La actual área de reserva del Museo Arqueológico de Córdoba, emplazada en el silo, también conocido como Carlos Ynzenga o silo de la Noreña, hace años que "se encuentra al límite de su capacidad", en un edificio que, además, "no reúne las características idóneas para la conservación de piezas arqueológicas", dado el uso para el que fue concebido: almacenamiento de grano. Así lo defiende la Junta de Andalucía y es por esto que la Gerencia Municipal de Urbanismo cederá una parcela situada en la calle Huerta de San Pedro, al Oeste del silo, para su construcción.

La parcela de referencia cuenta con una superficie de 6.926 metros cuadrados y,  aunque no toda ella es edificable, "permitiría construir un edificio agotando la edificabilidad". La Junta toma como referencia una superficie construida de 4.000 metros cuadrados en una sola planta, estando previsto verificar ante la Gerencia Municipal de Urbanismo las características urbanísticas de la parcela y el cumplimiento de las mismas en el proyecto arquitectónico que se redacte a tal efecto.

Construir un edificio de estas características supondría una inversión estimada de 6,2 millones de euros contemplando los trabajos previos, honorarios técnicos profesionales y coste de ejecución de las obras, para lo que Cultura propone su financiación dentro del nuevo marco Feder 2021-2027.

Igualmente se estima un plazo de redacción del proyecto de 12 meses y un plazo de ejecución de las obras de 24 meses. 

La cesión, defiende la Junta, pasa por la urgencia de "buscar una solución que permita dotar al museo de una nueva infraestructura con carácter de área de reserva, que permita unas condiciones óptimas de conservación del patrimonio arqueológico de Córdoba y su provincia". Esta infraestructura "daría respuesta a las actuales necesidades de un museo del siglo XXI, que concibe sus áreas de reserva de un modo nuevo que, lejos de considerarse lugares secundarios, pasan a convertirse en centros neurálgicos de la institución museística".

En ellas, detallan, "se reciben materiales y se atiende a los investigadores, se gestiona la documentación sobre las colecciones y también su préstamo para exposiciones temporales de otras instituciones y para el propio museo".

Esta iniciativa "permitiría que Córdoba ingresara en el reducido grupo de museos que cuentan con áreas de reserva externa con estas características" y que, además de "dar satisfacción a las necesidades del Arqueológico y a los requerimientos funcionales de la institución, permite investigar y conocer mucho mejor los fondos así como dar a conocer la función de los museos como instituciones encargadas de custodiar y transmitir nuestro patrimonio a las generaciones futuras".

La nueva infraestructura debe cumplir una serie de requisitos, entre los que figuran una ubicación lo más cercana posible al actual área de reserva (el silo) y que sea una construcción en una sola planta para "facilitar la operatividad de elementos de grandes cargas y minimizar los costes de ejecución de estructuras y equipos de elevación".

Asimismo, debe estar dotada de los medios técnicos para el correcto almacenamiento y custodia de los bienes (estanterías de paletización, dotación de maquinaria, espacios independizados para materiales especialmente vulnerables o sensibles y sistemas de seguridad).