Condenados a 11 años de prisión por el atropello mortal de Sagunto
Los dos procesados por arrollar a unas vecinas de Lepanto tras hacer un trompo alegaron que estaban borrachos, pero el juez no considera probada esta tesis


D. B. A. P. y A. R. V. M. han sido condenados a penas que suman 11 años de prisión por el atropello que le costó la vida a una vecina de la calle Sagunto y dejó heridas de gravedad a otras dos. El suceso se produjo el 16 de septiembre de 2006 y causó gran consternación en Lepanto. La sentencia considera probado que los dos individuos circulaban a los mandos de un Audi TT por el casco urbano "a velocidad excesiva y sin respetar las normas más elementales de tráfico".
Sobre las 19:30, los procesados pasaron por la calle La Ladera y, mientras uno de ellos manejaba el volante, el copiloto accionó el freno de mano para hacer un trompo, de forma que el vehículo colisionó contra el bordillo del acerado y estuvo a punto de arrollar a un peatón. Horas más tarde, sobre las 22:20, los procesados fueron vistos "a gran velocidad" por Levante.
En las inmediaciones del establecimiento El Jardín, estacionaron el vehículo "con un fuerte frenazo". Minutos más tarde, se montaron nuevamente en el coche, ocupando A. R. V. el asiento del conductor, y tomaron dirección hacia Carlos III. Después de dar varias vueltas, al filo de las 22:30 tomaron de nuevo Sagunto en dirección al Marrubial, superando el límite genérico de velocidad establecido.
Los procesados iban por el carril derecho en el sentido de su marcha, y "con evidente peligro para los usuarios de la vía", hicieron un trompo con un resultado dramático: el vehículo giró sobre su propio eje, impactó contra un árbol, salió desplazado y chocó contra un banco, donde había sentadas tres vecinas. El banco y las mujeres salieron despedidos más de dos metros desde su punto de anclaje. Otra septuagenaria que conversaba de pie con las anteriores falleció en el acto como consecuencia de un shock por el politraumatismo.
Lejos de detenerse para socorrer a las cuatro víctimas, los dos procesados trataron de darse a la fuga acelerando el vehículo. Pero debido a que las ruedas no respondían, ambos salieron y, tras contemplar a las víctimas tendidas en el suelo y percatarse de la magnitud del accidente, salieron huyendo por caminos separados sin prestarles auxilio alguno, "y ello a pesar de que fueron requeridos por los viandantes que se acercaron rápidamente".
El Juzgado de lo Penal número 3 condena a cada procesado a tres años y tres meses de prisión por un delito de homicidio imprudente y a otros dos años y tres meses por omisión del deber de socorro. La Fiscalía Provincial de Córdoba solicitaba, en total, una condena de 13 años de prisión, por lo que la autoridad judicial aplica casi en totalidad la tesis del Ministerio Público.
Durante el juicio, los procesados intentaron eludir su responsabilidad argumentando que iban borrachos, pero la sentencia pone en duda esta afirmación debido a que fueron arrestados al día siguiente y, por tanto, no se hicieron pruebas de alcoholemia el mismo día del suceso.
"Bebí alcohol esa noche, no me acosté y por la mañana seguí con las cervezas", expuso D. B. A. P., el propietario del Audi con el que se produjo la tragedia. En el momento del suceso, sin embargo, era el otro acusado -A. R. V. M.- quien estaba al volante. D. B. A. P. también se refirió al alcohol: "Aunque los dos estábamos un poquito bebidos, pensé que él iba mejor que yo, por eso le dejé las llaves del coche", dijo el propietario del Audi. También descartó que tuviera conocimiento de que su amigo no tenía carné: "Yo llevaba dos años sin venir a Córdoba porque tenía una orden de alejamiento", razonó.
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