El Arca de Noé derriba su albergue e insta a la GMU a que tramite su nueva sede

La asociación protectora de los animales El Arca de Noé de Córdoba continúa reivindicando unas nuevas instalaciones en las que atender a aquellos animales abandonados de los que se hace cargo. Así, la entidad ha informado de que "ha cumplido voluntariamente" con la petición de los vecinos de las Siete Fincas y ha procedido a la demolición del albergue que gestionaba en la zona, si bien ha apremiado a la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) para que agilice los trámites para su nueva sede.

El Arca de Noé indicó que el Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Córdoba archivó el pasado 26 de Septiembre el procedimiento judicial contra la asociación protectora de animales, en virtud del desestimiento de los demandantes, "los vecinos de la parcelación ilegal Siete Fincas", que retiraban así la demanda contra este colectivo al comprobar que el Arca de Noé "había cumplido voluntariamente" con lo solicitado por dichos vecinos en su demanda, como era el desalojo del albergue y la demolición de sus instalaciones, por lo que, "sintiéndose satisfechos en sus pretensiones, se han desistido del procedimiento que hace años instaron contra la asociación y contra el Ayuntamiento, por no haber ésta procedido como administración al desalojo forzoso".

La situación actual es que, por un lado, el Arca de Noé -asociación sin ánimo de lucro- "se encuentra con los animales que estaban a su cargo reubicados en diferentes lugares y con su albergue reducido a escombros, todo ello habiéndole supuesto al Arca de Noé un coste económico elevadísimo".

Añaden que el Ayuntamiento de Córdoba "sale ileso de esta situación gracias a la actitud de la asociación al haber procedido al desalojo y al derribo para evitar la sentencia", si bien mientras, el Consistorio, y en concreto la Gerencia Municipal de Urbanismo, "sigue sin cumplir su compromiso de acelerar los trámites para la concesión de la licencia para la construcción del nuevo albergue".

El Arca de Noé también se muestra crítica con los vecinos de las Siete Finca, quienes "mantienen sus chalets ilegales intactos, sin que sobre ellos se aplique disciplina urbanística alguna, orgullosos y satisfechos de haber exprimido al máximo a una asociación altruista cuya finalidad dista mucho de ocupar el campo para el disfrute personal y egoísta de quien sólo piensa en su bienestar".