Aspromonte defiende que no es "culpable" de la intervención de la caja

La intervención de Cajasur por parte del Banco de España desató ayer un cruce de acusaciones entre los sindicatos implicados en la operación. Y el más criticado fue Aspromonte, mayoritario en la caja cordobesa, por oponerse a la fusión en el último momento. Su presidente, Ignacio Torres, insistió ayer en que su organización no es la "culpable" de la intervención de la caja y sostuvo que tenía cerrado un acuerdo "verbal" con las direcciones de ambas entidades.

Torres aseguró que en las reuniones que mantuvieron el viernes las cajas y los sindicatos para alcanzar, al menos, un preacuerdo laboral, la empresa optó por separar a los sindicatos y negociar con Aspromonte por un lado y con el resto de organizaciones por otro. De este modo, cuando las cajas trasladaron a los otros sindicatos el acuerdo alcanzado con Aspromonte, éstas, según Torres, lo rechazaron.

En cualquier caso, el presidente de Aspromonte sostuvo que la intervención del Banco de España no es culpa de ningún sindicato y recordó que en este proceso hay muchas partes implicadas, como la Junta, el organismo regulador y los órganos de gobierno de las entidades, por lo que dijo que no se puede "criminalizar" a las organizaciones sindicales.

"Algunos sindicatos nos culpan a nosotros, pero lo único que sé es que había cerrado un acuerdo con la empresa que se trasladó a la otra parte de la mesa sindical y que, por lo que sea, no se logró el acuerdo", dijo Torres, quien insistió en que Aspromonte "no es culpable de esta situación, ya que ha hecho su trabajo y seguirá haciéndolo". El líder sindical lanzó un mensaje de tranquilidad, "dentro de la alarma lógica porque estamos ante un panorama de incertidumbre".

UGT fue la organización más crítica con el papel jugado por Aspromonte, al que culpó de haber "jugado con las asociaciones sindicales por no acordar lo que quería la Iglesia en sus pretensiones de fusión con Unicaja". Fuentes de UGT manifestaron que "se ha intentado negociar con todas las posibilidades en las últimas semanas, con responsabilidad, pero ha llegado un momento en el que el sindicato Aspromonte, dirigido por la Iglesia, ha jugado con nosotros porque no se ha llegado a lo que quería la Iglesia". Por este motivo, UGT dictaminó que "la fusión se ha roto por Aspromonte".

Ante esta situación, las mismas fuentes tildaron la posición de "falta de irresponsabilidad", y reiteraron que "se rompió el acuerdo porque la Iglesia mandó a su sindicato Aspromonte para que lo hiciera". UGT, no obstante, señaló que la representación sindical por Unicaja ha hecho "lo posible y lo imposible para sacar la fusión adelante", si bien recalcó que "no era aceptable que hubiera trabajadores de primera y segunda y se pedía que las condiciones laborales de Cajasur se asemejaran a Unicaja, porque no tenía sentido que una entidad con tantas pérdidas tuviera privilegios", refiriéndose a Cajasur.