"El C3A es el mayor reto al que me he enfrentado"
álvaro rodríguez fominaya. director del ca
El canario, que goza de una relevante trayectoria internacional, es el primer director artístico del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, al que quiere dotar de una identidad reconocible
álvaro Rodríguez Fominaya (Las Palmas de Gran Canaria, 1968) empezó su carrera profesional en el Centro Atlántico de Arte Moderno de su ciudad natal. Posteriormente dio el salto internacional al asumir la dirección de Para/Site Art Space en Hong Kong entre 2008 y 2011, y de ahí viajó a Nueva York como conservador del Solomon R. Guggenheim Museum. El pasado marzo fue elegido primer director artístico del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A).
-¿Cuáles son los ejes de su proyecto para el centro y en qué medida considera que son realizables?
-La gran seña de identidad del C3A van a ser los programas de artistas en residencia, junto con todas aquellas actividades y espacios que tienen que ver con la generación de ideas y la propulsión de debates: lo que llamamos programas públicos, con todas las configuraciones en que pueden aparecer. A nivel conceptual, hablamos del desarrollo de distintos vectores que funcionarían como constelaciones que conectamos con la educación de los públicos y el desarrollo y el trabajo en torno a conceptos como el medio ambiente, sobre los que va a girar gran parte de la programación del centro, tanto de exposiciones como de programas públicos.
-En el mapa internacional de centros de arte, ¿qué puede aportar de propio o singular el C3A?
-Hay que distinguir entre el impacto que va a tener el centro en Andalucía, contribuyendo al desarrollo de Córdoba como uno de los epicentros del arte contemporáneo en esta comunidad y en España, y el ámbito internacional. En el escenario español y andaluz es un centro absolutamente singular y su función va a ser de cimiento, básica para que podamos hablar de un sistema del arte que se desarrolle de una forma sostenida. Como elementos singulares del centro tenemos que destacar la fachada mediática, que es la más grande que conozco: no sé si esto significa algo pero nos va a dar posibilidades de desarrollo sobre todas aquellas ideas que tienen que ver con los media y las nuevas tecnologías en el entorno del arte contemporáneo.
-¿El centro cuenta con el apoyo institucional necesario para desarrollar todas sus potencialidades?
-Sí, absolutamente. Si no, no estaría aquí. Hay una situación general que afecta a la cultura en toda España tras la crisis financiera del año 2008, y sí es cierto que las instituciones culturales han quedado relegadas. Pero es una cuestión que a nivel presupuestario afecta a todo el Estado español, no solo a Andalucía. En este sentido, hay que aprender a moverse en una situación presupuestaria realmente ajustada.
-¿Qué vamos a ver en el C3A a partir del otoño?
-En el otoño vamos a ver ya una idea representada de lo que queremos que sea el C3A en los próximos años. Van a venir cuatro artistas en residencia que están vinculados a un congreso comisariado por La Fragua en el que reflexionaremos sobre la agricultura y el arte contemporáneo, con científicos y artistas interactuando y debatiendo. Estará la artista María Ptqk revisando un taller. Iniciaremos los talleres para artistas con tres grandes figuras del arte contemporáneo que representan muy bien esta idea de investigación sobre lo que significa la interdisciplinariedad: Pilar Albarracín, Du Yun, una de las pocas mujeres que han recibido el premio Pulitzer, muy recientemente, por su labor como compositora, y Thomas Köner, artista contemporáneo y sonoro. Y además inauguraremos una gran exposición, Constelaciones, que hemos desarrollado en colaboración con el Musac de León. Habrá otra serie de programas públicos. Un hito muy importante para nosotros es el lanzamiento del programa educativo de bandera del centro. Lo estamos desarrollando para poner en conexión los centros educativos con el C3A a través de una serie de ideas didácticas. Los profesores desarrollarán una parte en el aula y la actividad tendrá continuidad con un taller y una visita guiada al centro. Es un proyecto fundamental: queremos tener impacto educativo. Los artistas que pasen por el centro, en su mayor parte, también llevarán a cabo pequeños proyectos educativos con colegios de la zona. Son proyectos abiertos a centros de toda la ciudad y de la provincia pero queremos establecer una colaboración particularmente estrecha con los colegios del Sector Sur, que ha sido históricamente una zona con grandes carencias.
