El dulce y apetitoso sabor de la tradición

pastelería confitería antonio luqueDirección: Calle Mayor, número 21 (Pozoblanco).Teléfono: 957 77 00 70

Antonio Luque y su hija Nunci con algunos de los dulces que preparan en su pastelería.
Antonio Luque y su hija Nunci con algunos de los dulces que preparan en su pastelería. / Sánchez Ruiz

La Semana Santa, al igual que la Navidad o la festividad de Todos los Santos, es una época del año en la que el dulce siempre está presente en las reuniones familiares. De manera paralela a la tradición de estos días, se degustan recetas de toda la vida como las torrijas o los pestiños. Y cuando hay que disfrutar de las dulces tradicionales siempre conviene recurrir a maestros pasteleros de toda la vida, que siguen elaborando su producto de manera natural. Ésa es la mejor garantía de sabor y calidad. Tal aval es el sello de la Pastelería-Confitería Antonio Luque, un negocio que suma ya 36 años de vida endulzando los momentos especiales de sus clientes, que han hecho de esta casa una de las más valoradas y solicitadas en Pozoblanco.

Fue Antonio Luque, un vecino de Aguilar de la Frontera, quien hace ya más de tres décadas que inició este negocio en la localidad de Los Pedroches. Antonio se formó con un tío suyo en el mundo de la repostería y tras años de trabajo en su localidad natal, se marchó a Pozoblanco, donde acumuló experiencia durante 14 años en una pastelería local antes de iniciar su aventura propia. Tras toda una vida dedicada a este mundo, Antonio ha cedido el testigo a la segunda generación familiar en su pastelería. Desde hace unos años es su hija Nunci la que lleva las riendas del negocio, respetando la tradición y la manera de trabajar heredada de su progenitor.

El paso de los años ha hecho evolucionar el negocio de la pastelería, como confiesa Antonio Luque, quien recuerda que hace unas décadas "el servicio se basaba en atender al cliente, que compraba dulces para comer en casa; ahora, la pastelería es también una cafetería, en la que servimos café y todo tipo de bebidas y en la que nuestros clientes pueden sentarse tranquilamente a degustar nuestros dulces". Lo que se mantiene innegociable para este veterano repostero es la manera de trabajar y de elaborar que caracteriza su pastelería, pues "todas las elaboraciones se hacen de manera artesanal y con las recetas antiguas que se utilizaban en mi familia". Ese sello se nota en dulces tan típicos como las torrijas, los cachondos o los bienmesabe, algunos de los más característicos de la Cuaresma. Además, Antonio Luque despacha durante estos días gran cantidad de dos de los dulces favoritos de los pozoalbenses, como son los luqueñitos y los tarugos. El primero es un bizcocho de almendra que se elabora con yema de huevo y crema de leche; el segundo, es una trufa con crocanti y virutas de chocolate. Dos auténticas delicias que merece la pena probar.

La Pastelería Confitería Antonio Luque cuenta con una amplia terraza, que en estos días de sol y buenas temperaturas es un reclamo para su clientela, la mayoría bastante asidua y conocida de esta familia que hace medio siglo se instaló en Pozoblanco. La pastelería -que atiende cualquier encargo personalizado para tartas y demás- permanece abierta durante todo el año y, conforme se acerca el verano, el helado cobra protagonismo junto a los dulces que se elaboran todo el año.

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