El parqué
Mayoría de descensos
Primero desalamos la tripa de bacalao un día antes de cocinarla metida en agua, y cambiándole el agua dos o tres veces para que nos quede en su punto de sal.
Por otro lado, ponemos en remojo los garbanzos también un día antes de realizar el guiso.
A la hora de cocinar los callos, primero limpiamos bien la tripa y la troceamos.
Por otro lado, picamos la cebolla y los ajos y lo sofreímos a fuego lento. Cuando esté la verdura pochada, añadimos los callos, los garbanzos, el pimentón y el fino Montilla-Moriles. Subimos potencia para que evapore el alcohol y cubrimos la olla de agua. Dejamos cocer a fuego lento hasta que los garbanzos estén en su punto, añadiendo en mitad de la cocción el chorizo.
El nombre de callos proviene de la textura que tiene la tripa de bacalao al guisarla, que es muy similar a la de los callos de carne.
La tripa de bacalao salada la pueden encontrar en tiendas gourmet especializadas, yo aquí en Córdoba la compro en comercial Manolo Estudillo Moreno.
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