-¿Cómo se van a desarrollar estas primeras residencias? ¿Qué van a realizar los artistas?
-Son residencias de corto plazo: las de plazo medio o largo se desarrollarán a partir del próximo año, cuando convoquemos oficialmente las becas-residencia. Las de este otoño serán residencias de un mes en las que los artistas van a desarrollar un trabajo de investigación y realizarán una presentación en el marco del congreso.
-¿Cuántas residencias habrá el próximo año y qué duración tendrán?
-El modelo de residencia es muy claro y está pactado con las asociaciones profesionales. Son residencias de cinco meses, con una beca total de 7.000 euros. Habrá diez residencias, nueve destinadas a artistas plásticos y una a un artista escénico. El modelo lleva todo un procedimiento administrativo que tenemos que cumplir antes de proceder a la convocatoria.
-¿Dónde se alojarán los artistas?
-Nosotros no tenemos apartamentos para los artistas. Las becas se plantean con una cuantía económica suficiente para que los artistas puedan destinar parte del dinero a alojarse en la ciudad. Afortunadamente, el precio del alojamiento en Córdoba es inferior al de otras ciudades y grandes capitales y creemos que podrán vivir con este dinero. Estamos en contacto con distintas instituciones para estudiar posibilidades de alojamiento alternativo.
-En una rueda de prensa se anunció la programación de conciertos para el verano en el exterior del centro, pero esto no se ha llevado a cabo...
-La cuestión de actividades en el exterior es compleja debido a la normativa de ruidos que tenemos que cumplir. Es cierto que habíamos previsto realizar conciertos en verano pero finalmente no ha podido ser y esperamos hacerlos en el otoño. Estamos concretando con cuatro promotores musicales y colectivos dedicados a la música experimental y el arte sonoro, dos de ellos de Córdoba.
-Córdoba es una ciudad en la que, a pesar de hitos como Equipo 57 o Pepe Espaliú, los lenguajes de la contemporaneidad no han tenido una gran penetración... Hay mucho por hacer en este sentido.
-En términos de difusión y comprensión del arte contemporáneo tenemos todo un trabajo que hacer. Es cierto que otras instituciones ya están trabajando en aspectos similares como la Fundación Botí. Va a ser un trabajo complejo y a largo plazo. Generar un público para el arte contemporáneo no es algo que se pueda hacer de un día para otro. Para nosotros el desarrollo de los programas públicos, de programas educativos sólidos y constantes en el tiempo, es fundamental para que al cabo de unos años veamos los frutos. Hay que mirar a largo plazo porque los resultados se verán en lustros o décadas. Es cierto que, por lo que percibo, Córdoba es una ciudad enfocada a otras manifestaciones culturales, la poesía, la música y el flamenco, y el arte contemporáneo no tiene el peso que sí tiene en otras ciudades que cuentan con un centro de este calibre desde hace más tiempo.
-¿Qué alianzas va a establecer el C3A con centros similares?
-Ahora mismo la prioridad para mí es que el C3A defina su propia identidad y que los programas se generen desde el propio centro, como ocurrirá en todo el año próximo. Aun así, las colaboraciones forman parte de nuestra idea de generar redes. Tenemos un acuerdo ya con La Casa Encendida y para años sucesivos haremos colaboraciones puntuales con otros centros de arte a nivel español e internacional. Pero insisto en que en estos momentos la prioridad es que definamos quiénes somos.
-El proyecto del C3A ha tenido un desarrollo un tanto tormentoso: demoras, inconcreciones, incumplimientos políticos, polémicas... ¿Considera que su apertura al público se produjo en las condiciones ideales?
-Hay una realidad y es que la crisis económica nos cogió con la finalización del edificio, y eso fue un factor fundamental, pero creo que también hubo una voluntad de abrir el centro y de decir "se hace camino al andar". Y es como estamos funcionando. Ya hay gente aquí trabajando con las contratas que tenemos, el centro no está parado, tenemos el apoyo del CAAC, ya que estamos adscritos a su estructura administrativa, y creo que en un plazo razonable veremos que todos los componentes entran en funcionamiento. A nadie se le oculta que a lo mejor no es la situación ideal, pero en ningún lugar del mundo suceden las situaciones ideales. Cuando se fundó el Museo Guggenheim en los años 30, la sede primera era un local comercial de un concesionario de automóviles. Creo que la realidad es positiva: hay un centro abierto que se está dotando de personal y en breve habrá un equipo de trabajo para desarrollar los distintos proyectos, y va a ser una aportación fundamental al tejido cultural, social y educativo de la ciudad.
