Acto castrense en República Argentina

Córdoba celebra a la Guardia Civil

Guardias civiles, en formación.

Guardias civiles, en formación. / Miguel Ángel Salas

Medio millar de guardias civiles han protagonizado en Córdoba este domingo, 3 de octubre, el acto central del Instituto Armado con motivo de la Semana Institucional del cuerpo, que anticipa la fiesta de la patrona, la Virgen del Pilar. La cita castrense ha arrancado minutos antes del mediodía en la avenida República Argentina con la incorporación de la bandera nacional, que ha sido aplaudida por el numeroso público que se ha agolpado y al grito de "¡Viva la guardia civil!".

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha llegado minutos más tarde y su bienvenida ha sido muy diferente, con abucheos y al grito de "fuera, fuera" y "Marlaska, dimisión", lo que el dirigente ha reducido a una "anécdota". Entre otras autoridades, han asistido a la ceremonia el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; el alcalde de Córdoba, José María Bellido; el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, o el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.

El acto ha continuado con la imposición de condecoraciones, ya entre aplausos, y con el reconocimiento a un grupo de familiares de los hombres y mujeres que componen la Guardia Civil, y que es la primera vez que se ha realizado. Interior ha querido así reconocer el "apoyo impagable, su sacrificio y la estabilidad" que estos aportan a los agentes para que puedan desempeñar su dura labor.

A continuación, durante la alocución central, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha apostado por facilitar el acceso a la Guardia Civil de los titulados universitarios y por impulsar la incorporación de la mujer como fórmula para hacer el cuerpo más igualitario y que las agentes ocupen más puestos de responsabilidad. "El pasado engorda, pero no alimenta", ha dicho.

En este sentido, ha apostado por "mirar al futuro" para "demostrar la capacidad de adaptación y hacer frente con éxito a los exigentes retos" que los agentes tienen por delante, entre los que ha citado la "criminalidad transnacional y en el ciberespacio, las crisis sanitarias, las climáticas o las catástrofes naturales", entre ellas la erupción del volcán en La Palma o el incendio de Sierra Bermeja.

"Debemos evolucionar para que la Guardia Civil siga garantizando la convivencia", para lo que ha anunciado una "potente oferta de empleo público que permita reforzar todas las plantillas y más inversión en innovación para lograr los mejores medios". En definitiva, ha dicho, "más capital humano y mejores recursos materiales y tecnológicos" para consolidar el cuerpo "como ejemplo de servicio público".

El reto de incorporar a los universitarios

Una de las medidas anunciadas para lograr estos retos es el afianzamiento de los lazos del cuerpo con el ámbito académico; así, se promoverá el acceso a la escala de oficiales de personas con formación universitaria. Los aspirantes deberán superar para ello un proceso de formación de dos años. Grande-Marlaska ha confiado en que, con esta medida, vestir el uniforme se convierta en una opción profesional "de futuro" para un mayor espectro de jóvenes. La intención es incorporar a perfiles diversos, entre los que ha citado a matemáticos, teleco o ingenieros.

Esto también facilitará, ha confiado, "el acceso de mujeres a las escalas superiores" y que se alcance cuanto antes la "igualdad real". En concreto, la mujer se incorporó a la Benemérita hace ahora 33 años, con una primera promoción de 198 personas. Actualmente, hay 7.400 mujeres aspirantes entre los más de 27.000 jóvenes candidatos, lo que ha considerado una proporción "insuficiente".

El discurso, que ha sido contestado por el público entre abucheos y pitos, ha arrancado reconociendo que el gran acto castrense de Córdoba "es una prueba más de que España está a punto de sobreponerse a la peor crisis sanitaria que ha sufrido el mundo en el último siglo". Y ello ha sido posible gracias al "comportamiento ejemplar" de la ciudadanía y al espíritu de sacrificio de los servidores públicos, entre ellos la Guardia Civil.

