Bretón niega el maltrato psíquico a Ruth Ortiz y se presenta como sumiso

José Bretón, condenado a 40 años por asesinar a sus dos hijos, Ruth y José, negó ayer que maltratara psíquicamente a su exmujer y se presentó como una persona sumisa en su relación con Ruth Ortiz, al afirmar que "era ella quien lo decidía todo y que él accedía". En su declaración en el Juzgado de lo Penal 4 de Huelva, que lo juzga por un delito de maltrato psíquico habitual contra su exmujer, Bretón aseguró que "nunca" le impuso nada, ni la controlaba, sino que era ella "la que decidía desde lo más importante a las cosas más cotidianas", pero como él estaba de acuerdo "no había problema".

Bretón, trasladado desde la prisión de Villena (Alicante), indicó que tampoco impuso las relaciones sexuales, que las mantenían "cuando se ha podido" y les apetecía, "de mutuo acuerdo" y que nunca la coaccionó y ni le dijo que "había que mantenerlas a diario porque le relajaba y era la obligación de la mujer, es algo que no me entra en la cabeza", dijo. En su turno, narró que conoció a Ruth a finales de 1998 y, lo que más le gustó de ella, era "su carácter fuerte y su personalidad". Hasta el 15 de septiembre de 2011 vivieron en Córdoba, Almería y Huelva y afirmó que se "quebraba la cabeza" para "alegrarle la vida". "La he tratado como una reina", señaló y añadió que "se quedó con cara de tonto" cuando en septiembre de 2011 ella le dijo que quería separarse.

Después de la declaración de Bretón, le tocó el turno a Ruth Ortiz, quien se acogió a su derecho a no declarar y antes de abandonar la sala lamentó que el juicio no se celebre a puerta cerrada. "Es lo único que pedí", apuntó e incidió en que "muchas gracias a los que han decidido que no sea así".

Junto a Ortiz estaban citados a declarar otros trece testigos, nueve a propuesta de la Fiscalía, entre ellos la madre de Ruth, Obdulia Ramos, y sus hermanos Estanislao y Cristina Ortiz, aunque la última de ellas no compareció. En sus declaraciones, de una forma u otra, tanto la madre como el hermano, coincidieron al destacar el carácter "sumiso" de Ruth en su relación con Bretón, pese a ser una persona con un carácter fuerte, y en que era ella la que se encargaba del cuidado de los niños y la casa.

Obdulia Ramos, por ejemplo, relató que vio cosas en la pareja "que no eran normales", contestaciones, por parte de él, que "no eran muy adecuadas en función de la simpleza de los hechos" y ante eso su hija "siempre mantenía el silencio" algo que "no encajaba" en su carácter fuerte, subrayó. En esta misma línea se desarrollaron las declaraciones de amigos de la pareja, quienes incidieron en que él trataba muy mal a Ruth y que ella iba siempre "a lo que él dijera o hiciera".

El principal testigo de la defensa fue Rafael Bretón, hermano del acusado, quien aseguró que su hermano "no es una persona violenta ni autoritaria" y que "nunca" le ha visto "ni amenazar, ni vejar ni despreciar" a Ruth Ortiz con la que mantenía "una buena relación". Tras él, declaró la exmujer de Estanislao Ortiz, quien definió a Bretón como una persona "agria y seca con el mundo en general, no era simpático, maniática y controladora, no quería que se le escapara nada". No obstante, reconoció que "siempre fue aceptado por la familia de Ruth muy bien, lo tenían como muy subido".

A la salida de la Audiencia, la letrada de Bretón, Bárbara Royo, señaló que está "contenta" con el juicio, ya que "se han visto muchas de las falsedades que han dicho durante la instrucción". También apuntó la posibilidad de que la retirada del escrito de acusación por parte de la víctima puede deberse a que "no tuviera la consistencia suficiente". Esta causa es consecuencia de la denuncia que Ortiz interpuso contra Bretón un día después de la desaparición de los niños, por recomendación policial, y que ratificó el 16 de marzo de 2012.

El juicio continua hoy con la que será su última sesión, en la que están citados a declarar distintos peritos.