-Esta adscripción a la agencia del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, ¿es la manera más operativa para el funcionamiento del C3A y la que más le conviene?
-Es una cuestión administrativa para la que no tengo respuesta. Las distintas personas que han tenido la responsabilidad de tomar esta decisión han creído que así debía ser. Yo me estoy encontrando cómodo en esta estructura. Tenemos autonomía en la definición de los contenidos y tenemos apoyo en lo administrativo. No veo aspectos negativos relacionados con la estructura actual.
-Después de su paso por Hong Kong, Nueva York..., ¿qué estímulos profesionales le plantea trabajar en el C3A y en Córdoba?
-Es el mayor reto profesional al que me enfrentado. Por el tamaño de la institución, por la expectativa que se ha generado, por el hecho de que no exista un público formado en torno al arte contemporáneo (un público masivo, porque sí hay un público minoritario)... Son retos que asumo. Creo que ahora mismo hay que trabajar, y hay que dejar pasar el tiempo, porque insisto en que en un centro de arte contemporáneo no podemos hablar de plazos cortos. Habrá que hacer una valoración una vez haya podido cumplir los cuatro años de contrato que tengo.
-¿Qué le parece el edificio?
-Es un activo para la institución, una arquitectura monumental sumamente atractiva que ahora mismo está sirviendo para que muchos ciudadanos y visitantes se acerquen al arte contemporáneo a través de él. Es un edificio muy complejo: fue diseñado con una serie de usos que posteriormente fueron modificados. Nieto y Sobejano lo diseñaron teniendo en mente que esto iba a ser como el ZKM, pero el C3A no va a seguir ese modelo porque no está exclusivamente especializado en nuevos medios y nuevas tecnologías. En este sentido hay una serie de retos y cuestiones que resolver. He dicho antes que hacemos camino al andar y estamos descubriendo la potencialidad del edificio y adaptándolo a las necesidades reales que vamos a tener. Esto no se hace en un día, es un proceso que se hará de forma paulatina a medida que vayamos descubriendo esas necesidades. Estamos en una fase de rodaje, lo que llaman en inglés test drive. Creo que es bastante sano el hecho de ser conscientes de que tenemos margen de maniobra para experimentar y adaptar aquellas cuestiones que veamos que pueden no funcionar.
-¿Qué le parece la ciudad, su patrimonio, su cultura...?
-La ciudad tiene un gran número de instituciones de rango museístico que dialogan de tú a tú con otras a nivel nacional e internacional, por ejemplo el Museo Arqueológico. El rango patrimonial de la ciudad es único en el mundo. Pero una cuestión importante es señalar que el lugar del C3A es singular en conexión con todas las demás instituciones de índole museística de la ciudad. Hay un carácter complementario, para nada competitivo.
-¿Cuándo decidió dedicarse a esto?
-Llevo 20 años trabajando en el arte contemporáneo a nivel profesional. El momento de solidificación fue la realización de un programa de posgrado en la Fundación La Caixa, en Barcelona, en el que tuve como grandes maestras a María de Corral y Rosa Martínez. Fue una escuela fundamental para todo lo que he desarrollado después.
-¿En qué momento se encuentra el arte contemporáneo en España?
-Estamos empezando a ser testigos de un momento de normalización y de homologación internacional. El hecho de que haya numerosos profesionales de la gestión y el comisariado que están trabajando fuera de España y relacionándose con naturalidad con instituciones como Documenta o la Tate está facilitando la visibilidad de los artistas españoles. En este sentido, creo que estamos viviendo una fase de expansión del arte español a nivel internacional. También es cierto que el sistema del arte está estrechamente conectado con el mercado, y existe una cierta correlación entre la visibilidad internacional y el peso económico y el del mercado del arte en cada país. En este nivel, en España tenemos un sector del mercado del arte que quizá aún no es homologable al de Alemania, Suiza o Inglaterra, y esto es una desventaja a la hora del desarrollo de proyectos y la visibilidad de los artistas.
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