Cajasur reduce a 2.100 empleados la plantilla tras el recorte laboral

Los sindicatos y la empresa cierran la comisión de los acuerdos con la espina clavada de las 148 desvinculaciones forzosas que han sido necesarias para cumplir los cupos

F. J. D.

29 de marzo 2011 - 06:56

"Al final ha sido doloroso, pero la buena noticia es que ha terminado ya". Así de claro expresaba ayer por la tarde el representante de Relaciones Institucionales de Aspromonte, Antonio Cuesta, la sensación que existía entre los representantes sindicales que han negociado el acuerdo laboral con los directivos de BBK, nuevos propietarios del banco cordobés. Y es que BBK Bank Cajasur dio ayer por cerrado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha dejado la plantilla de la antigua caja reducida a 2.100 empleados tras la salida de 652, 16 menos de los previstos. Pero la cifra global es lo de menos porque el meollo de la cuestión en los últimos días ha estado en las salidas forzosas, un total de 148, que han sido necesarias para cumplir el cupo de voluntariedad que no fue cubierto en su totalidad.

De la caja salen por tanto 415 empleados por la vía de la prejubilación, 13 menos de los previsto pues pese a estar apuntados al programa este mismo año alcanzaban la edad de la jubilación y han quedado fuera del acuerdo. Los prejubilados se han ido con el 87% de su salario y una prima fija de 30.000 euros independientemente de su categoría profesional.

El apartado de las bajas incentivadas y de las reducciones temporales de contrato ha sido más complicado, pues los trabajadores no se han acogido voluntariamente tal y como era la premisa principal del acuerdo y ha sido necesario pedir el alistamiento forzoso de los citados 148 empleados, tres menos de los previstos porque uno ha fallecido, otro es delegado sindical y el tercero, miembro de la asamblea de la entidad. Ésta ha sido la parte más complicada del proceso. Y es que de los 240 puestos de desvinculación que se ofertaban sólo se cubrieron de primeras 89 y eso llevó a la empresa a realizar una lista de excedentes que se resolvió entre el martes y el jueves de la semana pasada.

Para Antonio Cuesta, que hizo ayer balance del proceso, la situación del mercado laboral ha sido la causa de que no se hayan alcanzado las expectativas esperadas y recordó que "las condiciones económicas pactadas han sido las mejores del sector, pues se han pagado 90 días por año trabajado". No obstante, este representante de Aspromonte reconoció el "fracaso colectivo" del acuerdo pues la primera premisa del mismo era la "voluntariedad" de todas las salidas de Cajasur, algo que finalmente no ha sido posible. Pero el proceso terminó ayer con la reunión de la comisión de seguimiento de los acuerdos y ha dejado un regusto amargo a todos. Según los sindicatos, al final la totalidad de los trabajadores a los que la empresa advirtió de que serían despedidos si no se acogían a las bajas incentivadas o suspensiones temporales decidieron adherirse a estas medidas y beneficiarse así de la prima adicional de 6.000 euros por salir del nuevo banco.

Uno de los representantes de CCOO, José Rafael Navarro, manifestó ayer que confía en que este recorte sirva para relanzar la actividad del banco Cajasur y que pronto sea una empresa viable y que garantice el futuro de los 2.100 trabajadores que han quedado. Para él, lo ideal hubiera sido que todas las salidas se hubieran realizado por la vía de la prejubilación para evitar las situaciones de la semana pasada, pero este extremo no pudo ser alcanzado ni de lejos en la negociación de las partes. En este sentido, Cuesta apostilló que cuando se equilibren los número de BBK Bank Cajasur a los de la matriz el reto será negociar la equiparación de las condiciones de los trabajadores a los del grupo BBK, pero reconoció que "todavía es pronto para hablar de eso". Por parte de UGT, Antonio Bueno, manifestó ayer a El Día que por fin se cierra un periodo de negociación que no ha terminado como se esperaba y recordó el esfuerzo que ha realizado la plantilla de Cajasur para asimilar el proceso.

Todas las fuentes sindicales y empresariales coincidieron ayer en rechazar que el ERE que ayer se cerró vaya a tener ningún tipo de secuelas a corto plazo. Y es que en la documentación, concretamente en uno de los anexos, entregada a los empleados que se han acogido a las bajas aparecen cifras de ajuste laboral que son "formalismos" que sólo planteaban escenarios que no se han cumplido finalmente y por eso se presenta una reserva de 90 empleados aparte de los 668 iniciales. Los sindicatos quisieron ayer resaltar que el recorte es un capítulo cerrado.

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