Calor Córdoba

Cómo combatir la deshidratación

  • La nutricionista Lourdes de la Bastida destaca que es importante dedicar especial atención a los ancianos, niños y madres lactantes

Personas refrescándose en la plaza de Tendillas.

Personas refrescándose en la plaza de Tendillas. / Juan Ayala

El verano trae consigo todos los riesgos que las altas temperaturas suponen para la población, especialmente en zonas donde esa climatología se mantiene durante varias semanas de manera incesante.

Uno de esos efectos es la deshidratación, que según destaca la nutricionista del Hospital Quirónsalud Córdoba, Lourdes de la Bastida, “puede afectar en verano al 30% de las personas mayores, por lo que es importante vigilar que beban agua con frecuencia, así como los niños, deportistas y madres lactantes, aunque no tengan sensación de sed”.

La nutricionista recuerda que el agua tiene un papel fundamental en nuestro organismo, “pues estar bien hidratado ayuda a regular la temperatura corporal y también a encontrarse menos cansados”. La deshidratación puede provocar complicaciones como pérdida de apetito, deterioro del rendimiento físico, náuseas, mareos, dificultad para mantener la concentración y dificultades respiratorias durante el ejercicio, entre otras.

“La principal fuente de hidratación debe ser el agua”, según de la Bastida, “aunque las infusiones, el café, granizados, gelatinas o platos como el gazpacho, también aportan un alto contenido en agua y pueden ser útiles para hidratarse durante el verano”.

La consumición de frutas y verduras también es esencial, ya que con ello “durante el día también estamos aportando gran cantidad de agua, además de otros nutrientes que favorecen una correcta hidratación, por ejemplo el calabacín, berenjena, tomate, melocotón, sandía y melón”.

Además, la nutricionista apunta que “el consumo de aguas gelificadas con sabores puede ser de utilidad para personas que tengan dificultad al tragar o en personas mayores”.

En el caso de las personas que practican deporte, el verano se convierte en una época de riesgo para llevar a cabo la mayoría de las actividades, especialmente a determinadas horas del día en las que el termómetro marca las máximas y el sol tiene un impacto directo sobre el cuerpo.

De la Bastida recuerda que, en caso de practicarlo, “es importante que lleven agua siempre consigo y si el ejercicio se va a prolongar durante más de una hora, es recomendable consumir alguna bebida isotónica para reducir el riesgo de deshidratación”, así como es recomendable el uso de ropa ligera y adecuada para la práctica que se lleve a cabo.

De igual modo, es importante recordar que todo el mundo debe mantener una correcta hidratación, independientemente de la edad, ya que cualquier persona está expuesta a los efectos. Además, es importante seguir las recomendaciones sanitaria que las instituciones hacen en esta época.

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