Juan Carretero, nuevo coronel

Grande-Marlaska también ha agradecido a la ciudad de Córdoba la "gran acogida" dispensada a los agentes y ha recordado que la presencia del Cuerpo en la provincia se remonta a su momento fundacional. En 1844, el duque de Ahumada fue elegido senador por Córdoba y participó en la elaboración de la Carta Magna de 1845. Su papel fue también fundamental para el nacimiento del cuerpo. Ahora, los agentes, que se despliegan por toda la provincia, desde "Baena, Montoro, Lucena o Priego de Córdoba", están "en pie desde el primer momento" en que la ciudadanía lo demanda. Precisamente, ha anunciado que el teniente coronel Juan Carretero, jefe de la Comandancia de Córdoba, será ascendido al rango de coronel.

La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, ha subrayado por su parte la "ilusión" que significa la parada militar de Córdoba, pues "comprobamos que poco a poco nos dirigimos a la ansiada normalidad". "Este acto nos permite mirar al futuro con optimismo", ha dicho, tras recordar que la crisis sanitaria impidió en 2020 celebrar los actos de la patrona como estaban previstos. 

Gámez ha recordado que Francisco Javier Girón, el duque de Ahumada, fue el responsable de "moldear un proyecto duradero, un acervo moral que recoge los signos distintivos del cuerpo". "Son los cimientos iniciales que han permitido que la esencia de la Guardia Civil permanezca intacta en pleno siglo XXI", de manera que el cuerpo se ha convertido en el "primer garante de la seguridad y la tranquilidad" de la ciudadanía.

La dirigente ha recalcado la capacidad del Instituto Armado de "fundir tradición con modernidad y vanguardia" y ha reconocido el trabajo desempeñado por los agentes en siniestros recientes como el incendio de Sierra Bermeja, en la provincia de Málaga, o estos días en La Palma tras la erupción del volcán. Gámez, en este sentido, ha reconocido a los 300 guardias civiles que "colaboran sin descanso" en la isla canaria y que "son los primeros en consolar a los vecinos" pese a que, algunos de ellos, "sufren en su propia piel la desaparición de sus hogares".

Este es solo uno de los muchos ejemplos de "la vocación de servicio público" de los uniformados, que se despliegan en más del 85% del territorio, incluidas zonas rurales y territorios periurbanos. Gámez ha tenido palabras de "especial reconocimiento" para las patrullas de Seguridad Ciudadana, que son las primeras en llegar a los escenarios. "Pisar el terreno es nuestra naturaleza, estar siempre cercanos. En muchas zonas, el único actor de referencia en materia de seguridad es la Guardia Civil, y somos una pieza imprescindible para abordar el reto demográfico", ha reivindicado asimismo.

Entre os retos a abordar, ha citado el crimen organizado, las amenazas de la delincuencia internacional, la seguridad en las carreteras, el cuidado a los mayores, la atención a los migrantes o la protección de las víctimas de las nuevas formas de ocio. La Guardia Civil actúa igualmente "contra los depredadores sexuales" y en el auxilio a las víctimas de la violencia de género, ha agradecido.

Un gran desfile como colofón

La secuencia del acto castrense ha continuado con un homenaje a los agentes que dieron su vida por España y con el himno de la Guardia Civil, coreado al unísono por los varios cientos de personas congregadas. Y, por fin, ha tenido lugar el momento más esperado: el desfile en el que han participado 500 agentes de distintas unidades.

La escuadra de gastadores, bandas de cornetas y tambores, la unidad de música, el batallón de mando y bandera, la compañía de la Academia de Suboficiales, la de Reserva y Seguridad y la mixta (Servicio Marítimo, Jefatura Fiscal y Fronteras, Servicio Cinológico y Servicio de Montaña) han desfilado a pie

Tambien han intervenido unidades motorizadas. En concreto, han participado una escuadra de motoristas de Tráfico y un batallón motorizado integrado por vehículos descubiertos, motocicletas del Seprona, motocicletas de Tráfico, vehículos de Seguridad Ciudadana y de Tráfico y una sección mixta con todoterrenos, el remolque robot de los Tedax o el que portaba la lancha del Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS).

A caballo ha desfilado una sección del escuadrón de Caballería, con batidores, banda de clarines y sección de sables, mientras que fuera de formación han intervenido la sección de época y una escuadra de gran cala. Muy seguidos por las cámaras de fotos también han sido los medios aéreos actuantes: un avión de vigilancia marítima y helicópteros, capaces de desarrollar misiones de rescate, vigilancia, seguridad y transporte.

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