La conclusión de las obras del eje comprendido entre las plazas de las Tendillas y Corazón de María (Trinitarios) representa una de las principales deudas del Ayuntamiento con los vecinos del Distrito Centro, sobre todo con aquéllos que residen en los barrios de San Lorenzo y El Realejo, los principales afectados por este retraso. Tras la finalización de la reforma de la calle San Pablo, una actuación que se llevó a cabo en la pasada corporación municipal y que estuvo acompañada por la instalación de una pilona, le siguieron las obras en El Realejo y el entramado de calles del entorno inmediato y las de la calle Alfonso XIII, las últimas que han concluido. El objetivo que se fijó el Gobierno local consistía, sin embargo, en que la zona reformada llegara, al menos, hasta la plaza de San Lorenzo. Incluso dejó entrever la posibilidad de proyectar e iniciar si se pudiera la última fase, que conecta las plazas de San Lorenzo y los Trinitarios a través de la calle María Auxiliadora.

La crisis, que ha dejado guardados en el cajón algunos otros proyectos comprometidos por el Gobierno municipal, se ha convertido en cualquier caso en el principal enemigo del programa de actuaciones en el citado eje. El Consistorio logró que una parte de las obras de la calle Alfonso XIII se financiara con cargo al Fondo Estatal para la Inversión Local (FEIL), pero ni los presupuestos municipales ni el siguiente plan anticrisis del Gobierno central, el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local (Feesl), incluyeron la esperada remodelación de la calle Santa María de Gracia.

El concejal de Infraestructuras, Pedro García, consciente de la demora que acumula esta intervención, se comprometió ayer con los vecinos del centro de la ciudad a ejecutar la reforma de Santa María de Gracia. La obra, sin embargo, tendrá que esperar a la próxima corporación municipal. Para llevarse a cabo necesitará una inversión de 400.000 euros. Aparte de esta actuación, García también señaló que el Ayuntamiento tiene previsto acometer próximamente el asfaltado de la calle María Auxiliadora, otra de las vías que forman parte del citado eje.

Un proyecto que sí ha experimentado un notable avance es la conexión entre el entorno de la Catedral y Ronda de los Tejares. El último y definitivo impulso ha sido la remodelación de la calle Cruz Conde, una actuación que está previsto que concluya en esta corporación municipal y que representa la culminación de la serie de reformas de las calles comprendidas entre la Catedral y la avenida Ronda de los Tejares. En el aire está, no obstante, su peatonalización integral. Parece clara la restricción circulatoria de una parte, pero vecinos y comerciantes apoyan con algunas condiciones que se haga de manera total. La creación de plazas de aparcamientos y alternativas en la circulación son dos de las medidas complementarias que han aportado para ello.