Carreto destituye al presidente del comercio del 'gobierno' de CECO

La junta directiva de la Confederación de Empresarios de Córdoba, organización presidida por Luis Carreto, decidió ayer destituir al presidente de Comercio Córdoba, Rafael Bados, "sin tener que votar", según dijeron fuentes de la organización. No se trata de un relevo inocente. La salida de Bados, responsable de una de las principales organizaciones empresariales de la provincia, está directamente relacionada con el desarrollo de la polémica en torno a las elecciones de la Cámara de Comercio.

Es sobradamente conocido que Comercio Córdoba decidió convertirse en una fuerza autónoma dentro de la Cámara dejando de un lado los acuerdos tradicionales de reparto de epígrafes entre las distintas asociaciones sectoriales. Eso generó un fuerte enfrentamiento en el interior de la organización patronal, aunque ello no evitó que Ignacio Fernández de Mesa, máximo responsable de Asaja y próximo a Carreto, se hiciera cargo de la entidad cameral.

"Con esta decisión, se está dejando fuera de los órganos de gobierno de la Confederación a un tercio de la economía de la provincia", dijo ayer Bados, consultado por El Día. Afirmó no haber recibido una comunicación sobre la decisión y ni siquiera quiso entrar en las causas que han llevado a esta situación.

La decisión de prescindir de Bados, propuesta por Carreto a la junta directiva de CECO, reunida ayer y a la que no asistió el presidente de los comerciantes, fue avanzada de alguna manera en la última asamblea de la patronal, celebrada el pasado mes. En su intervención ante el plenario, Carreto dijo: "Quien no acepta las decisiones de la mayoría salvo cuando le benefician está haciendo un mal uso de su papel en los órganos e instituciones en los que participa. Probablemente no se merezca estar en ellos". El máximo responsable de la organización empresarial remató asegurando: "La lealtad y la disciplina interna son normas que no permiten tibiezas".

La salida de Bados, que hoy tiene comparecencia pública, supone un hecho verdaderamente inédito dentro del equilibrio interno de poderes de la organización empresarial. Los comerciantes, dada su importante base social, forman parte de la cúspide de CECO desde su momento fundacional, ya que la organización se creó a raíz de las primeras protestas de las pymes por la instalación en Córdoba del Híper de la avenida de Carlos III por medio de Apepmeco, antigua denominación de la organización sectorial. El ex presidente del comercio Francisco Román Amor fue presidente de la Confederación de Empresarios y siempre han tenido un papel de relevancia dentro de la cúpula de la organización. En CECO aseguran que, en realidad, Carreto tiene la potestad de elegir libremente quién le acompaña en el comité ejecutivo, el órgano que se dedica a establecer las decisiones más relevantes de la organización. Hasta hace escasos meses, hasta que tuvo lugar la ruptura, se aseguraba en foros empresariales que Bados ocuparía una de las vicepresidencias de la organización en cuanto se asentase en el cargo. Bados seguirá siendo miembro de la junta directiva a la que pertenece en su calidad de máximo responsable de los comerciantes cordobeses.

Del antiguo comité ejecutivo sale también Mercedes Camacho, de la asociación de mujeres empresarias, una organización que renovará su junta directiva a finales del mes de julio. Los sustitutos elegidos son el presidente de Asemeco (la organización de empresas del metal), Fernando García, y el máximo responsable del colectivo que reúne a las sociedades que de residencias de ancianos, Antonio Gallardo. La cúpula de la organización se mantiene igual, tras la reciente dimisión de María Dolores Jiménez, con Ignacio Fernández de Mesa, Vicente Serrano y Jesús Díaz Laso como vicepresidentes.