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Consejos para evitar estafas en el alquiler vacacional

Consejos para evitar estafas en el alquiler vacacional

Consejos para evitar estafas en el alquiler vacacional

La pandemia ha tenido un impacto muy importante en el sector del alquiler vacacional, del mismo modo que lo ha experimentado el sector turístico. A estas alturas nadie puede asegurar que las restricciones actuales o futuras puedan seguir embistiendo a un sector que lo ha pasado francamente mal, con una caída del 97 % en abril de 2020, un mes después del estallido de la crisis por la COVID-19 (Statista).  

Según datos de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), el 20 % de viviendas que se alquilan son de este tipo. Y aunque en los momentos más duros del confinamiento el alquiler vacacional experimentó un importante trasvase hacia el alquiler de larga duración, es evidente que si los buenos datos se consolidan y el impacto de la vacunación va teniendo su efecto, la recuperación podría ser más rápida de lo que en un principio podíamos intuir. 

El alquiler vacacional es una alternativa interesante para aquellos propietarios que cuentan con inmuebles vacíos en puntos turísticos de interés y también para los inquilinos que quieren pasar unos días - o incluso una temporada más larga de lo habitual - en una vivienda que cuente con todos los servicios y ventajas de un hogar.

Con la apertura de fronteras y la vuelta a la movilidad es normal que se vuelva a incrementar el interés por el alquiler turístico. De hecho, el 73 % de españoles tienen previsto reservar una vivienda de alquiler vacacional en los próximos dieciocho meses

Es lógico que se produzcan más búsquedas, contactos y transacciones, pero lamentablemente, también es común que los estafadores intenten hacer su agosto. 

¿Qué debemos tener claro para evitar caer en su trampa? Desde pisos.com te ofrecemos cinco consejos te ayudarán a estar prevenido ante posibles engaños. 

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1. Fíjate bien en las características del anuncio

Aunque los hay especialmente hábiles, los estafadores suelen dejar pistas en los anuncios sobre sus intenciones. Fíjate bien en el texto que describe el inmueble, porque si se trata de una estafa, lo más probable es que contenga frases inconexas, mal redactadas o sencillamente, raras. A veces son mensajes automatizados o el producto de una mala traducción automática que podría indicarnos que detrás del anuncio hay una banda organizada desde el extranjero. 

Pero hay más. Desconfía de los precios excesivamente bajos. Aunque es normal que el alquiler esté por debajo de la media de la zona, hay cantidades - reducidas a la mínima expresión - que deberían hacernos sospechar. Lo mismo con las vías de contacto: si el anunciante tan solo ofrece un correo electrónico, desconfía

2. Realiza una búsqueda del inmueble

Tanto si sospechas como si no, te recomendamos realizar la búsqueda del inmueble a través de Google. Como ves, aunque internet es un terreno abonado para las estafas, también nos ofrece ventajas. Si el que se dice propietario de un inmueble en alquiler vacacional es un estafador, es muy probable que otras personas hayan sido engañadas y lo hayan denunciado a través de las redes, en foros o redes sociales. 

Para asegurarte de que el alquiler es real, tienes otra opción: pedir una visita física al inmueble. De este modo, comprobarás que realmente existe. Si no estás cerca de la vivienda en cuestión, puedes pedirle a un amigo o familiar que realice la visita por ti. En el caso de que se trate de una estafa, es muy probable que recibas una respuesta negativa ante tu petición o que sencillamente hagan caso omiso a tu mensaje, en vistas de que se lo estás poniendo difícil para engañarte. 

3. El contrato, que no se te escape 

El contrato es imprescindible, también a la hora de formalizar un alquiler vacacional. En esta documentación debe quedar reflejada la identidad del arrendador y el arrendatario, incluyendo nombres completos y DNI. 

Revisa que en este mismo documento se indiquen la ubicación exacta del inmueble, la renta, las fechas de entrada y salida, la forma de pago, las condiciones de cancelación y entrega de llaves, un teléfono de contacto de emergencia y el inventario. Este documento es imprescindible en caso de denuncia y su validez debe ser debidamente cotejada.

Hay que verificar, además, que la documentación aportada no ha sido falsificada: una nota simple del Registro de la propiedad, el último recibo del IBI, el DNI de los supuestos propietarios... No sería la primera vez que los estafadores proporcionan documentación falsa con suma destreza.  

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4. Entrega una paga y señal lo más reducida posible

Es normal que en el momento de contratar un alquiler vacacional el propietario solicite el abono de una cantidad como paga y señal o garantía. Si se trata de un estafador, su objetivo será el de conseguir tu dinero lo antes posible y cuanto más, mejor. El método a usar siempre ha de ser la transferencia bancaria de una entidad reconocida. Puedes emplear la tarjeta de crédito, pero en caso de estafa, tendrás que hablar con tu entidad bancaria para intentar echar atrás la operación y recuperar el dinero

No abones nunca la totalidad del alquiler por adelantado y si te lo piden, desconfía. En todo caso, se trata de que si ocurre algo, la cantidad de dinero que pierdas sea mínima.  

5. Profesionalidad y seguridad, ante todo 

Muchos arrendamientos turísticos siguen moviéndose en un vacío legal, de modo que a veces puede ser complicado encontrar seguridad y profesionalidad. La opción más sensata es optar por los servicios de un intermediario profesional, que pueda proporcionarnos toda la transparencia y confianza que necesitamos a la hora de realizar una transacción de estas características. 

Si se produce algún contratiempo o se detecta un intento de estafa, hay que acudir a la comisaría más cercana y denunciarlo. La Oficina de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil y la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía trabajan incansablemente para evitar este tipo de estafas o, en caso de que se hayan producido, tratar de minimizar sus efectos y detener la actividad ilícita de los estafadores. 

A todas estas recomendaciones hay que añadir la necesidad de usar el sentido común, que es la mejor herramienta que tenemos en nuestra mano para no caer en trampas que puedan darnos el disgusto del verano (y tal vez del año).