Aniversario

Córdoba no olvida: 25 años del asesinato de las policías locales María de los Ángeles García y Marisol Muñoz

La policía local entrega un ramo de claveles blancos en el monolito

La policía local entrega un ramo de claveles blancos en el monolito / Juan Ayala

Todas las ciudades tienen un trozo de historia trágica y en la de Córdoba se escribió hace 25 años una de las páginas negras. Era 18 de diciembre de 1996 cuando las dos agentes de la Policía Local, María de los Ángeles García y Marisol Muñoz, fueron asesinadas por Claudio Lavazza, un autoproclamado anarquista italiano, que había atracado el Banco Santander de la calle Gondomar. 

Córdoba no se olvida de aquel trágico suceso que también dejó a Manuel Castaño, un vigilante de seguridad, en silla de ruedas para el resto de su vida. Según lo previsto, Castaño no debía estar allí aquella mañana, pero la vida cambia en un instante y tras entrar fue utilizado como rehén por La banda de la nariz, que formaba Lavazza junto a otros tres italianos, y luego como escudo humano durante el tiroteo que se produjo entre efectivos policiales y los atracadores. Tres disparos de bala, por parte de la policía, sufrió en el intercambio: uno en el hombro, otro en el brazo y un tercero en el que le atravesó los intestinos. Manuel siempre ha dicho que estar tirado en el suelo le salvó la vida porque si no, podría haber recibido los disparos en la cabeza y haber muerto.

Manuel recuerda a este periódico que aquel día "amaneció gris, oscuro, frío, y en el que poco a poco se fueron complicando las cosas". "Yo no me tenía que bajar del camión, de tal manera que ocurrió así, pero no le doy vueltas", cuenta. Los años han pasado rápido, pero tanto para él como para los cordobeses que lo vivieron se sigue recordando como si fuera ayer. Después de un cuarto de siglo, Manuel no guarda rencor de aquello, pero si pide "que cumplan en la cárcel lo que tengan que cumplir".

Manuel Castaño en el acto de homenaje del 25 aniversario Manuel Castaño en el acto de homenaje del 25 aniversario

Manuel Castaño en el acto de homenaje del 25 aniversario / Juan Ayala

Claveles blancos en el acto de homenaje

A las 11:00. Esa era la hora a la que se ha convocado el homenaje del 25 aniversario junto al monolito que recuerda la memoria de María de los Ángeles García y María de la Soledad Muñoz, agentes de la Policía Local que murieron en acto de servicio, y en el que se pedía acudir con claveles blancos.

Con la presencia del que por entonces fuera alcalde de Córdoba, Rafael Merino, y del actual, José María Bellido, ha arrancado un acto de homenaje sencillo, como piden los familiares, y que ha sido conducido por el jefe de la Policía Local de Córdoba, Antonio Serrano. Acordes de guitarra y el coro de voces de la Agrupación Musical Noches de Mi Ribera han cantado un padre nuestro por la memoria de las dos agentes. Tres oraciones más que ha empezado el párroco de San Miguel y La Merced, Pedro Cabello, y un posterior minuto de silencio que se ha guardado con rigor.

José María Bellido hace entrega de un ramo de claveles blancos en el monolito José María Bellido hace entrega de un ramo de claveles blancos en el monolito

José María Bellido hace entrega de un ramo de claveles blancos en el monolito / Juan Ayala

 "Aquel año del 96 fue muy duro en Córdoba, también con el atentado de la banda terrorista ETA en el que murió el sargento Ayllón", ha recordado el antiguo alcalde popular que ha asistido al acto invitado por José María Bellido. "Hubo muchas lágrimas y lloramos mucho, pero sentimos que había dos miembros de la Policía Local que demostraron su cumplimiento del deber que tuvieron por la ciudad, dando su vida por todos nosotros y, que cada año que pase debemos tenerlas en mayor consideración, admiración y respeto", ha concluido Merino. 

Por su parte, Bellido también ha tenido palabras de reconocimiento para "estos héroes Marisol, Mari Ángeles y Manolo, que no podemos olvidar en Córdoba". Este año el recuerdo ha sido "más intenso y emotivo" -dentro de lo que quieren las familias- por ser el 25 aniversario, e igualmente se hará extensible durante los próximos años "porque no podemos perder nuestra memoria", ha señalado el primer edil de la ciudad. "Hay días que no se olvidan durante un mandato, y estoy seguro de que este quedaría grabado a fuego en la memoria del alcalde que hoy nos acompaña, Rafael Merino", así ha concluido Bellido, tras agradecer el ejemplo que dan los cordobeses en actos de homenaje como este.

Serrano llegó de los primeros al lugar de los hechos. Fue entonces cuando Antonio Prieto, concejal de Seguridad en aquel 1996, le dijo: "Antonio, hazte cargo de todo". Y así sucedió. A partir de ahí se encargó del traslado de las compañeras, de llamar a los forenses, de organizar la capilla ardiente y del entierro. El máximo responsable de la Policía Local hoy era hace 25 años un intendente, jefe de servicio.

Con la licencia de los años que ya han pasado se ha atrevido ante los medios a compartir una anécdota nunca antes contada: "El médico forense me pidió que entrara a identificar a las dos agentes para poner el nombre en cada ataúd, porque no las reconocía. Para mí, eso fue tremendo", ha expresado un Antonio Serrano bastante emocionado. "Son cosas que las lleva uno dentro y que es complicado contarlas sin emocionarse", ha añadido.

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