Aplausos olvidados
Opinión
"Los sanitarios no queremos ni perdón ni aplausos. Solo queremos respeto", reflexiona Luis Felipe Escalera Franco, enfermero de Urgencias del Hospital Infanta Margarita de Cabra
En mis veinte años de enfermero, la mayor parte de ellas dedicados a las urgencias, he vivido pocos momentos como estos. Y, como yo, miles. A veces nos sentimos sobrepasados, a veces nos sentimos inútiles, a veces ni sentimos… porque los sentimientos nos sobrepasan. Pero este trabajo es el que hemos elegido, es con este trabajo con el que mantenemos a una familia, una familia a la que no abrazamos como antes.
Es con este trabajo con el que somos felices, felicidad truncada en cada batalla perdida. Es con este trabajo con el que disfrutamos cuando nuestros pacientes sonríen, cuando se gana otra dura batalla o cuando los familiares nos dan las gracias. Esas gracias que nos dan por un trabajo que realizamos, ni mejor ni peor. Lo hacemos con el corazón y a veces sale bien, y otras no como quisiéramos.
Esta crisis nos debe cambiar como sociedad, nos debe hacer valorar a las personas que hoy son esenciales. Pero un cierto runrún me hace pensar que cuando todo vuelva a ser como antes, cuando los bares abran sus puertas, los niños vayan al colegio, podamos abrazar a todos nuestro seres queridos sin mascarillas, en fin, volver a la tan añorada normalidad social, estos aplausos quedarán en los miles de vídeos grabados, en el recuerdo. Y los guardaremos para enseñárselos a nuestros hijos y nietos y les contaremos que eran para unos “héroes” que luchaban en primera línea y que ayudaron a combatir un virus que nos dejó en casa encerrados no sé cuantas semanas.
Mientras tanto, yo seguiré haciendo mi trabajo, como hoy, lo mejor que puedo. Cuidaré a mis pacientes y a sus familiares, ganaré y perderé batallas, pero lucharé como hoy lo hago, os apoyaremos en momentos difíciles, haremos que vuestro paso por nuestro hospital sea lo menos traumático posible.
En definitiva, hacer lo que hoy con algunas modificaciones. Pero, al mismo tiempo, volveré a ser el sanitario al cual agredas, amenaces, al cual culpes de una batalla perdida. Será a nosotros a quienes tengan que bajar sus "grandes sueldazos". Seguiré escuchando esa típica frase de "haz algo porque yo te pago", y otros tantos tratos que nos desprestigian y nos hacen que lleguemos a casa mucho más quemados que en la situación actual por el coronavirus. Por todo esto, los sanitarios no queremos ni perdón ni aplausos. Solo queremos RESPETO a esta tan dura y linda profesión.
Temas relacionados
No hay comentarios