Córdoba

Carbonell: 150 años de saga

  • La empresa cumple un siglo y medio desde su fundación en 1866 en Córdoba por Antonio Carbonell Llácer Los 350 descendientes del fundador celebran un homenaje a su historia

La saga Carbonell, de raigambre tan cordobesa, está de celebración. Se cumplen 150 años de su fundación en 1866 por parte de Antonio Carbonell Llácer, y ese es el motivo por el que este fin de semana todos los descendientes del fundador de la célebre empresa agroalimentaria se reunirán en un homenaje y reconocimiento a la historia de una familia que cuenta con más de 350 miembros. El Carbonell de mayor edad tiene 90 años, se llama Antonio Montijano, y es misionero jesuita en Quito (Ecuador). Y la cara más joven es un bebé llamado Francisco Castejón, hijo del tataranieto del fundador.

Cabe recordar que Carbonell es hoy marca perteneciente al Grupo Deoleo, líder mundial en envasado de aceite de oliva, presente en 43 países y con una facturación de 139 millones de euros en 2015. Una empresa, sin embargo, cuyo verdadero impulsor fue el hijo de Antonio, Carlos Carbonell y Morand, el principal artífice de algunos de los grandes logros de la compañía, ya que fue él quien logró situarla en la primera década del siglo XX a la cabeza en las exportaciones de aceite y convertirla en una de las firmas del sector más importantes del país, con presencia de gran parte de sus productos en mercados de todo el mundo.

Carlos Castejón Montijano, bisnieto de la hija menor de Carlos Carbonell y abogado cordobés, charló ayer con el Día para dar los detalles de este "encuentro tan especial". "Los Carbonell somos varias ramas de familias y ésta es la ocasión perfecta para conocernos todos y poder honrar la memoria y el trabajo de Carlos Carbonell", comentó. Por ello, "hemos concretado varias actividades para este fin de semana". Ya se han unido sin embargo en otras tres ocasiones, "una aquí en Córdoba, otra en Madrid y la última en Denia", comentó Castejón. "Cuando estuvimos en Denia nos recibió Nicolás Merle, un importante abogado y también descendiente de Antonio", explicó. "Allí estuvimos en Alcoy", la ciudad de origen del fundador. "Estas visitas", apuntó, "han sido una especie de preparatoria para la gran reunión de este fin de semana".

Y es que la celebración familiar comenzó ayer a las 20:30 con un acto -organizado por Deoleo- en la plaza Flor del Olivo para la que los Carbonell han cedido un busto del hijo del fundador. Esta acción se enmarca dentro de la celebración del 150 aniversario de la compañía, una cifra con la que demuestra solidez, experiencia y compromiso con los consumidores y la sociedad española en su conjunto. En este sentido, Castejón insiste en que "Deoleo se ha portado muy bien con la familia, a quien ha facilitado un autobús para los más mayores y ha obsequiado a todos los miembros con una serie de recuerdos de la historia de los Carbonell". El emplazamiento del acto de ayer "no es casual" ya que "en esta plaza estuvo situada la antigua fábrica de Carbonell, por lo que más bien significa una vuelta a los orígenes de la compañía". De la historia de esta fábrica, conocida como la de San Antonio, queda testigo el chimeneón.

La escultura -que estaba en las instalaciones del Grupo Deoleo en su planta de Alcolea- es un busto de bronce realizado por Mateo Inurria con la figura de Carbonell y Morand asentado sobre un pedestal de granito y significa un reencuentro simbólico entre padre, Carlos Carbonell; e hijo, Rafael Carbonell Muñoz, teniente laureado con el mérito de San Fernando que falleció con solo 22 años en el conocido como Desastre de Annual de 1923. "Padre e hijo volverán a estar juntos ya que el busto se situará a unos cien metros de la plazuela Teniente Rafael Carbonell", acentuó Castejón. Después de este acto la familia cenó en El Bandolero.

Hoy, sin embargo, los Carbonell se dividirán en dos grupos para visitar los lugares más emblemáticos de la historia de sus antepasados, de los que Castejón dice estar "muy orgulloso". "Fueron empresarios modelo que tenían una ética y unos valores basados en el capitalismo con moralidad", señaló. Y es que, "Carlos Carbonell, en su lecho de muerte, dejó claro que quería que se pagase a todos los acreedores de esa empresa que acababa de nacer y que consiguió salir adelante gracias al esfuerzo de una familia" que lleva como lema "La unión, la providencia y el trabajo".

"Vamos a hacer un homenaje a un hombre que hizo mucho por Córdoba", alabó Castejón, "porque Carlos Carbonell, además de comerciar el aceite, trajo la electricidad a la ciudad, y es un ejemplo de empresario". Y añadió que Carbonell y Morand fundó la Cámara de Comercio y fue catalogado por el Círculo de Empresarios como uno de los 100 empresarios españoles más relevantes del siglo XX por su visión de futuro y capacidad de trabajo. Asimismo Carbonell ha editado un libro conmemorativo titulado 150 años en casa. Libro de recetas de familia, que narra la historia de cinco mujeres de diferentes generaciones y cuyas recetas se entrelazan con la evolución de la compañía. Este libro es "uno de los obsequios que han recibido los descendiente de Antonio Carbonell", explica Castejón, quien quiere concluir destacando el "legado de respeto, moralidad, ética empresarial y cristiana" que ha recibido de su familia.

El director de marketing del grupo Deoleo, Francisco Rionda, manifestó que "uno de los objetivos principales de esta acción es recuperar la presencia de la marca Carbonell en Córdoba y fomentar la identidad del patrimonio cultural de la ciudad. Carbonell sigue teniendo en Córdoba ese halo de prestigio, de buen hacer, de emprendimiento que conviene no solamente no perder, sino reforzar". Para finalizar, aseguró que "con este acto pretendemos recordar cómo su trabajo y dedicación contribuyeron al desarrollo del sector oleícola español y al progreso de Andalucía".

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