En los extremos, el catedrático Manuel Olivencia y el magistrado Guillermo Jiménez, que acompañaron al nuevo académico de honor; Gonzalo Piédrola, presidente del Instituto de Academias de Andalucía; Aurelio Menéndez y Pedro Luis Serrera Contreras, presidente de la Real Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia. Foto: Victoria Ramírez
Aurelio Menéndez, académico de honor
1/10En los extremos, el catedrático Manuel Olivencia y el magistrado Guillermo Jiménez, que acompañaron al nuevo académico de honor; Gonzalo Piédrola, presidente del Instituto de Academias de Andalucía; Aurelio Menéndez y Pedro Luis Serrera Contreras, presidente de la Real Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia. Foto: Victoria Ramírez
2/10El presidente de la Real Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia, Pedro Luis Serrera Contreras, impone la medalla como académico de honor a Aurelio Menéndez. Foto: Victoria Ramírez
3/10Los académicos de Legislación y Jurisprudencia. Foto: Victoria Ramírez
4/10José Luis Serrera Contreras, vicepresidente de la Real Academia de Medicina de Sevilla, con los académicos de Legislación y Jurisprudencia José Manuel Vázquez Sanz, Manuel de Cossío, Mariano Monzón y el general José Rojas Caro. Foto: Victoria Ramírez
5/10El académico Juan Antonio Carrillo Salcedo, catedrático de Derecho Internacional, con Pablo Menéndez, catedrático de Derecho Administrativo e hijo de Aurelio Menéndez. Foto: Victoria Ramírez
6/10Francisco Cuenca Anaya, vicepresidente de la Real Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia, y el académico Victorio Magariños. Foto: Victoria Ramírez
7/10El letrado Alfredo Flores, José María García Marín, catedrático de Historia del Derecho; el notario Antonio Ojeda y el magistrado Antonio Moreno Andrade, presidente de la Sala de lo Contencioso del TSJA. Foto: Victoria Ramírez
8/10Los catedráticos Javier Lasarte y Antonio Enrique Pérez Luño, académicos de Legislación y Jurisprudencia. Foto: Victoria Ramírez
9/10Aurelio Menéndez y su hijo Pablo. Foto: Victoria Ramírez
10/10Los académicos Rafael Leña, notario, y Eduardo Fernández Galvis, registrador de la propiedad. Foto: Victoria Ramírez