Música

Concierto de El Arrebato en Córdoba: Una noche con arte y buen rollo

El Arrebato durante su actuación en la Axerquía.

El Arrebato durante su actuación en la Axerquía. / Miguel Ángel Salas

No hace falta ser muy fan de El Arrebato para cantar a pleno pulmón algunas de sus canciones. ¿Quién no conoce Poquito a poco, Por un beso de tu boca o Un amor tan grande? Son las de siempre, esas canciones que se retienen en la mente y se cantan de pe a pa casi sin darse cuenta. 

Los temas de Javier Labandón -nombre del artista- nos traslada a la década de los 2000, momento en el que el cantante empezó su carrera musical. Desde aquellos inicios, El Arrebato puede presumir de cosechar éxitos desde el lanzamiento de su primer disco en 2001, bajo el título Poquito a poco. 

Veinte años sobre los escenarios ha dado pie a esta gira +Abrazos que, aunque estaba prevista para 2020, hasta ahora no ha hecho una parada en Córdoba. Como el propio artista ha comentado, llevaba varios años sin dar un concierto tan multitudinario en la ciudad califal, aunque ha confesado que sí que ha venido bastante “a pasar ratos” con amigos. 

En el teatro de la Axerquía, no hacía falta leer los carteles para saber que aquel era el concierto de El Arrebato, entre el público, muchos rendían homenaje al cantante portando una felpa en su cabeza, mítico accesorio que lo caracteriza y acompaña. Sus fans más especiales le demostraban su lealtad con mensajes en pancartas, camisetas e incluso el artista recibió una ilustración de regalo a mitad de concierto. 

De manera puntual, el sevillano abrió la noche al ritmo de Dame Cariño, de inmediato el público se puso en pie a gritar cada nota, y esa fue la tónica general del concierto, ya que cada tema volvía a levantar de su asiento al graderío. Temas más antiguos como Mirando pa’ ti se mezclaban con otros más recientes como La música de tus tacones o Primaveras en el pelo

Haciendo alarde de su vena poética, el artista iba introduciendo cada tema tras una breve reflexión o consejo que le dedicaba a su público. “A veces la última llave es la que abre la puerta”, sentenciaba El Arrebato, que interpretó el tema Durmiendo en tu ombligo junto a la artista Alicia Jiménez.

También hubo momentos de nostalgia donde aprovechó para volver a sus orígenes, una infancia feliz hasta que se truncó con la muerte de sus padres -“se empezó a poner todo feo”, dijo-, pero recordó uno de los momentos que le cambiaría la vida: cuando el Rey Baltasar le trajo una guitarra. El final de esta historia se puede disfrutar en cada uno de sus conciertos. 

En un momento de confesiones, el artista aseguró estar “más nervioso de lo normal”. El motivo no era otro que tener entre el público al grupo de rock cordobés Medina Azahara, por quienes confesó sentir una gran miración. “Quiero hacerlo bien para que estén orgullosos de mí”. 

Acercándose el final de la noche, el artista comentó: “Desde que he llegado todo el mundo me ha preguntado: Arrebato, ¿Cómo tienes la nevera?” Llegó así el esperado momento de escuchar Búscate un hombre que te quiera, uno de los himnos que se retienen en la memoria colectiva de varias generaciones.

En esta ultima parte del concierto -de dos horas de duración-, el cantante estaba “entregado” e incluso se atrevió a cantar el Himno del Sevilla FC. Para cerrar la noche, el cantante interpretó Mi colega de siempre, un término que define a la perfección al sevillano, ya que, aunque pase los años, Javier Labandón seguirá siendo esa voz amiga que nos hace viajar al pasado. 

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