El patrón de voz como detector de la violencia machista

Certeza de voz: Un recurso más contra la violencia de género

  • El 061 estudia la posibilidad de detectar casos de violencia machista entre mujeres que llaman y alegan otro problema

  • De entre 3.500 registros de avisos al servicio se han seleccionado 704, de los que en un 60% existe sospecha de maltrato y en un 40% se ha confirmado

Técnico de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias.

Técnico de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias.

"¿Ocurre mucho?". Esta pregunta se la hizo Manuel González, subdirector de Programas y coordinador de Servicios de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES). Se la cuestionó junto a otros compañeros cuando salió el tema de que en ciertas llamadas al 061 se alegaba una problemática y, cuando el equipo acudía al lugar de la emergencia, se detectaba violencia de género.

La respuesta aún no ha llegado, aunque todo apunta a que es afirmativa y que, en cualquier caso, de salir adelante el proyecto se habrá puesto otro granito de arena en la lucha contra la violencia de género. González cuenta a el Día que, de momento, el estudio está en fase de investigación gracias al "sí" de la Consejería de Salud y a que está sufragado por el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Además, el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), dependiente de la Consejería de Igualdad, también colabora.

El subdirector de Programas del EPES recuerda que el 061 es "una puerta más de entrada" al sistema sanitario, tanto como un centro de salud. Partiendo de esta base, se planteó la posibilidad de que quizá podían salir a luz casos de violencia de género no denunciados, "debíamos profundizar".

Manuel González. Manuel González.

Manuel González.

Y en ello están ahora. De momento, están trabajando en la hipótesis: ser capaces de hallar un patrón de voz que sea detector de violencia de género. Este proyecto se denomina Certeza de voz y en él se trabaja desde el año pasado. En 2020 ha quedado un tanto paralizado por la crisis sanitaria (y la cantidad de llamadas que tiene que gestionar el 061 dentro de la problemática generada por el coronavirus), pero el trabajo de 2019 servirá para avanzar en 2021.

Ya cuentan con muchos datos. Han analizado unos 3.500 registros de llamadas que podían incluirse en la hipótesis, de los cuales se han seleccionado 704. Entre esos elegidos, en un 60% existe sospecha de que pudiera existir un caso de violencia de género, el 40% restante está confirmado que así es.

En esta fase el IAM es "fundamental", reconoce González, porque cuenta con un red de centros que atiende de forma directa a víctimas de esta violencia. La directora del IAM, Laura Fernández, explica la parte que compete a esta institución y que se centra en un registro de mujeres que han llamado al 061 para pedir ayuda. El Instituto les consulta si quieren ceder sus datos de manera anónima, de forma que el número de casos sea mucho mayor y, por consiguiente, que el estudio sea más completo.

Laura Fernández. Laura Fernández.

Laura Fernández. / Juan Ayala

"Desde el IAM siempre intentamos buscar caminos diferentes y no solo para aquellas mujeres que piden ayuda de manera directa", incide Fernández, que recuerda además que uno de los grandes escollos de este problema estructural es que hay muchas víctimas que no denuncian.

El análisis de los datos

El año que viene servirá para analizar los datos que se consigan obtener. Uno de los objetivos es implantar un software entrenado en analizar los audios y los distintos patrones, aunque también exista interacción por parte de los técnicos del EPES, Manuel González recuerda que un sistema informático puede llegar a detectar cosas que una persona no es capaz de captar.

Con el trabajo realizado hasta ahora, se han detectado ciertos patrones que pueden relacionarse con esta casuística entre llamadas de mujeres al 061 que avisan por un problema, pero que realmente han sufrido violencia de género. El coordinador de Servicios de esta empresa pública apunta que muchas llaman por cefalea, falta de aire o dolor de espalda "porque me he caído", pero hay casos aún más difíciles de detectar como avisos por infecciones urinarios que detrás esconden una cruda realidad.

González apunta además hacia otra de las claves ya detectadas en lo que va de proyecto: Entran más llamadas por situaciones en las que no se denuncia claramente que avisos manifiestos de violencia de género.

El trabajo del EPES en materia de violencia de machista no se reduce, eso sí, a Certeza de voz. Existen protocolos diferenciados para estos casos en los que el vanguardista proyecto encaja perfectamente. Es más, el 061 tiene una serie de códigos para llamadas de este tipo, como el SMT y el CMT (sospecha o confirmación de malos tratos).

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