Córdoba se despide de su Mayo Festivo tras más de un mes de fiesta entre catas, conciertos, romerías, las Cruces, los Patios y la Feria, que ha cerrado con broche de oro la temporada alta en la provincia, el mes más bonito, el mes que pertenece a los cordobeses. Para la hostelería y el turismo es el mejor mes del año y lo han cerrado con una ocupación de entorno al 80% en hoteles y el 90% en restaurantes. 

La ciudad deseaba recuperar sus tradiciones, la alegría que caracteriza al Mayo Festivo, que cada vez se hace más largo, pues arranca en abril, cuando aún algunos días llueve y la temperatura obliga a llevar chaqueta, con la Cata del Vino Montilla-Moriles y tras la Semana Santa, y finaliza con un calor de más de 30 grados a la sombra en El Arenal... a la espera de un junio que aún deparará la vuelta de clásicos como la Shopping Night y la Noche Blanca del Flamenco.

Festivales como el de los Patios son cada vez más conocidos en el resto de España y también en el mundo. Los turistas se ven atraídos por el color de las flores de Córdoba y el distintivo de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, que ha hecho que la fiesta se convierta en una atracción multitudinaria. La primera semana de mayo la ocupación hotelera rozó el 80%, según las cifras que la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor) ofreció en su momento. Una cifra positiva si se compara con el parón de los años de pandemia, pero que se queda todavía "muy por debajo" de las de 2019. 

Conforme avanzó el mes, la previsión de ocupación, que estaba en un 60%, aumentó hasta quedarse en un 80%, unos 15 puntos por debajo de las cifras prepandemia. El presidente de Aehcor, Félix Serrano, ha explicado que el sector esperaba que las reservas de última hora, una tendencia que quedó establecida en la pandemia por los cambios tan repentinos en las medidas sanitarias y restrictivas, fueran el salvavidas de la temporada. Sin embargo, mayo dio un giro a la tendencia y "el consumidor se está comportando diferente, no tenemos explicación, no es lo normal", afirma. 

El fin de semana fuerte de la Feria cerró finalmente con una ocupación del 75% de media, que, con respecto a 2020 y 2021, son "una maravilla" de números, pero que se han quedado por debajo de lo que esperaban los empresarios hoteleros. Una de las razones, enumeran desde Aehcor, es lo "floja" que está Córdoba en materia de promoción y comercialización del turismo, que hay que "fomentar, ampliar y organizar la que tenemos". 

Los principales viajeros que visitaron la ciudad durante el mes de mayo vinieron desde Madrid, las ciudades con conexión AVE o el resto de provincias andaluzas, un mercado que es "el principal foco" de los establecimientos hoteleros cordobeses, que echan en falta los turoperadores y el mercado asiático, que "está desaparecido" de Córdoba, alerta Serrano. 

El turista nacional también abarcó las reservas de los bares y restaurantes, donde la ocupación estuvo entorno al 90%, según las cifras del presidente de Hostecor, Francisco de la Torre, que asegura que el turismo nacional "ha suplido" la falta de viajeros internacionales.

De la Torre ha expresado que ha sido "un muy buen mes de mayo". Y es que durante los Patios fueron los establecimientos de la zona de la Judería y el Alcázar los más beneficiados, en las cruces los del Casco Histórico en general y en la Feria los de la Ribera o la zona de El Arcángel, donde finalmente se igualó la facturación del año 2019, aunque con un margen de ganancia menor debido a la inflación y el coste de los suministros. 

Habrá que esperar, sin embargo, a las cifras de la encuesta de coyuntura hotelera que publica mes a mes el Instituto Nacional de Estadística (INE) para conocer los números totales del turismo en mayo. Ya la Semana Santa dejaba en Córdoba cuatro veces más turistas que en el año 2021, cuando no hubo procesiones, aunque se volvía a quedar por debajo de las cifras de 2019. 

El verano, incierto

Córdoba se adentra así en el verano, una temporada históricamente mala para la economía y el turismo de la provincia por las altas temperaturas, de récord en muchas ocasiones, que suele haber entre junio y bien entrado septiembre. 

Desde Aehcor ya alertan de los posibles cierres temporales de hoteles y alojamientos a partir del mes de julio por la poca demanda y con el claro objetivo de "ahorrar en luz y suministros" en un verano "muy incierto y que pinta más flojo que otros años" 

Y es que, en esa misma línea, "un mes no es un año", expresa De la Torre, que recuerda que quedan "11 meses por delante" y que en el verano "serán pocas las reservas a mediodía", concentrando toda la demanda para las cenas en terraza, con lo que los establecimientos hosteleros deben "pasar el desierto del verano" entre clientes habituales y vecinos de los barrios, en los que confían para llegar con margen al mes de septiembre.