Entrevista

Carmen Arias, presidenta del Colegio de Médicos de Córdoba: "El cuidado y la entrega hacen que la mujer quiera ser médica"

  • "La cercanía es indispensable en un medio donde estamos al lado de la gente en todo momento", reflexiona

Carmen Arias, presidenta del Colegio de Médicos de Córdoba.

Carmen Arias, presidenta del Colegio de Médicos de Córdoba. / Juan Ayala

La presidenta del Colegio Oficial de Médicos de Córdoba, Carmen Arias Blanco, cree que las mujeres "tienen mucho más impregnado que el hombre" unas "características innatas de nuestro género", como el cuidado y la entrega, que hacen que muchas de ellas hayan querido ejercer la profesión médica.

Carmen Arias (Villaralto, Córdoba, 1962) señala que "la mujer ha visto cómo dentro de nuestro mismo género, como en todas las especies, se nos ha seleccionado como cuidadoras" y que de ahí parte esa vocación que hace que en la actualidad dos tercios de la profesión médica menor de los 40 años sea mujer.

La primera de ellas en presidir la organización médica colegial cordobesa mantiene una entrevista en su puesto de trabajo, el consultorio de Villaharta, una población de 640 habitantes situada a unos cuarenta kilómetros de Córdoba, en plena Sierra Morena.

Durante la mañana, ha atendido a un 20% de pacientes que no tenía programados. Es la medicina de cercanía que ejerce por vocación. "Que los pacientes sepan que te tienen en cualquier momento, que estás pendiente de ellos, eso es mejora del paciente sobremanera", afirma con su uniforme de trabajo, "el traje de colorines de urgencias", como lo describe.

Es el uniforme del personal del Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias de Atención Primaria (DCCU), que está preparado para abandonar la consulta en cualquier momento ante la presencia de una emergencia sanitaria y que hace las funciones del 061 en toda la provincia, menos en Córdoba y Lucena.

En lugares como Villaharta, "la cercanía es indispensable, en un medio donde estamos al lado de la gente en todo momento", porque "en un sitio pequeño, donde no hay celador, no hay administrativo, la gente se acerca a ti, esa cercanía tiene que existir" y "si no tienes esa capacidad de llegar a la gente, no debes estar en medio rural", subraya Carmen Arias.

Por ello, en su opinión, "cada médico tiene su expectativas", por lo que lo ideal sería que cada uno estuviese "a gusto o acorde con una determinada especialidad, que estuviéramos en el sitio donde queremos estar".

A ella no le ha influido para alcanzar la presidencia del Colegio de Médicos ni su dedicación vocacional a la medicina familiar y comunitaria, ni su paso durante nueve años por la docencia de Radiología y Medicina Física en la Facultad de Medicina de Córdoba, ni tampoco el haber trabajado su tesis doctoral "a golpe de una rueda de coche al año" cuando estaba destinada en Espiel y cogía las vacaciones en octubre y noviembre para dedicar esos meses al trabajo de laboratorio.

"Donde trabajes o donde estés no tiene que ver con dedicarte a una cosa más, como en este caso, ya llevo muchos años trabajando en el Colegio de Médicos", afirma.

Son ya tres lustros en la Junta Directiva, cinco años como vocal de Atención Primaria y el resto como vicepresidenta, segunda entre 2013 y 2017 y primera entre 2018 y 2021.

¿Que si le cuesta cambiarse el traje de colorines del DCCU de las mañanas, por el de vestir de presidenta de la organización colegial de las tardes? "La verdad que yo no sé", dice mudando en risa la sonrisa que dedica a sus pacientes para llegar a ese más allá con el que pretende adivinar el problema sociofamiliar que puede haber detrás de una hipertensión que no se cura y que puede acabar en una hemorragia cerebral, que ha puesto como ejemplo de "la cercanía y el conocimiento del paciente y de su medio de vida que solamente se hace en la medicina familiar y comunitaria".

Para Carmen Arias, "el tiempo y la vida te da, sobre todo en esta profesión, en el que ya ves, el traje de colorines de urgencias hace que en cualquier momento puedas enfrentarte a miles de cosas de distinto color, cuando llegas allí es ver, más tranquila, todos esos problemas que perciben cada uno de nuestros compañeros de todas las especialidades".

A su juicio, "esa capacidad de adaptación la tenemos, creo que va innata con la profesión".

Aunque no descarta nada, no se plantea moverse de Villaharta, "donde estoy en esta medicina de cercanía" y puede defender la dignificación de "una profesión muy importante, muy bonita, muy necesaria", en la que los profesionales "siempre hemos salido a lo que haga falta".

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