Córdoba ya cuenta con su propia Comunidad de Anfitriones de Airbnb. Se trata de un numeroso grupo de propietarios de alojamientos que forman parte de esta entidad en la provincia y que se han asociado para mejorar sus servicios.

Uno de los responsables de este nuevo grupo es Bartolomé Olivares, quien se ha encargado de dar a conocer las prestaciones y objetivos de esta comunidad, que se ha puesto de largo de manera oficial en El Patio de María, en el número 7 de la calle Don Rodrigo de la capital cordobesa.

Un acto con el que, según ha explicado, “pretendemos conocer las necesidades de cada anfitrión y formalizar acuerdos con instituciones, además de poner en orden los temas legales”.

Y es que para la hostelería, este sistema supone una competencia desleal y considera que es dañino para sus intereses a la hora de captar turistas. Una idea que Olivares ha querido dejar claro que no es así, porque de lo que se trata es de ofrecer “alojamientos y poner en valor la ciudad y sus recursos”. Así, ha reconocido que hubo “una denuncia, pero se ganó. Esto no es competencia, es un complemento que se ofrece al sector”, ha subrayado, al tiempo que ha insistido en que también se trata de “fortalecer el tejido rural de la ciudad de Córdoba”.

En este punto, ha aludido que ahora muchos viajeros que llegan a Córdoba “vienen a visitar la ciudad, pero también a conocer otros espacios”. Es por ello, que ha aludido a la vertiente de las conocidas como Experencias Airbnb, que ofrecen al huésped desde clases de cocina a talleres de diferente índole.

Olivares ya se ha puesto en marcha en esto de las experiencias desde el cortijo que ofrece para alojamiento en la Sierra de Córdoba. Un inmueble con 500 años de historia y que estaba en ruinas. Hace 13 años decidió recuperarlo y ahora se convertido en un alojamiento desde el que también ofrece talleres para elaborar pan o de aromaterapia, entre otros.

Por el momento, en la capital cordobesa son alrededor de 1.300 los asociados a Airbnb, una cifra que se eleva a los 3.000 en el conjunto de la provincia. La mayor parte de este tipo de alojamientos se encuentra en la Subbética y Cardeña-Montoro porque “la gente también la naturaleza”, ha indicado.

Esta comunidad, además, ha creado un grupo en Facebook, que también coordina Matilde de la Hoz.

Airbnb se puso en marcha en 2008 cuando dos diseñadores que tenían espacio libre en su casa decidieron ponerlo a disposición de tres viajeros que buscaban un sitio para alojarse. Aquello fue creciendo y en la actualidad, según expone la entidad en su web, “millones de anfitriones y huéspedes se animan a crear una cuenta gratuita para publicar sus anuncios y reservar alojamientos únicos en todo el mundo”.