre; ese año se cambió al día 4, ya que Manolete toreaba el 3 en Mérida, y esa corrida de Priego fue una auténtica ruina porque prácticamente no asistió nadie a pesar de que Manolete ese año lideró el escalafón y estaba considerado como una de las más grandes figuras del toreo", ha explicado.

Cobo ha destacado asimismo el esfuerzo que hacía la gente en aquellos tiempos en los pueblos para ver a figuras como Manolete. "El salario mínimo eran 7,87 pesetas en esa época y la entrada más barata costaba 25 pesetas, por lo que se pueden imaginar ese esfuerzo que hacía el aficionado; en ese festejo de 1940 la plaza se llenó a rebosar e incluso se vendieron más entradas de las que tenía el aforo", ha insistido.

No han faltado al homenaje rendido a quien el Ayuntamiento de Córdoba nombró Hijo Predilecto en 2017 la presidenta de la empresa municipal de cementerios, Cecosam, María Luisa Gómez Calero -quien también ha colocado un ramo de flores en el mausoleo-; los concejales del equipo de gobierno del Consistorio cordobés Bernardo Jordano e Isabel Albás; la portavoz municipal de Vox, Paula Badanelli; y el diputado del PP en el Congreso por la provincia de Córdoba, Andrés Lorite.