"Cáritas es siempre Navidad". Al menos es lo que sostiene el delegado diocesano en esta entidad, Manuel Hinojosa, quien ayer presentó junto a la presidenta de la organización, María Dolores Vallecillo, y el secretario general de la misma, Salvador Ruiz, el balance anual de actividades. El de 2017 pasará por ser un ejercicio en el que a pesar de la pérdida de ayudas por parte de administraciones públicas como la Junta de Andalucía, Cáritas ha logrado atender a más de 20.000 familias en riesgo de exclusión social, una cuantía similar a la de 2016. Ruiz indicó que de todas ellas, más de 250 han recibido la ayuda directa de Cáritas Diocesana, ya que las diferentes Cáritas de cada parroquia no han tenido recursos para ellas.

La mayor parte de las ayudas que reciben estas familias se centran en el pago de suministros básicos, si bien, el secretario general reconoció que algunas Cáritas parroquiales han tenido que hacer frente a los cuotas de hipotecas de varias familias, ya que están no podían asumirlas por la escasez de recursos. Familias monoparentales, sin ningún ingreso económico y con todos sus miembros en paro y de edades avanzadas es el perfil mayoritario del colectivo que pide ayuda a Cáritas.

La casa de acogida Madre del Redentor tiene una lista de espera de 23 personas

En su intervención, el secretario general de Cáritas detalló también que a lo largo de 2017 el servicio de empleo de la organización eclesiástica ha atendido a más de 300 personas y ha logrado que 225 personas encuentren un empleo. De todos ellas, 125 se encontraban en situación de exclusión social, mientras que los otros 104 contratos que se han suscrito han sido a través de la empresa empresa de inserción Solidaridad y Empleo (Solemccor). "De las contratadas por Cáritas diocesana, fueron 40 mujeres las que se contrataron para el programa de ayuda a domicilio, con el que hemos atendido a más de 180 personas mayores y discapacitadas", añadió.

La intervención de Cáritas no se limita a prestar ayuda a familias en riesgo de exclusión social, ya que también atiende, según recordó Ruiz, "a los últimos, a las personas que viven sin hogar" y durante este año que ahora acaba ha atendido a 1.040 personas con sus diferentes servicios. Por un lado, la casa de acogida Madre del Redentor, que ha estado llena durante todo el año y no ha tenido plaza libre alguna desde su puesta en marcha hace ya 17 años. Ruiz destacó que existe incluso una lista de espera y hasta la fecha está integrada por 23 personas. El otro recurso de estas características que tiene Cáritas, también en esta instalación, es la conocida como ala de baja exigencia, que atiende a 22 personas por noche. Dentro de este programa se encuentra el dispositivo móvil de atención a personas en la calle -conocida como uvi social-, que se puso en marcha el pasado mes de noviembre. Se trata de un programa que comienza cada otoño ante la bajada de las temperaturas, desde hace más de una década de años. Su principal objetivo es ofrecer atención a las personas que viven en la calle hasta que llega la primavera, a quienes se les ofrece leche, caldo caliente y ropa de abrigo y se desarrolla en colaboración con Cruz Roja. Desde que este programa se inició hace más de un mes y medio, los voluntarios de Cáritas han atendido a 374 personas. Ruiz también aludió a los pisos de acogida de los que dispone la entidad en los que hay unas 50 personas.

Además del balance anual, Cáritas también presentó su nueva campaña Abre tu corazón. Con ella, la organización invita a la sociedad a "regalar" en estos días de Navidad solidaridad con los que más necesitan, reseñó. Ruiz indicó también que con esta campaña se puede contribuir a hacer posible la labor de Cáritas. Y es que a través de la misma, se han puesto a la venta pulseras solidarias en Cáritas Córdoba para regalar en bautizos, bodas, comuniones, confirmaciones, aniversarios o cualquier celebración relevante, cuyos beneficios de su venta irán destinados al apoyo de personas y colectivos verdaderamente necesitados de ayuda.

En su intervención, Ruiz también aludió al cambio de criterio a la hora de repartir las ayudas del 0,7%. Estas subvenciones tienen por objeto la realización de programas de interés general para atender fines de interés social, con cargo a la asignación tributaria del IRPF a gestionar por las comunidades autónomas. En este caso, la Junta de Andalucía ha dejado de aportar a Cáritas 180.000 euros. Una pérdida que no pone en peligro el desarrollo de programas, pero que ha obligado a la entidad a "optimizar los recursos al máximo", reconoció. Eso sí, Ruiz advirtió de que ante la falta de estos ingresos, por ejemplo, para el año que viene no habrá auxiliares en el programa de ayuda a domicilio, por lo que serán voluntarios de Cáritas -algo más de 1.900- los que se harán cargo de desarrollar esta labor. Por ello, hizo un llamamiento a la solidaridad y a las donaciones para poder seguir desarrollando su labor.