Asenjo bendice la nueva sede del Centro de Orientación Familiar

El doctor Enrique Aranda destaca que en las tres delegaciones que hay repartidas en la provincia fueron atendidos alrededor de 400 casos a lo largo del pasado año

J. C.

25 de marzo 2009 - 01:00

El administrador apostólico, Juan José Asenjo, bendijo ayer las nuevas instalaciones del Centro de Orientación Familiar en la capital, que se trasladan desde la calle Horno de la Trinidad a unas dependencias más amplias en la avenida del Doctor Fleming. El prelado destacó que este centro, que tiene también sedes en Lucena y en Peñarroya-Pueblonuevo, parte con el objetivo de ayudar a las familias en dificultades, siguiendo el mensaje que dejó en Valencia Benedicto XVI cuando presidió la Jornada Mundial de la Familia.

Este órgano depende de la Delegación Diocesana de Familia y Vida, cuyo responsable, el doctor Enrique Aranda, destacó que durante el pasado año pasaron alrededor de 400 familias de toda la provincia. El prelado destacó la importancia que esta unidad social tiene para los creyentes, puesto que "la familia es la célula más pequeña, pero la más importante para el futuro de la Iglesia".

Las nuevas dependencias ocupan una antigua oficina de Cajasur y han sido adquiridas por la Diócesis para desarrollar este cometido contemplado en el Plan Pastoral que finalizó el pasado año. A la inauguración asistieron los dos vicarios generales, así como los tres territoriales y numerosos delegados diocesanos y demás personal de la curia.

En su intervención antes de bendecir la nueva sede, el prelado destacó que ya en 1920 el Código Social de Malinas del cardenal Désiré Mercier se afirma que "la familia es la fuente en que recibimos la vida, es la primera escuela en que aprendemos a pensar y es el primer templo donde aprendemos a orar". Por este motivo, los centros de orientación dependientes de la Diócesis tienen la finalidad de "tutelar el matrimonio, salir al paso de las dificultades y ayudarles en la educación de sus hijos".

La filosofía que inspira a estos centros de orientación familiar es la de convertirse en una herramienta especializada en la atención integral de la familia, por lo que abordará los diversos problemas que se le planteen en el día a día. Para lograr una mayor eficacia en las actuaciones de estos centros, se recomienda que se acuda a ellos antes de que los problemas que surgan en el seno de las familias sean irresolubles. Desde este punto de vista, cuando se atraviesa una crisis matrimonial, la Iglesia entiende que la separación o el divorcio no es la única salida a esta situación. La solución ofrecida pasa por el diálogo y la generosidad entre la pareja, y la ayuda a través de personas que aportan sus conocimientos en la material.

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