Córdoba ha vivido una Semana Santa complicada para los cofrades, debido a las intensas lluvias que han impedido la práctica totalidad de las procesiones previstas en la capital, y muchas en los diferentes municipios de la provincia. Una situación que, en plena sequía en Andalucía y buena parte del territorio español, tiene una cara más que positiva, y es la de la repercusión que estas precipitaciones están teniendo en las reservas hídricas y la propia naturaleza.

En la Sierra de Córdoba, uno de los parajes más beneficiados por estas intensas lluvias están siendo los Baños de Popea, de los que vuelve a manar el agua con fuerza, dibujando estampas que hace solo unos meses parecían tristemente olvidadas.

Tal y como muestran las imágenes que encabezan esta información, tomadas en la mañana de este Viernes Santo, los Baños de Popea lucen en todo su esplendor, acompañando el resurgir de la Sierra cordobesa, que ha recibido las precipitaciones caídas en las últimas semanas como un elixir después de muchos meses complicados por la falta de agua.

Aunque la situación hídrica todavía está lejos de ser la ideal, en Córdoba las fuertes precipitaciones que se están registrando desde hace meses se dejan ya sentir de manera notable en los pantanos y embalses de toda la provincia. Gracias a estas constantes lluvias, los embalses cordobeses han logrado recoger gran cantidad de agua y se encuentran ya al 31,35% de su capacidad.

Según los datos actualizados por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Cuenca del Guadalquivir, los embalses de su demarcación acumulan ya 1.040,7 hectómetros cúbicos de agua de los algo más de 3.320 que tienen de capacidad. Se trata de un incremento porcentual más que elevado respecto al pasado 11 de marzo, cuando estaban al 23,1%; es de decir, que en apenas 20 días se ha registrado un incremento de más de 8,2 puntos porcentuales.