La Cata del Vino de Córdoba no sólo es proyección y promoción de los caldos de Montilla-Moriles, sino que además genera beneficios cuantiosos a la ciudad. Es el balance que hace la Denominación de Origen y la Diputación -organizadores del evento- tomando como base el informe realizado por F&J Martín Abogados y Calma Ingenieros Consultores y que señala que este encuentro grastronómico ha tenido un impacto económico en Córdoba de 2,1 millones de euros en apenas cuatro días. Pero hay más. Y es que los jóvenes se han alzado como los verdaderos protagonistas de la cata, hasta el punto de que la mitad de los 84.000 visitantes que han pasado por el Palacio de la Merced tienen menos de 30 años, lo que revela que este encuentro atrae a un segmento de población muy joven.

El presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, destacó que se trata de datos muy significativos a los que hay que añadir aspectos como la innovación, "con la tarjeta electrónica, o el cambio de copa, que ha sido un rotundo éxito y acogido con mucho gusto, aunque pudiera parecer un detalle menor". Ruiz apuntó que "ha habido un incremento importante en la venta de vino joven, ya que aunque el fino sigue siendo el preferido (47 % de las ventas), un 30% han sido para vinos jóvenes". El presidente de la Diputación reconoció que "se han superado nuestras expectativas y estamos en el camino acertado", algo que también se ha producido "por la idoneidad de la ubicación de la Cata".

En la ubicación insistió también el presidente de la DO Montilla-Moriles, Javier Martín, quien defendió que uno de los éxitos de la cita es su localización en el centro de la ciudad y cercana a infraestructuras como la estación del AVE y la de autobuses. Según el estudio realizado, de los 84.000 visitantes que ha recibido la Cata el 62% son de la ciudad de Córdoba y un 23% de la provincia. De los procedentes de fuera del territorio (un 15 % del total), un 45% llegó de Madrid, un 35% de otros puntos de Andalucía, un 5% de Valencia y Cataluña y un 15% fueron extranjeros. Otro dato que destacó el máximo dirigente de la DO es "la gran afluencia de público joven, entre 18 y 30 años, que ha supuesto el 50 % del total de las visitas". La edad media de los visitantes ronda los 37 años y un 25% de los asistentes tienen entre 30 y 45.

En cuanto a las preferencias de los vinos, Javier Martín reiteró que casi la mitad de los visitantes apostó por los finos (47%), pero se incrementan las ventas de los vinos jóvenes (35%), seguidos de los olorosos y los amontillados con un 10% y el Pedro Ximénez con un 8%. Respecto a esta última variedad, precisó que pese a tratarse de uno de los productos destacado de la Denominación, "no es un vino para tapear", por lo que se justifica que tenga una menor demanda en una convocatoria como la Cata. Martín dio cuenta de que "los ingresos obtenidos en el recinto de la Cata han ascendido a 558.512 euros, lo que da un gasto medio por visitante de 6,65 euros.

Del estudio presentado se desprende que han asistido a este encuentro 6.720 turistas, de los que 1.467 vinieron por la celebración del evento y el resto asistieron pero siendo el motivo de su viaje otro. El dirigente se detuvo en este apartado para precisar que la ocupación media hotelera en el mes de abril durante los fines de semana ronda el 74% y que el fin de semana de la Cata se alcanzó el 89%, lo que supone una diferencia de 15 puntos porcentuales con relación a un fin de semana normal y que la organización vincula a la Cata. En este punto, Javier Martín señaló como necesario "hablar abiertamente" de lo que considera "uno de los males endémicos de esta ciudad, como es el precio de los hoteles". Así, tiró de estadísticas para criticar que en el mes de abril el coste medio de una habitación en Córdoba sea 113 euros, una cantidad que consideró alta para el periodo analizado.

Respecto al impacto económico de la Cata, Martín resaltó el hecho de que "en muy poco tiempo conseguimos un tercio del impacto económico de otras fiestas como los Patios" -que según dijo generaron el año pasado seis millones de euros-. Por ello, hizo hincapié en que "las administraciones públicas tienen que incentivar este tipo de eventos, como está haciendo la Diputación, porque tienen un efecto fundamental para la economía de Córdoba y la provincia", defendió.

Tras el éxito de este evento, la DO ha decidido recuperar el proyecto El Aleluya del vino joven que impulsó el anterior presidente de la DO, Manuel Pimentel, y que se celebrará entre octubre y noviembre con un formato distinto. "La idea es utilizar el Patio Barroco para que los ayuntamientos y las bodegas presenten sus nuevos vinos y que se conozca el producto que se acaba de vendimiar", ya que los caldos de Montilla-Moriles se elaboran tras una vendimia que es la más temprana de toda Europa y que arranca a finales de agosto.

Respecto a los problemas puntuales de masificación que produjeron algunos días, el gerente de la DO, Enrique Garrido, señaló que ocurrió por el bloqueo de una puerta y que son cuestiones que se resolverán en el futuro. "Trabajaremos para que no se vuelva a repetir", apuntó Garrido. También defendió el cierre de la Cata del Vino durante unas horas por la tarde por la necesidad de adecentar el espacio y ofrecer las mejores prestaciones a los visitantes.