El Ayuntamiento renueva el mobiliario de la Ribera con bancos antivandálicos
Los antiguos asientos se instalaron hace menos de una década dentro del Urban
El deterioro de los bancos de madera y hierro forjado colocados en el tramo de la Ribera comprendido entre el Puente Romano y la ermita de los Mártires ha llevado al Ayuntamiento a adelantar la fecha de renovación de este mobiliario urbano para decantarse por unos asientos antivandálicos, de una mayor resistencia que los anteriores. En concreto, se trata de unos bancos del tipo Essen, un modelo que la empresa catalana Fundición Dúctil Benito -la entidad proveedora- los califica en su catálogo de productos como una variedad "antivandálica e indestructible". Para ello, el Gobierno municipal ha tenido que efectuar un desembolso económico de alrededor de 20.000 euros, ya que ha sustituido en torno a un centenar de bancos y el precio de venta e instalación de cada uno de estos elementos es de poco más de 200 euros, según la información facilitada por la propia entidad.
Sin embargo, llama la atención especialmente que la sustitución de los bancos de la Ribera se haya llevado a cabo apenas una década después de su colocación. Los anteriores, que también constan en el catálogo de la empresa Fundición Dúctil Benito, tienen incluso un precio más elevado -algo más de un 10% más caros que los nuevos-, ya que combinan dos tipos de material para su construcción, madera y hierro forjado. Aquéllos fueron pagados con cargo a los fondos europeos del Plan Urban-Ribera, una programa que conllevó la rehabilitación de buena parte de esta zona de la ciudad.
Diez años después de su colocación, los asientos de la Ribera han tenido que sustituirse como consecuencia del estado de deterioro que acumulaban. Entre los principales daños que presentaban destacaban pintadas y roturas de los tableros, tanto la madera del respaldo como del propio asiento. El modelo Essen, el elegido en esta ocasión por el gobierno municipal, está fabricado exclusivamente con hierro, con pies, respaldo y asiento en fundición dúctil. Tiene además un acabado con un tratamiento de tipo ferrus, que consiste, según la descripción de Benito, en un sistema de protección que "garantiza una óptima resistencia a la corrosión". El grado de perdurabilidad es tal que puede llegar a soportar hasta "300 horas de niebla salina", lo que viene a decir que el riesgo de oxidación es prácticamente inexistente.
El carácter antivandálica viene dado, por otra parte, tanto por el material con el que están fabricados estos bancos como por el anclaje que tienen. Estos asientos, a diferencia de los que se colocaron a finales de la década de los 90, están fijados al suelo con unos tornillos especiales que impiden que puedan ser arrancados.
20.000
También te puede interesar
Lo último